Por ANTONIO GARRIDO / Como ciudadano jienense la mejor noticia en estos próximos años, incluso meses, porque el documento avanza, es que en torno al Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) que está elaborando un competente equipo de profesionales liderado por el arquitecto Juan Carlos García de los Reyes, obtuviera el consenso político y ciudadano. Es evidente que no se puede establecer un modelo de ciudad a la carta para cada jienense o para cada grupo que tenga la misma o parecida concepción de por dónde ha de discurrir nuestra capital en el futuro. Soy muy consciente también de que esta es una ciudad complicada y que concitar el respaldo de una mayoría es harto difícil, empezando por el propio Ayuntamiento, donde las más de las veces por protagonismo y para alimentar el enfrentamiento son capaces de discutir sobre el sexo de los ángeles en lugar de unirse en lo esencial y sin duda el diseño de la ciudad que debemos disfrutar en las próximas décadas bien merece la pena, aunque solo sea por esta vez, poner el acento en lo que une en lugar de lo que separa, por una razón que es perfectamente entendible pero a la que a algunos políticos les cuesta trabajo discurrir, y es que las personas pasan pero las ciudades permanecen, y las próximas generaciones deberían conocer que esa ciudad heredada es fruto de la capacidad de diálogo y de entendimiento de las personas que en un momento determinado de la historia contribuyeron desde el diálogo a proyectarla. Soy bastante escéptico sobre los resultados, pero si por razones de política, o mejor, de politiquería, no se logra un mínimo acuerdo, estaríamos perdiendo una oportunidad excepcional, porque planes se han hecho en las últimas décadas, si bien el último se ha alargado en exceso, made in Jaén, ahora hay que aprovechar el talento de los redactores y la capacidad que tienen para ilusionarnos sobre su trabajo para no perder el tiempo en discusiones inútiles, participar, eso sí, porque ha de ser un proceso abierto, informado, pero con el mejor ánimo de llegar a la ciudad soñada, a la ciudad que queremos, que no es la ciudad que tenemos.
Hay que reconocerle al equipo anterior de Agustín González que fue el inspirador del proyecto y que gracias a su efímera presencia al frente del Consistorio tuvieran la decidida voluntad de impulsar el Plan, una asignatura pendiente desde que la Justicia y el mal trabajo de la Junta de entonces perturbaron el “Plan Márquez” como lo llamé en su día, porque fue liderado por Javier Márquez en sus tiempos al frente del área municipal de Urbanismo. El PP abogaba por un Plan en tanto que el PSOE ha tardado en convencerse de que se trata de una necesidad imperiosa, que una ciudad no se planea a salto de mata y que hay bastantes infraestructuras y equipamientos, aparte de la política de por dónde ha de discurrir el crecimiento natural, que precisan de normas muy concretas. Los socialistas, y más concretamente el hoy alcalde, Julio Millán, por razones desconocidas, ha actuado a veces en plan procrastinador, dejar que el tiempo resuelva, fue lo que ocurrió también con los presupuestos municipales, que por cierto hace ya que se anunció que saldrían adelante y me temo que aún hay que esperar a que cuenten con todas las bendiciones, puesto que de lo contrario la euforia de una reciente rueda de prensa podría truncarse.
