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Por ANTONIO GARRIDO / Los informes que realiza habitualmente el Consejo Económico y Social de la Provincia (CES Provincial) que preside Manuel Parras Rosa, suelen ser rigurosos y ahora acaba de presentar la memoria correspondiente al año 2024 que es un documento que conviene conocer porque define muy bien las fortalezas y debilidades del territorio. Bien es cierto que el CES es un órgano consultivo, sus trabajos suelen ser referente para la hoja de ruta de la Diputación, de la que depende, pero hasta ahí llega su responsabilidad y su competencia, a dar a luz resoluciones que permiten observar de qué manera marcha nuestra provincia, y la memoria citada presenta como una de sus conclusiones que en la provincia existe un panorama abierto de oportunidades, palabra a la que por cierto todos los políticos en el poder de las administraciones se refieren cuando se platean expectativas de futuro. Está bien, es un término positivo, pero a mi juicio ya deberíamos estar dejando atrás expresiones que suenan bien porque evocan que hay un futuro por delante, pero mejor que cambien el término por realidades, puede ser más evidente y nos permite pisar en tierra firme.

Por supuesto cuando el término oportunidades se refiere a proyectos concretos se puede entender su uso, pero en general en esta provincia siempre en edad de merecer, hay que dejar atrás palabras que suenen a confusión. En Jaén puede haber oportunidades, pero lo que hay, sobre todo, es que abandonar lastres y demostrar evidencias que nos hagan creer que lo que se está haciendo, pero ya, es el camino hacia el progreso, el desarrollo social y económico que se viene soñando desde hace décadas y cuesta trabajo hacerlo visible. Antes que nada, conste la felicitación al CES Provincial como al CES Local por sus contribuciones a orientar en el camino de un Jaén más próspero. Y me sigue llamando la atención que colectivos que cada uno es de su padre y de su madre, es decir, muy distintas representaciones sociales, pueden llegar al consenso a la hora de establecer el diagnóstico y tratamiento. Que lo hagan los empresarios y los sindicatos, por ejemplo, y otros agentes sociales representativas de diferentes instancias. Esto en Jaén es para nota.

El CES asegura en la memoria de 2024 que hay avances, y como el dictamen está elaborado por técnicos, y los hay muy buenos, y un presidente que tiene a toda la provincia en la cabeza, porque la conoce bien, Manuel Parras es un lujo exportado de Torredelcampo que donde esté lo hará bien, nos alegra saber que Jaén se ha situado a la cabeza del crecimiento para el PIB andaluz, que la cosecha de olivar anterior fue relativamente buena y que, otro ejemplo, el turismo sigue avanzando y en términos proporcionales la provincia de Jaén ha sido en la que más ha subido. Como suele ocurrir cada vez que se habla del porvenir, no falta la referencia al Cetedex, del que en la presentación en sociedad de la memoria el presidente de la Diputación ha vuelto a indicar que es la respuesta del Gobierno de la nación a demandas históricas. Lo ha dicho bien, demandas históricas, lo que quiere decir también que el éxito es de Jaén y no tanto de la Administración que lo ha propiciado, porque durante muchos años Jaén ha sido la provincia olvidada, la más olvidada, y así sigue a pesar del caramelo del Cetedex, del que ya se ha dicho que va a empezar a crear empleo, y es cierto, pero cuidado con levantar falsas expectativas, el Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación tiene previsto crear alrededor de 137 empleos, el resto, hasta los 2.600 puestos de trabajo a los que se viene aludiendo insistentemente, no por el Ejército sino por las administraciones implicadas, es el efecto tractor que se supone va a arrastrar, de hecho hay empresas interesadas, pero conviene ser prudentes y no fantasear con las cifras tan alegremente, aunque es obvio que lo que deseamos es que los objetivos se cumplan.

El CES Provincial ha valorado positivamente el cambio experimentado en inversión pública en los últimos años, ya que de una cantidad mísera invertida en 2023, que debería dar vergüenza a las administraciones, se pasó en 2024 a 237 millones, que no es que sea para tirar cohetes, pero al menos podemos salir del espacio habitual de cenicienta. En fin, estos estudios tan bien eleborados nos sirven de guía para conocer por dónde vamos. Son las administraciones las que deben analizar la situación y no olvidarse de que en Jaén estamos necesitados aún de mucha atención y mucho presupuesto inversor, sobre todo en materia de comunicaciones. Lo que nos están vendiendo del ferrocarril además de ser un largo me lo fiais no parece que responda a la necesidad real de nuestra provincia, pero lo están vendiendo, y quieren que compremos esa mercancia, como lo mejor entre lo posible. Visto así es curioso que algunos tan críticos en el pasado se sumen ahora al capítulo de los convencidos. No se me ha olvidado el informe, precisamente del CES Provincial, en el año 2017, sobre propuestas ferroviarias, que en su día iba a ser el instrumento de referencia para empezar a actuar. Y ni la alta velocidad la hemos comprado en un supermercado, ni tampoco el Gobierno en ocho años, esta es la auténtica realidad, lo demás son frases recurrentes para expiar culpas utilizando las muletillas de la apuesta y del compromiso, pero que en realidad acusan olvido e indiferencia. El tren nuestro de cada día es el más vivo ejemplo del abandono.

Por cierto ha sido muy oportuno que el propio CES Provincial haya promovido una jornada de trabajo para debatir en torno a un asunto tan controvertido como es la fiebre del biometano que se va extendiendo por todo el territorio provincial, alrededor de una veintena de municipios están afectados por proyectos. “Biometano en Jaén: una conversación necesaria” ha sido el tema escogido para reunir a investigadores, empresas del sector, universidades, agentes públicos, plataformas creadas en los municipios e interesados en general. Era necesaria esta puesta en común, como ha señalado Manuel Parras, para “arrojar luz desde la evidencia científica, desde la experiencia y desde la situación en Europa”. Se ha hablado en profundidad de pros y contras, y la manera de casar ambas circunstancias, porque el biometano se considera que puede ser beneficioso para el desarrollo de la provincia, pero está chocando, y es lo más natural del mundo, con cuestiones cada vez más sensibles para la ciudadanía como son los olores, la aceptación social, el impacto ambiental o los retos del alperujo. No hay más soluciones que una normativa muy exigente para aprovechar lo bueno de estos proyectos y ser escrupulosos con todo lo que puede causar perjuicio. Entiendo y me sumo a las plataformas ciudadanas, porque a veces el poder, empezando por el municipal, puede dejarse llevar por las ganas de atraer proyectos, pero no a cualquier precio.

Foto: Imagen de planta de biometano como las que se pretenden ubicar en municipios de la provincia.

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