Skip to main content

Por ANTONIO GARRIDO / La Expoliva nunca defrauda, mañana abre oficialmente sus puertas para cumplir el objetivo de cada dos años, desde 1983, demostrar la razones por las que cumple su XXII edición y goza del prestigio reconocido como Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines, que nos hace visibles en todo el mundo olivarero gracias a que somos la primera potencia productora del mundo en oro líquido, a nuestros 66 millones de olivos, que se dice pronto, ese inmenso bosque del que se quedan prendados quienes nos visitan del extranjero o de otras zonas del país. Pues eso, vienen días de fiesta en el recinto de Ifeja, con los alrededor de 300 expositores directos y otros casi 200 indirectos, de 14 países, y con ellos los profesionales del sector y de las firmas, que no podemos olvidar que son los principales protagonistas, los que pagan por venir y los que hacen grande a la Feria.

Se agradece, por supuesto, el apoyo y también la presencia y cercanía de las instituciones, tanto las que pagan como las que no, porque todas y todos quieren estar en la foto, pero repito que la finalidad de la Expoliva es constituir un escaparate muy representativo de la hora presente del sector en Jaén, en España y en el mundo. Mi consejo es que no debemos obsesionarnos con los políticos, son necesarios, pero no imprescindibles, los que verdaderamente no pueden faltar son los profesionales y los expositores, y desde este punto de vista es una realidad, perfectamente reconocible al visitar la muestra, que se ha quedado pequeña, de hecho ha habido que rescatar, gracias a Dios que existe, el propio Palacio de Deportes Olivo Arena. Por lo demás un recorrido por los diferentes stands y espacios permitirá hacerse una idea de conjunto, sobre todo de los cambios que se vienen operando, de la innovación.  

Parece obligado reconocer en una jornada de tanta significación como la que se va a vivir mañana y días sucesivos que la sociedad jienense también sea cada vez más sensible con el principal acontecimiento expositor que tiene lugar en Andalucía en el mundo del sector agroalimentario, no hay otro que se le parezca, y de la enorme trascendencia que tiene en una provincia como Jaén, con sus luces y sus sombras, ser un referente mundial de un producto tan prestigiado como el aceite de oliva. Los beneficios para la ciudad y la provincia son innegables. La patronal de hoteles ha certificado que desde hace días se cuelga el lleno en la totalidad de los establecimientos de Jaén y de parte del territorio provincial, y lo mismo hay que decir de restaurantes y establecimientos de la misma naturaleza, de años anteriores se conoce que el impacto de la Expoliva sobre la economía de la ciudad es importantísimo, hace dos años se hablaba de unos 600 millones de euros y no me parecía una exageración. Creo además que ni nosotros mismos somos conscientes a veces de la magnitud del acontecimiento.

Pues bien, ¿qué es lo que nos podemos encontrar en la Expoliva 2025? En primer lugar la propia fortaleza de una organización que es capaz de montar un acontecimiento de esta naturaleza. Copados al cien por cien los espacios interiores y exteriores, presentes un notable número de países, incluso con stand propio, y por supuesto dando ejemplo instituciones públicas, como la Diputación, que es quien en exclusiva gestiona la Institución Ferial, así como la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Jaén, o la Universidad, a las firmas más representativas del sector, que exhiben cada una de ellas las principales novedades de la actividad a la que se dedican. Por supuesto la Feria es un referente de los cambios tecnológicos y de la modernización de todos los medios de los que se abastece el sector, ya sea para la mecanización de los procesos de la recogida, tractores, etc.

Pero Expoliva es mucho más. Sigue contando con un espléndido Salón del Aceite, donde están representadas centenares de marcas, con la presencia asimismo de acreditados chefs para apoyar con su presencia la importancia del aceite de oliva en la gastronomía, es decir, en las cocinas. Es el marco de una nueva edición, del Symposium Científico-Técnico, para estar al día en los foros anunciados, donde se abordan cuestiones de actualidad y de futuro, todas ellas para generar opinión y debate. La calidad del producto, los precios, la PAC, los nuevos modelos de agricultura, la exportación, etc., van a estar también presentes, en general todas las preocupaciones del sector caben en las jornadas de análisis de su realidad.

¿A quién hay que agradecer, pues, que Expoliva 2025 se celebre y se convierta en una nueva oportunidad para el mundo olivarero y para Jaén? En primer lugar a la Institución Ferial, Ifeja, que es la que tiene la encomienda de la organización de las ferias y lo ha trabajado como sabe hacerlo, con un amplio equipo muy bien afinado y que le tiene tomada la medida. También, por supuesto, al apoyo imprescindible de la Caja Rural de Jaén, una aliada desde el primer momento, y que resulta vital para el éxito definitivo de la Feria. Está, por supuesto, y de qué manera, la Fundación del Olivar, perteneciente a la Consejería de Agricultura de la Junta, totalmente implicada y con una participación comprometida con el acontecimiento y la mayor parte de su contenido. Está presente, como en sus anteriores ediciones, la Universidad de Jaén, una imprescindible, el gran soporte, por sus aportaciones académicas pero asimismo por su vocación de servicio al territorio y especialmente a nuestra riqueza olivarera, con cátedras, líneas de investigación y en general en todo lo que afecta al producto y la riqueza por excelencia de Jaén y los jienenses. Hay tres marcas oficiales a las que debe agradérseles su especial contribución, ITEA, GEA y Conde de Benalúa, como firmas patrocinadores.

