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Por ANTONIO GARRIDO / La Universidad de Jaén ha ofrecido una respuesta comprometida con la celebración, promovida por el Ayuntamiento, del 1200 aniversario de la Capitalidad. Profesores de la institución han tomado parte en diferentes actividades, si bien el “plato fuerte” han sido tres programas organizados desde el Vicerrectorado de Desarrollo Territorial y Relaciones Institucionales, del que es responsable el catedrático Alberto del Real Alcalá, para abordar, primero la figura de Abderrarán II y su tiempo, en la que se conoció con todo lujo de detalles un periodo histórico muy relevante con Jaén como capital andalusí, sus personajes y su vida y acontecimientos. El jueves se rendirá tributo a la Universidad de Santa Catalina, en el siglo XVII, el precedente histórico de la actual UJA. Y hoy mismo, en una sesión de tarde bien completa con tres magníficas conferencias en torno a una misma temática: “Elementos universales de la Catedral de Jaén”, con protagonistas de lujo como han sido los profesores Mercedes Moreno Partal, que ha hablado de “La Catedral de Jaén y su proyección en Hispanoamérica”; Felipe Serrano Estrella, que ha disertado en torno a “El Santo Rostro de Jaén. Tradición viva con un significado universal excepcional”, y Pedro Galera Andreu, sobre “La Catedral y la ciudad”. Tres charlas amenas que se complementan por parte de los investigadores más reconocidos dentro de la UJA sobre esos elementos universales que distinguen a nuestra hermosísima seo, orgullo de Jaén y que causa asombro a tantos visitantes que llegan a la ciudad y no esperan encontrarse en ella tan riquísima arquitectura.

Además de las brillantes intervenciones de esta tarde, en el aula magna de la antigua Escuela de Magisterio, escuchando a los oradores, suficientemente conocidos y valorados por lo que son y por las aportaciones que han hecho al principal monumento de la ciudad, hay que destacar las palabras del rector de la UJA, Nicolás Ruiz, poniendo de manifiesto que este es el papel de la Universidad, “tomar el conocimiento generado en el seno de la academia y devolverlo a la sociedad”, y todavía más, “convertir la investigación en patrimonio cultural compartido”, que es exactamente lo que se viene haciendo, por medio de lo cual, aunque el papel de la Universidad se limita a su apoyo, y no ha sido poco, “se fortalece una potencial candidatura de la Catedral de Jaén como Patrimonio de la Humanidad”. El alcalde de Jaén, Julio Millán, por su parte, ha reconocido que la Catedral de la Asunción es un elemento imprescindible para entender la historia y la identidad de Jaén, convertida en referente universal.

A veces parece que estamos ante el mundo al revés. Cuando la Universidad es la que debería tener ayuda de todo el mundo, empezando por las administraciones, para hacerla más fuerte y vigorosa en todos los sentidos, nos aparece la UJA como la que sale al rescate de asignaturas pendientes de la ciudad, que las administraciones no han sabido o no han podido liderar.

Desde luego para el primer templo jienense es una garantía que la Universidad de Jaén se ponga a la cabeza de una reivindicación, si bien hemos dicho en más de una oportunidad que los logros hay que saber ganárselos, que no pueden ser gratuitos, y en concreto en el caso de Úbeda y Baeza no lo fueron, y esta es su gran fortaleza, de la que Jaén debería copiar, porque aquí el entusiasmo llega a veces pero suele ser efímero.

Aparte de inyectar optimismo en la ciudad, que ahora no la vemos despierta en este sentido, es muy agradable que la Universidad se convierta en un buque insignia y se implique de manera tan decidida creando en su día la Cátedra Andrés de Vandelvira y del Renacimiento jienense, para contribuir a la declaración de la seo como Patrimonio Mundial, que ha de servir para “potenciar, relanzar y desarrollar nuevas iniciativas relacionadas con algo tan importante, que puede ser un elemento de referencia y de visibilidad para nuestra provincia”.

Y gracias a que se involucró en esta aventura al profesor Pedro Galera, catedrático de Historia del Arte de la UJA, hoy emérito, y a quien se encomendó la dirección de un primer congreso, al que siguieron otras acciones en el marco universitario, un magnífico aval, habida cuenta de que pensábamos que ya se había olvidado el clamor de Jaén con respecto a su Catedral, la prueba está en que casi nada, excepto las iniciativas UJA se ha hecho tras el rechazo a la candidatura jienense por parte de la UNESCO.

Lo lógico sería que estuviera funcionando una comisión de trabajo de manera permanente, se hicieran propuestas, se llevara a efecto una continuada movilización de colectivos e ideas, todo lo que pudiera surgir con tal de seguir alimentando una ilusión, sobre todo porque muchos pensamos que hay razones de sobra para que el primer templo jienense sea Patrimonio de la Humanidad, y hay numerosos expertos, de gran categoría, como los hoy intervinientes, que confían en que estamos ante una “pieza espléndida”.

Cualquier comisario que venga a visitarnos, como en su día lo hizo el no muy bien recordado señor Pierre Coullaut, el evaluador de nuestro desengaño, tendrá que advertir la ilusión colectiva como absolutamente imprescindible para que se haga realidad el objetivo, aparte, claro está, de cuidar el entorno de una vez por todas, que por unas razones o por otras, a pesar de algún lavado de cara, sigue siendo manifiestamente mejorable. Dicho de otro modo, esto hay que ganárselo, no es algo del todo gratuito. Pero en Jaén, al menos en este momento, porque antes sí lo hubo aunque a su estilo, forma y manera, lo que se dice clamor no existe, aquí se desvanecen los sueños con bastante facilidad, por tanto no vayamos en el futuro a pedir responsabilidades a los demás en lugar de analizar primero las nuestras propias.

En resumen, que lamento que estemos faltos de una infraestructura aunque sea mínima que esté soliviantando a la ciudadanía con iniciativas ilusionantes, con un programa de actividades, con artículos, con conferencias, con actividades populares, con la implicación de los colectivos más dinámicos de la ciudad, que los hay, en definitiva con el compromiso de no bajar la guardia ni un solo instante hasta que se pida por segunda vez el pronunciamiento de la UNESCO. Si no somos capaces de ilusionarnos colectivamente y perseguir este anhelo, lo mejor es que desistamos, porque de esta manera nunca lo conseguiremos.

Y por último, claro está, felicitar a la Universidad de Jaén que, en ausencia de otros actores como Ayuntamiento, Junta, Administración central y colectivos culturales y sociales, etc., etc., se pone al frente y asume el liderazgo, lo cual creo que es una buena noticia porque no hay mejor manera de vencer la desidia que con la acción y el compromiso, con personas solventes que pueden colaborar en esta tarea y sacarnos a todos los demás las castañas del fuego. Ojalá que el impulso del 1200 aniversario sea aprovechado para aprobar por fin esta asignatura pendiente que lleva 23 años en lista de espera, al más puro estilo Jaén.

Foto: El rector de la UJA, Nicolás Ruiz, entre el alcalde, Julio Millán, y el Vicerrector de Desarrollo Territorial y Relaciones Institucionales, Alberto del Real.

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