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Por ANTONIO GARRIDO / Mañana, día 27, se celebra el Día Mundial del Turismo, y nos agrada que las agendas de los políticos y de los profesionales del sector dediquen algún tiempo estos días y los próximos a dar significación a esta fecha, no porque el protagonismo de esta actividad económica sirva únicamente para un día al año, pero precisamente este día hay que dedicarlo a poner en el escaparate los recursos con los que se cuenta. La Diputación es la gran impulsora en materia de promoción turística, ella creó la marca ‘Jaén, Paraíso Interior’ y está inventariando todos los recursos posibles para promocionar a la provincia como se merece, ciudades, encabezadas por Úbeda y Baeza como Patrimonio de la Humanidad desde hace 22 años; monumentos, castillos y batallas, parques naturales, patrimonio arqueológico, y un montón de referentes de la gran riqueza que atesora esta tierra, incluyendo el atractivo del oleoturismo y su enorme potencial que está ahora encima de la mesa, además de las novedosas rutas para seguir los pasos de personajes literarios relacionados con Jaén. Suma y sigue, porque van a continuar buscando razones para empoderar a la provincia ante nosotros mismos, ante España y el mundo, con toda la ambición que el objetivo merece.

La Corporación Provincial promovió también campañas imaginativas, como las dirigidas tanto al turismo nacional como al provincial, con los sugerentes lemas “A Jaén, al paraíso” y “A Jaén, a tu paraíso” y la de “Yo elijo Jaén”. En definitiva, está siempre proyectando el nombre de Jaén, se impuso hace mucho tiempo este apasionante reto, y gracias a esta dedicación los resultados son también más visibles. Se ha puesto mucho énfasis en “vender” Jaén y toda su amplísima oferta, como un destino seguro y al respecto hay que señalar que los resultados ya son visibles, algo que se detecta en la propia capital y en las ciudades Patrimonio de la Humanidad, y antes se ha constatado en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, como destino emblemático…

Pero aún se necesita más, sobre todo que funcione la relación público-privada, porque sin este entendimiento no es posible hacer que Jaén avance como destino, y este es el gran objetivo. Nadie duda de que las posibilidades de la provincia son enormes en un patrimonio de riquezas diferentes y complementarias, y el organismo ha invertido mucho dinero al tiempo que ha urgido a la Junta de Andalucía a acompañarle en algunas empresas, con resultados satisfactorios. En este ámbito no caben enfrentamientos de carácter político, hay que ir de la mano y es oportuno mantener contactos frecuentes para seguir aportando ideas, siempre desde la unión, porque es lo más provechoso. Y el marco está definido, el Consejo Provincial de Turismo.

Los datos de visitantes y de alojamientos en la provincia van mejorando, hay altos y bajos, de todas maneras existe coincidencia general en que no nos podemos dormir en los laureles, hay que seguir trabajando en las condiciones que favorezcan la llegada de más turismo y la infraestructura de comunicaciones en este sentido no es un asunto menor, por tanto no se puede avanzar en la medida en que se desea mientras sigamos con estas carreteras y este desastroso ferrocarril. Por el contrario mejoras como la apertura en su día de la Autovía del Olivar constituyeron un soporte muy beneficioso para Úbeda y Baeza, que lo están notando, para el Parque de Cazorla, Segura y Las Villas, con mucho margen de mejora, y por supuesto para la propia capital.

Por lo que respecta a la ciudad de Jaén, la capitalidad de la provincia, el testigo lo cogió en su día la concejal María Espejo, y está dejando su sello, las actividades conmemorativas del 1200 aniversario de la capitalidad son también un atractivo, por cierto mañana, sábado, está anunciada dentro del programa de actividades el solemne acto de jura de bandera de población civil, en el espléndido marco de la Plaza de Santa María, algo digno de ver.

Siempre hemos defendido la necesidad de definir una estrategia que se mantenga en el tiempo y no dependa de la mayor o menor voluntad del político de turno al que le toque esta competencia, porque las personas pasan, pero el mundo del turismo no se puede parar porque es un sector sometido a grandes cambios y novedades. Aquí radica la responsabilidad institucional, y es claro que la capital tiene atrayentes recursos y posibilidades para seguir sumando, y no estamos hablando de inversiones, que también, sino de seguir cultivando la imaginación. Y por supuesto sería un gran paso hacia adelante la aspiración de la Catedral a ser Patrimonio de la Humanidad. Hago referencia a un anhelo que nació hace nada menos que 22 años, y como ocurre con todas las grandes aspiraciones, al más puro estilo Jaén, tampoco en esto la política, pero a todos los niveles, empezando por la local, ha estado a la altura de las circunstancias. Hubiera bastado copiar el modelo de Úbeda y Baeza, el empeño que le pusieron hasta conseguirlo, asumiendo dificultades, pero venciéndolas, y hoy disfrutar de esa privilegiada posición de ciudades de un club exclusivo.

