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Por ANTONIO GARRIDO / No sé si recuerdan que hoy, día 11 de diciembre, se cumplen ocho años de la inauguración oficial del Museo de Arte Íbero, una ocasión en que la Junta de Andalucía quiso tirar la casa por la ventana, y bien que lo merecía tras una espera de más de veinte años, hasta el punto de que Susana Díaz consiguió la presencia del Rey Felipe VI en el acto montado por todo lo alto. La Consejería de Cultura quiso hacer del momento una fiesta, un baño de masas para tratar de convencernos de su continua atención al territorio. La ciudad le siguió el juego y allí estaba el todo Jaén. Hay una verdad incontestable, objetiva, y es que la espera había merecido la pena en el sentido de que se ha creado en la ciudad un espacio museístico de una gran categoría, asimilable a los mejores que puedan existir, bien es cierto que en varios años el único logro que el anterior gobierno andaluz podía exhibir en la capital era este Museo y el Centro de Salud de Expansión Norte, dos obras que se eternizaron y que llegaron a exasperar a los jienenses.

Y en el caso del Museo Íbero, tan bonito, tan especial, tan singular, porque lo es, con el añadido de que abría sus puertas con una exposición temporal y que para poder disfrutar de su exposición permanente había que esperar, según se decía, hasta el año 2021, en el mejor de los casos, y a la vista está que se quedaron cortos, muy cortos, porque el año 2026 llega en unos días y aún queda trabajo por realizar, sobre todo concluir el proyecto museográfico, que es un trabajo lento, eso sí, centenares de piezas ya llegaron y se han ido clasificando para en su día exhibirlas. Cuando todo haya terminado merecerá la pena una pausada visita a nuestra riqueza íbera. En fin, aquella puesta en escena de hace ocho años fue una mentira, tal vez piadosa, que nos tragamos los jienenses con tal de recibir la nueva infraestructura cultural. En su descargo hay que decir que al menos no se cerró el edificio tras la muestra temporal inaugural y que el Museo Íbero está teniendo vida de forma continua y es el escenario de muchas actividades relacionadas con la cultura que tienen lugar en Jaén, pero es obvio que no es un Museo tal como fue concebido, aunque se han hecho grandes esfuerzos por suplir las carencias con imaginación, todo hay que decirlo.

Todo lo demás, incluido el anuncio de que será un museo de la red estatal, que puede que sea cierto, por ahora es solo un deseo. Queda decir que tanta publicidad se hizo con la inauguración, hace ocho años, que llegan visitantes deseosos de conocerlo y se llevan una decepción impresionante porque anhelaban encontrar algo diferente. Si no fuera por las actividades que alberga, y menos mal, ya sería un edificio fantasma. Al menos eso hay que reconocerlo, se le da vida y se nos hace más corta la espera. La Junta sigue haciendo anuncios de vez en cuando, que ya llega, el caso es que en Jaén otra cosa no, pero estamos acostumbrados a esperar, han sido ocho años, pero me temo que tampoco sea en el que pronto estrenaremos.

Foto: Esta imagen cumple hoy ocho años. Era la inauguración oficial del Museo Íbero, que todavía sigue esperando la exposición permanente.

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