Pero vuelvo a los trabajos del Plan General de Ordenación Municipal, que así se llama ahora lo que siempre fue PGOU, y las palabras del arquitecto director del proyecto son la mejor invitación que se puede hacer a toda la sociedad de Jaén, responsables públicos incluidos, para dejar al margen los intereses partidistas y aplicarse el mensaje de García de los Reyes: “A Jaén se le había olvidado prestar servicios a una provincia de tres cuartos de millón de habitantes, y a la provincia se le había olvidado que necesita una ciudad poderosa que la represente; es un plan que dibuja una ciudad a la que yo me vendría a vivir sin duda”. Este hombre está tan enamorado de Jaén, lo mismo que de su Granada, que es muy fácil compartir sus reflexiones porque son plenamente convincentes. A mí, como jienense de adopción, me ilusiona. Llevo muchos años defendiendo un modelo de planeamiento porque el actual se quedó viejo hace demasiado tiempo, como asimismo hubiera merecido la pena contar con un Plan Estratégico, y pudo haberlo si un alcalde, por cierto del PP, no hubiera metido en un cajón, el diseñado por la UJA, hace 15 años, y que por politiqueo, más concretamente porque lo había solicitado un equipo anterior, lo condenó al olvido, con lo que eso supuso para mucho tiempo de esfuerzo, de gasto, etc., pero esa es otra historia, la peor cara de la política local, de aquellos polvos estos lodos, la ruina municipal es la suma de muchos errores, de cargos públicos que buscaron su minuto de gloria hipotecando al Ayuntamiento y de paso a la ciudad, en fin, para escribir no un libro, sino varios.
El caso es que ahora, o eso me parece, tal vez las ganas que tengo me lleven al optimismo, se está a un paso de que el avance del Plan pueda pasar a la Junta de Andalucía, en torno al 18 de junio se ha indicado como fecha, y luego la Consejería responsable puede ser ágil o tomarse todo el tiempo que estime necesario. En este capítulo tampoco soy optimista, creo que vamos a tener una historia parecida al tranvía, largas y más largas, y que al final le den el visto bueno, eso en el mejor escenario. Insisto, el Plan General de Ordenación Municipal es urgente, estamos asistiendo a una serie de propuestas, no siempre entendibles, en torno a proyectos para la ciudad para los que se propone ubicación, que en algunos casos dudo que puedan ser compatibles con la normativa del Plan. Si estamos buscando un modelo para el Jaén de unas décadas no se debe interrumpir el proceso con propuestas en algunos casos un tanto disparatadas. Las casas no se pueden empezar por el tejado, el gran proyecto que es el Jaén del futuro es ilusionante, pero hay que empezar por los cimientos, y no estar a merced de los sueños de los munícipes. Y algo fundamental, el concurso de la sociedad, las asociaciones, los colectivos, los colegios profesionales, es el Jaén de todos y para todos y lo primero es recibir la información exhaustiva, y a partir de ella, ilusionarse. Como dice el arquitecto García de los Reyes, que encaja muy bien en la filosofía del modelo que en este momento procesal buscamos en esta Bella Ciudad de Luz, el Jaén que salga del documento urbanístico tiene que ser lo suficientemente atractivo para que los que ya vivimos queramos seguir aquí, pero que sea a la vez foco de atracción porque represente el modelo, ahora que estamos promocionando la capitalidad, donde dé gusto vivir.
Dicho lo cual nos vamos ahora al proyecto adjudicado a una empresa valenciana para la mejora de la movilidad en el entorno de la estación del tren, una obra ya prevista antes de que viniera a Jaén el ministro Puente a contarnos sus historias, aunque se presente como la primera de las actuaciones para la integración del ferrocarril en la ciudad de Jaén, y cuyo resultado final ha de ser la estación intermodal, para la que el ministro habló de una inversión de 45 millones de euros. No sé si en este caso es empezar la casa por el tejado o no, pero de la estación intermodal, a pesar de que es un proyecto que se viene acariciando desde mucho tiempo atrás, les puedo recordar toda la historia, porque la tengo recogida, pero sigo insistiendo en mi criterio de siempre de soterramiento, aunque ya sé de entrada que es mucho dinero y que ninguna administración pública está dispuesta a invertir tanto, menos aún en Jaén, lo estamos viendo o seguiremos, no nos queda duda. La actuación que ahora se anuncia consiste en renovación de la plaza de acceso a la estación férrea, su aparcamiento y el paso inferior de la calle Fuerte del Rey.