Nos han legado entre todas las corporaciones una deuda supermillonaria que ahora tratan de solventar con soluciones entre la ingenuidad y las falsas expectativas, y sin embargo en retos ambiciosos, también desde el punto de vista turístico, y sigo con lo que supondría para Jaén la declaración de nuestra seo como Patrimonio de la Humanidad, tampoco han sido capaces de avanzar, estamos en el mismo lugar que hace diez años y prácticamente con las mismas asignaturas pendientes. No hay visitante que llegue a Jaén y visite nuestra seo que no se quede admirado de tanta belleza y a la vez extrañado de que en Jaén tengamos un monumento tan excepcional, sin olvidar otros referentes tan significativos como los Baños Árabes o nuestro espectacular Castillo. Por otro lado los datos facilitados por los observatorios especializados, en especial el de la Universidad de Jaén, con su Sistema de Inteligencia Turística (SIT Jaén) en el marco de la Cátedra de Turismo Interior, con el catedrático Juan Ignacio Pulido a la cabeza, un experto que merece el mayor crédito y es referencia obligada, indican que el turismo se consolida, si bien no hay que bajar la guardia. 

Está el singular y desatendido casco antiguo, pero la zona necesita ser mimada para hacerla atractiva. No digamos del Museo Íbero, que podrá ser un excelente reclamo y parece que estamos más cerca del objetivo de verlo al fin completo, aunque ya se sabe que las cosas en Jaén van despacio. Además, entre otros ejemplos que se pueden poner de lo mucho que queda por añadir a la oferta de la ciudad, estaría la riqueza arqueológica de Marroquíes Bajos, lamentablemente abandonada, salvo trabajos esporádicos que ha puesto en valor el Ayuntamiento y que por cierto siguen aumentando el inmenso tesoro patrimonial de esta zona de Jaén que ya tendría que haber sido Parque Arqueológico, y lo mismo se puede decir de la iglesia de Santo Domingo, ahora en obras, afortunadamente, pero que ha sido otra gran olvidada por las administraciones, que hicieron vanas promesas, y donde también, en unos trabajos accidentales, saltó la sorpresa de nuevos e importantes hallazgos, y se puede añadir la sobresaliente novedad de la vieja iglesia de San Miguel, un gran descubrimiento del que tras el impacto inicial hay un mutismo absoluto. Quiero decir, en resumidas cuentas, que la ciudad de Jaén es ya un enclave para el turismo con las mejores expectativas, pero cuando exista voluntad política, inversiones y fe en el futuro, las posibilidades pueden crecer considerablemente.

Por lo demás sería deseable que las palabras de los políticos se correspondieran con los hechos y que esta provincia apostara mucho más por el desarrollo del turismo, pero con una voluntad generalizada, porque está más que demostrado que en este sector hay oportunidades de crecimiento, de promoción y por supuesto de empleo. Por último recordamos que pese a meritorios esfuerzos, en gran medida seguimos siendo una tierra de paso, y hay un gran caudal de visitantes a los que tenemos que saber atrapar para que descubran a la gran desconocida. Muchas ciudades quisieran para ellas ser ‘paso de caravanas’; tenemos en esta ciudad un diamante en bruto para experimentar fórmulas para un turismo singular y diferente. A ver qué novedades nos seguimos inventando, la política turística hay que hacerla sobre todo de puertas para afuera, hacia el exterior, por eso hay que estar en disposición de sumar.

Consistorio jienense y Diputación deberían colaborar más estrechamente, a la ciudad le interesa integrarse plenamente en ese paraguas que tiene la Corporación provincial para poner en el escaparate, en lo más alto posible, los intereses turísticos. Y ambas han de sumar esfuerzos a los de la Junta de Andalucía, se trata de administraciones condenadas a entenderse para hacer más grande a Jaén. En breve tendremos una prueba para que nos lo demuestren, la Feria Tierra Adentro. Es un momento para las luces largas y para aunar esfuerzos que beneficien a este Jaén, crisol de historia y de culturas, siempre en edad de merecer por sus espléndidos recursos. Evidentemente, uno de nuestros grandes emblemas es el olivar, tenemos de hecho nada menos que 66 millones de olivos, que son un capital inmenso. Pero siendo esto así, podemos sentir el orgullo de que Jaén es mucho más que un inmenso bosque olivarero.

Foto: Si hay un monumento que universalice a Jaén ese es la Catedral. Ahí está convertida en el gran escaparate de esta capital en el Día Mundial del Turismo.

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