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Por ANTONIO GARRIDO / Para mí el de hoy no es un día cualquiera, es más bien un día triste porque un grupo de personas hemos tenido que asumir la difícil responsabilidad de desconvocar una movilización social que surgió a raíz de la negativa por parte de la Junta de Andalucía, por dos veces, del Grado de Ingeniería Biomédica, aunque las reivindicaciones en torno a la UJA vienen de atrás y la culpa es de dos nefastos consejeros que decidió nombrar Juanma Moreno al frente de un área tan importante como la Universidad. Rogelio Velasco primero, un señor que pretendía establecer un extraño modelo copiado de no se sabe dónde, pero ignorando por completo lo que significa la Universidad de Jaén para el territorio, no se debió leer ni la ley de creación, fue letal para nuestros intereses, como he repetido hasta la saciedad pretendía convertir la UJA en una especie de instituto distinguido, pero le salió el tiro por la culata con el nacimiento de una sociedad civil organizada, que logró, en la calle, doblegar su extraño y nefasto experimento.

Moreno Bonilla decidió prescindir de él pero fichó a un experimentado universitario, exrector de Córdoba y expresidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Públicas de España (CRUE), que todo hacía indicar que podía ser un buen recambio. Villamandos ha sido otro fiasco, y especialmente para la UJA, porque los problemas que creó su antecesor se fueron cronificando y de hecho está pendiente la aplicación íntegra del Modelo de Financiación firmado en abril en Jaén. Este consejero y además de él su secretario general han sido totalmente insensibles con las prioridades de la Universidad de Jaén, y si ahora se abre una ventana a la esperanza, que me creo lo justo, porque conozco bien el paño, a pesar de que quien haya empeñado su palabra sea el propio presidente de la Junta, Juanma Moreno, tal vez sea oportuno dar la oportunidad, pero a sabiendas de que la Junta casi nunca ha cumplido, y si lo hace ahora podría ser agobiada por tantos frentes abiertos y encima con las elecciones a la vuelta de la esquina.

He conocido las declaraciones de Villamandos en el debate que se produjo ayer mismo en el Parlamento andaluz, y, una vez más, abusó de soberbia política y es capaz de reconocer, sin ruborizarse, que para eso es consejero, todavía con mayoría absoluta y se creen por encima del bien y del mal, que jamas estuvo en duda el Grado de Ingeniería Biomédica, y lo dice el responsable de que dos veces, in extremis las dos, la UJA recibiera sendos informes desfavorables. Pero es que llega más lejos, se atreve a criticar los “intentos de politizar” la lucha legítima por el Grado que demandábamos. Cree Villamandos que los demás somos como él, que estamos sometidos al yugo de un partido político. Se equivoca, es mentira que Ingeniería Biomédica llegue a la UJA por voluntad de la Consejería de Universidades, por el contrario llega “a pesar” de todas las trabas de su departamento. Encima tiene el valor de definir el procesio seguido por la ACCUA como “independiente y transparente”, aquí ya se está burlando miserablemente de todos los jienenses.

Pues bien, hoy en la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA, de la que durante bastante tiempo he venido siendo coordinador, sucediendo en esa responsabilidad a Alberto del Real, pionero en esa lucha, hemos decidido, y no ha sido fácil porque todo el verano lo hemos dedicado algunas personas a combatir mentiras y sacar la cara por nuestra Universidad, apoyando la tarea verdaderamente impagable de Nicolás Ruiz, un rector combativo y que tiene muy claras sus dos prioridades, la UJA y Jaén, que comparto al cien por cien. Si hemos hecho un alto ha sido precisamente en favor de la UJA. Es posible que haya quien no lo entienda, pero es muy importante ver cómo termina el compromiso manifestado en primera persona por el propio presidente, Juanma Moreno, que parece haber dado órdenes de que el dichoso Modelo de Financiación que viene coleando (en otros momentos es que ni hubo, de ahí que otras fuerzas políticas debieran ser prudentes) se resuelva de manera definitiva. Ardo en deseos de conocer si se trata de una gestión seria o simplemente es un brindis al sol electoral. Lo sabremos en el momento que se haga público el anteproyecto de los Presupuestos de la Junta para 2026. Entonces tendremos los datos suficientes para saber quién politiza y en su caso quién engaña.

Por lo demás ya pueden entender que por el camino se encuentra uno con intereses de diversa naturaleza, no todo el mundo se apunta a una movilización con el solo y único objetivo de defender a su Universidad por ser el gran motor que necesitaba esta provincia para progresar. Me he acordado hoy, de tantas experiencias como uno va acumulando, de aquella caravana que recién llegado al cargo de alcalde organizó Julio Millán “por el tren”. La entonces subdelegada del Gobierno autorizó solo un centenar de coches, no fuéramos a liarla, porque los organizadores expresamente rechazaban dirigir sus críticas hacia el principal responsable, en este caso Pedro Sánchez, que era ya presidente del Gobierno. Pero no, aquella jornada la recuerdo como un día de picnic, es decir, salir a la calle pero sin que se note, o en todo caso que parezca que nos manifestábamos contra el aire, los pájaros, las flores del campo…Pocas veces he visto algo parecido y desde luego si yo estoy al frente de la Plataforma no digo que fuera a insultar a nadie, pero sí señalar a los responsables y que cada palo aguante su vela, aunque nos llamen politizados, que por supuesto algunos lo somos, pero por Jaén. Es lo mismo que cuando se canta en algunos actos el Himno de Jaén, con la vibrante letra de Miguel Hernández, parece que la recitamos como papagayos, y hay que ver la profundidad que tiene y la llamada que nos hace a la rebeldía cívica, pero da la impresión de que la hemos interiorizado como si fuera el Hmno a la Alegría, En fin, que lo único que me tiene implicado desde antes de la creación de la UJA es lealtad con ella y con lo que representa.