En el ámbito municipal poco más se ha dicho del revuelo tras las declaraciones del alcalde para convertir el edificio municipal en hotel de cinco estrellas y la venta de patrimonio municipal, se supone para hacer caja y rebajar la deuda. En Jaén Merece Más me da la impresión que no se lo toman en serio. Tampoco los “merece” aplauden el paso de la Recaudación a la Diputación, al menos por el momento no le salen las cuentas y por tanto el anuncio de que ese convenio entraría en vigor a principios de 2026 está en el aire, entre otras cosas por las dudas del propio personal afectado. Otro tema que ha surgido en los últimos días, y que forma parte de las iniciativas que se ponen por medio cuando se está trabajando en el PGOM es el del centro de ocio planteado por el anterior equipo con el Partido Popular, del que González quiso hacer bandera, aunque de la mano del grupo Alvores, que puede ser buen aliado, pero que las empresas cuando deciden intervenir no es como hermanitas de la caridad, Alvores tiene sus intereses, en concreto en el Jaén Plaza, y eso me hace dudar de la bondad de esta acción que por lo demás podría ser atractiva, al menos es un proyecto puesto sobre la mesa, “irrealizable” para la concejal de Urbanismo, África Colomo. No me digan que no hay asuntos en los que entretenerse. Ahí está el grupo del PP tratando de no perder el hilo y a veces poniendo al mal tiempo buena cara, porque de todo hay en la viña del Señor.
Por lo demás, en los asuntos de responsabilidad de la Junta, hoy la viceconsejera de Salud, María Luisa del Moral, ha visitado las obras de la lavandería de la Ciudad Sanitaria. Que conste que lo que voy a escribir no lo digo por la política citada, porque es de lo más eficaz y serio que conozco en el PP, pero presentar la lavandería como el banderín de enganche de la Ciudad Sanitaria es un despropósito. Primero porque la propia lavandería, que había que afrontar porque es urgente, hasta hace poco, no sé ahora, las noticias eran que la ropa de los hospitales de Jaén se estaban lavando en Granada, ya va con un impresionante retraso con respecto a las previsiones iniciales, la Junta casi nunca cumple sus plazos, y me quedo corto, pero es que encima nos pierden el respeto cuando se refieren a la Ciudad Sanitaria, como si se tratara de un proyecto que fuera a empezar mañana, y ya les digo que en esta legislatura ni está ni se le espera, como tampoco la Ciudad de la Justicia. Con respecto a la Ciudad Sanitaria el hilo argumental, que ya empieza a hacerse eterno, es que se siguen tramitando “soluciones hidráulicas” para los terrenos, que por lo visto tardaron tiempo los técnicos en percatarse, en torno a lo cual, como aviso a navegantes, se afirma que esas soluciones, necesarias para iniciar el proyecto del gran hospital que llevamos muchos años esperando, son “tremendamente complejas”, traduzcan ustedes el mensaje que nos están lanzando, algo así como paciencia y resignación. Ya les digo que si no hubiera problemas hidraúlicos, ya se buscarían de otra naturaleza para alargar la espera. Invertir en Jaén 510 millones, como está presupuestada esa infraestructura, sería hasta milagroso, no tengo mucha confianza, aunque daría lo que sea por rectificar mi opinión que advierto que está muy generalizada, excepto en los políticos a los que no queda otra que defender, aunque a veces ellos y ellas tengan que comulgar con ruedas de molino, va en el sueldo.
Es lógico que la Junta haga cosas en Jaén y provincia, no se olvide que es la administración que tiene asumidas más competencias, pero los grandes proyectos emblemáticos están sin tocar, no hay más que palabras y propósitos. Y por lo que se refiere a la sanidad y a la dependencia, vamos de mal en peor. La consejera de Salud ha tenido que mediar en el conflicto de Cazorla, felicito a la sociedad cazorleña, a los habitantes, que han tenido el coraje de salir a la calle a defenderse frente a una flagrante injusticia. Ya lo creo que ha merecido la pena, porque no todo se puede ni se debe consentir en política, menos aún cuando la excusa es que se politizan los asuntos. Pues claro que hay que politizarlos, ¿o es que la Junta cuando no actúa es que pertenece al tercio familiar? Cada vez estoy más convencido del poder de la sociedad civil y ya me gustaría que en el caso de la capital, donde hay mucha comodidad, solo hay valientes para las redes sociales y poco más, surgiera una nueva plataforma ciudadana con fuerza y con respaldo para gobernar a los políticos y evitar que hagan y deshagan a su antojo. De la dependencia, es decir, de los retrasos de años para atender a posibles beneficiarios y del malestar que causa entre las familias la pésima gestión en este ámbito, se podría escribir un tratado. Una ley estupenda, pero el problema está cuando no hay gestores competentes. En este caso concreto, en los demás creo que también, escribo con propiedad y desde una profunda indignación.