Por supuesto la Diputación, cuya labor de apoyo y promoción del aceite de oliva virgen extra está acrisolada y se le considera, con toda justicia, como la Administración que más ha hecho durante los últimos años, mejor décadas, por la apuesta de la calidad, creando iniciativas como los Aceites “Jaén Selección”, llevando los aoves a las ferias nacionales e internacionales, propiciando la Fiesta del Primer Aceite, en definitiva, espoleando a un sector que lleva el conservadurismo en su ADN y que poco a poco, más lentamente de lo que sería de desear, está enganchándose a los empresarios aceiteros más dinámicos y que son la punta de lanza de un proceso, el de la calidad, imprescindible para seguir avanzando y que el aceite de oliva virgen extra ocupe el sitio que le corresponde en los mercados, en el nuestro y en todo el mundo. Por fortuna hay firmas emblemáticas que llevan años en ello, que exportan, que ganan premios y que están muy bien posicionadas y son el mejor ejemplo. Asimismo está en la Feria la Indicación Geográfica Protegida (IGP) del aceite, un instrumento para velar por el sello de calidad, que, como consecuencia de las características del sector, antes aludidas, ha conseguido reunir a un importante número de empresas y marcas, pero el reto es multiplicarlo por mucho si se quiere que esta apuesta funcione. Y se van a encontrar también con algunas de las firmas que participan de la experiencia Degusta Jaén, del organismo provincial, que es otra manera de promocionar el territorio y sus productos agroalimentarios y de darle más espacio y protagonismo a lo nuestro.    

Mi adhesión total a Expoliva desde sus comienzos hasta el día de hoy, por el camino recorrido, que he seguido en toda su trayectoria de 42 años, y tengo alguna autoridad desde esa experiencia de afirmar que se trata de lo mejor que ha ocurrido en Jaén en siglos, por tanto tuvo mucho mérito que en 1983 la Cámara de Comercio, hoy desaparecida y entonces bajo la presidencia de un empresario tan providencial como lo fue Hermenegildo Terrados, decidiera crear la Feria, tras una prolongada espera porque Madrid no daba el plácet, del mismo modo que hay que agradecer que no se ha desistido y cada dos años ha llegado fiel a su cita, y las últimas ediciones según indicaban los balances resultaron históricas por el volumen de negocio obtenido. Pero no todo tienen que ser satisfacciones ni parabienes. La Feria refleja con toda nitidez cómo la inmensa mayoría de las empresas auxiliares del sector son foráneas, es decir, cómo, en este y en otros aspectos de todos conocidos, por ejemplo la propia venta del aceite, no reporta a la provincia el valor añadido que merece su potencialidad. Dicho de otro modo, a veces da que pensar hacerse a la idea de que por ese atávico conservadurismo, de miedo al riesgo, de desconfianza, la provincia se ha visto tan resentida y con ella este sector al que nos referimos. 

Esta debe ser una de las razones de que en la Feria no abunden en exceso las firmas netamente jienenses, que las hay, pero son escasas proporcionalmente, y es más penoso si se llega a la conclusión de que potentes organizaciones del sector, incluso cooperativas o grupos de cooperativas, no se suman como expositores, aunque se adhieran al fervor por la Expoliva. La Feria es un éxito, hace visible a Jaén en el mundo, pero tengo la convicción de que todavía hay margen para que nuestra provincia saque pecho y acuda a esta cita bienal con más poderío, no solo que se celebre en Jaén sino que la provincia mande en presencia y representación real. Por esta razón tiene más mérito que haya empresas, algunas de referencia, que sean incondicionales y que constituyen ejemplos a seguir.   

También cabe felicitar al Ayuntamiento de Jaén, es una buena iniciativa poner a la ciudad como emblema. Creo que sería bueno que con independencia de quién esté al frente del Ayuntamiento, se tendría que registrar una idea y mantenerla en el tiempo para que cale y no estemos a merced de la política de cada momento, las instituciones pienso que están obligadas a mantener una línea de continuidad y no inventar en este caso cada dos años, con independencia de que son bienvenidas todas las iniciativas que den a la Expoliva un plus y que además hagan de Jaén la capitalidad que sin duda en estos días ostenta. En este 2025, el Ayuntamiento traslada a la Expoliva la conmemoración del 1200 aniversario de la capitalidad, lo que abunda no daña, es imagen y promoción. 

En las comparecencias de los organizadores previas a la Expoliva se ha insistido en una idea, la de que esta edición va a suponer el fortalecimiento de su dimensión internacional. De hecho participan expositores de Túnez, China, Países Bajos, Francia, Alemania, Eslovenia, Italia (la mayor con diferencia), Marruecos, Portugal, Suecia, Turquía, Grecia y la región de Kurdistán-Irak, además de que está anunciada la visita de embajadas, empresas y delegaciones de distintos países del mundo. El universo del oro líquido tiene a Jaén como su foco de atracción, ese es al tiempo nuestro orgullo y nuestra responsabilidad.

Espero y deseo que la Feria transcurra con total éxito, y que al final, cuando se conozca la valoración de los expositores, que es la mejor evidencia, y los datos de las repercusiones económicas, tengamos razones para felicitarnos, una edición más. Que haya volumen de negocio es el objetivo y que Ferias Jaén, esa empresa que fue creada para contribuir al desarrollo de la provincia, pueda seguir caminando con otros eventos y el mismo fin. Finalmente, es verdad que esta provincia tiene carencias y muchos objetivos por alcanzar, pero también posee grandes fortalezas que hay que mimar porque demuestran que nos sobreponemos a la adversidad y se encienden las luces largas para observar el futuro de Jaén en positivo, y Expoliva, por muchas razones, no es sólo un revulsivo, es el mejor ejemplo de que cuando se quiere, se puede.   

Foto: Una imagen de la Expoliva en su pasada edición.

Dejar un comentario