Hoy se ha despedido de su cargo de secretario provincial de UGT, tras dos décadas en el cargo, Manuel Salazar Vela, y ha sido sustituido por una mujer Pilar Gil, que ha obtenido el respaldo de casi el 84% de apoyo de la concurrencia al congreso convocado. Manuel Salazar ha reunido en torno a él en este adiós de su puesto de responsabilidad a representantes de las diferentes instituciones, para agradecer la labor de diálogo y mediación que han caracterizado su cometido al frente de la UGT, sindicato mayoritario, según él mismo ha señalado al hacer balance de su tarea. Bien sabemos que al menos en algunos sectores el mundo sindical no goza de buena fama, y me parece que es en gran medida por desconocimiento, en las redes sociales y en determinados medios, se caricaturiza una labor que en algunos ámbitos es impagable, en el caso de Salazar lo he visto siempre sumamente comprometido a él y a su sindicato, al igual que al resto de las organizaciones, en los intereses de la provincia, presentes en diferentes organismos, manteniendo un constante seguimiento de problemas graves, como son los accidente de trabajo y por supuesto una preocupación constante de apoyo a los trabajadores, tanto en el ámbito público como privado.

Me constan situaciones concretas en las que el propio Manuel Salazar ha ejercido labor de mediación, que ni siquiera han trascendido, pero que han resuelto no pocos conflictos. Pero sobre todo, además de cumplir durante veinte años una función relevante como cabeza visible de una organización social y sindical, quiero subrayar sobre todo su talante, un hombre cercano, fácil para entenderse, que ha sabido ganarse al afecto de mucha gente y de ámbitos muy diversos y plurales de la sociedad de Jaén. No siempre es fácil hacer amigos, ese es su capital a la hora del balance.

Para desembocar en la ciudad, que ahora celebra el 1200 aniversario de la Capitalidad, entre activistas de verdad y otros que simplemente dejan hacer, veo que el alcalde socialista, ojo que el matiz es importante, Julio Millán, a propósito de las quitas de la deuda que ofrece la ministra María Jesús Montero, candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, y que los gobiernos autonómicos del PP se niegan a aceptar por ver en la operación un fin político, un regalo envenenado, ha reaccionado para decir “y si no, para mí”. En efecto no se conocen detalles y por tanto sería precipitado aventurarse a dar una opinión concluyente, pero ni está España para regalar, aunque le haga falta al Gobierno de Sánchez satisfacer la voracidad de los independentistas catalanes, ni se puede engañar a la gente argumentando que en el caso de nuestro Ayuntamiento nos van a perdonar la mitad de una deuda. No dicen quién paga esas cuentas, y sí, ciertamente tenemos un problema que se llama 600 millones, pero si hay que pedir que sea con la generosidad que se actúa con Cataluña y no transferir una deuda que en el caso de Jaén es producto de pésimas gestiones de alcaldes que se fueron de rositas, y ni debemos pagarlas los jienenses, vía impositiva, una auténtica barbaridad echar sobre nuestras espaldas esa herencia, pero tampoco es legítimo que nuestros desmanes los paguen otros.

Dicho esto, cuando PSOE y Jaén Merece Más nos hicieron creer que el principal escollo, la deuda, estaba resuelto fuimos descreídos, va a hacer nueve meses de la moción de censura, un parto, y lo único que se puede ver es que siguen mareando la perdiz y arreando con las consecuencias porque unos y otros han visto que el gobierno del Ayuntamiento en este tiempo que queda hasta las elecciones ya hay que asumirlo con todas sus consecuencias, incluso poniendo al mal tiempo buena cara. Hoy veo, además, que Jaén Merece Más demanda la descatalogación de Las Protegidas. Tienen suerte porque en el despacho de la Alcaldía les pueden aclarar todo tipo de detalles de este viejo asunto, unos cuantos trienios tiene. Pero es lo de siempre, ahora hay que pedir lo que en otro tiempo tampoco quisieron cumplir, no se salva ninguno, la deuda con Jaén es tan grande como para que sigan tratando de esquivar responsabilidades cuando no fantaseando con la quita de la deuda o prometiendo el paraíso. Eso, a los PGE y a los del propio Ayuntamiento.        

Foto: Manuel Salazar en su discurso de despedida de la secretaría provincial de UGT, de la que ha estado al frente durante veinte años.

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