El PSOE está de congresos por municipios, una continuación del cónclave provincial. En Jaén capital ha sido renovado en la secretaría general Juliio Millán, con un 92% de los votos de los militantes asistentes, que no de toda la militancia, porque no todos los militantes al corriente de pago asisten a las asambleas, eso ocurre hasta en las comunidades de vecinos. Millán ha confeccionado a una lista amplia y con muchos perfiles, desde fuera he visto todos los nombres y a su núcleo duro ha añadido a bastantes caras nuevas. Ha entrado Carmen Espín como vicesecretaria general, Pedro Carlos Garrido, María de los Ángeles Jiménez Samblás, incluso Manuel Fernández Palomino para las Relaciones Institucionales, ahora tan de moda, y, claro, la omnipresente África Colomo para el control de la Política Municipal. Estuvo en la asamblea el nuevo líder provincial del PSOE, Juan Latorre, que se sigue multiplicando porque quiere estar en todos sitios. Ahora Milán y su gente tienen la necesidad de contar con el apoyo de la nueva dirección provincial y de paso con el presidente de la Diputación, el apoyo de algunos y algunas del equipo de gobierno municipal socialista hacia Ángeles Ferriz ha minado los niveles de confianza y producido desencuentros, y no es menor el hecho de que África Colomo, como ya adelanté, fuera descabalgada de la vicepresidencia tecera, en fin, aquí hay tema. Por lo demás ya se dice que para la próxima cita electoral el objetivo de Millán es hacer una amplia renovación. Ya queda menos para los próximos comicios, el tiempo corre muy deprisa y hay que estar preparados. Lo mismo hay que decir del PP, que ahora tiene próxima la convocatoria lanzada por Feijóo para julio, pero después se iniciará el proceso en Andalucía y en las provincias. En el caso de Jaén también se anuncia relevo profundo. Sevilla espera y Sevilla manda. Otro día abundaremos en las relaciones PP-JM+ y las de JM+ con su socio mayoritario de gobierno, el PSOE, también aquí hay alguna sustancia.
Para terminar me voy a las antípodas. Como jienense y ciudadano interesado en el poder de la gastronomía como identidad cultural, me alegro enormemente de los éxitos de Pedro Sánchez, el chef del restaurante Bagá, de Jaén, a quien desde hace tiempo, por sus más que sobrados méritos, suelo llamar desde aquí Su Excelencia Pedrito. Europa entera se rinde a su talento al frente de los fogones y de nuevo la prestigiosa guía Opinionate About Dining (OAD), en una lista de los 150 mejores restaurantes de Europa, sí, de Europa, coloca al coqueto Bagá, el estrella Michelin más pequeño de Europa y el pionero en situar a Jaén en el mapa de la alta cocina internacional, nada menos que a la cabeza de la restauración en Europa. No digan que no es un lujo que Jaén, donde según algunos no hay nada, y cada vez podemos presumir ante el mundo de más fortalezas. Por mí estaría alabando a Pedrito todos los días, pero es que encima es un ejemplo de la grandeza de la humildad. Y que luego nos nieguen la candidatura para ser reconocidos como Ciudad Creativa Gastronómica de la Unesco. ¿Qué hay que hacer? Porque esto, como Eurovisión, como casi todo lo que se mueve, está dirigido por la política. Por Dios, qué hartura…
Foto: Hoy la plana mayor del PP jienense ha visitado las obras de la lavandería de la futura Ciudad Sanitaria, que acaban de iniciarse.