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Por ANTONIO GARRIDO /El de hoy es un día grande para Jaén, pero también lo ha sido a título personal porque el clamor que he venido lanzando en los últimos años, en especial el artículo publicado en este blog con fecha 13 de septiembre de 2023, no ha caído en saco roto, y un jienense ilustre y con méritos más que sobrados acaba de recibir esta tarde los máximos honores que concede esta ciudad, su Medalla de Oro y el título de Hijo Predilecto, en la persona del arquitecto don Luis Berges Roldán, que recibe esta distinción de su pueblo en la víspera del día en que cumplirá los cien años de edad. El mejor regalo posible, aunque a mi parecer llega demasiado tarde. En el artículo aludido el titular lo era a modo de pregunta e interpelación: ¿Cuándo el título de Hijo Predilecto y la Medalla de Oro de Jaén para don Luis Berges Roldán? Pues ha sido hoy. Jaén salda una deuda con un jienense de excepción. El expediente empezó a instruirlo la anterior Corporación presidida por Agustín González y hace poco, ya con el gobierno de Julio Millán se ha culminado con numerosas adhesiones de amplios sectores de la sociedad jienense.   

Imagen: Aunque ya lo había demandado antes, en un artículo subido al blog en septiembrfe de 2023 ya solicitaba expresamente para don Luis Berges los honores que hoy le ha entregado el Ayuntamiento en nombre de la ciudad de Jaén.

Llevo bastante tiempo analizando al detalle la trayectoria de ilustres jienenses y me he hecho de un cuadro de honor particular en base a trayectoria y méritos de esos personajes cuya referencia hacen más grande a Jaén. Esto ya lo he planteado en algunos foros y estoy dispuesto a seguir en este empeño porque el reconocimiento a las personas, a ser posible en vida, constituyen actos de afirmación de nuestra autoestima. Las ciudades no son nada sin su capital humano y en ese conjunto siempre sobresalen biografías eminentes de las que aunque sólo por razones de patriotismo local, lo que también podemos entender como jaenerismo, deberíamos sentirnos orgullosos. Hoy lo traigo a colación porque cuando asistí en su día a la presentación del libro “Recuerdo de una guerra”, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, del que es autor don Luis Berges, uno de esos nombres especiales a los que me refiero, me preguntaba cómo habiendo tenido a lo largo de su carrera un sinfín de reconocimientos públicos, carecía inexplicablemente, del que tendría que ser uno de los obligados, el título al que se ha hecho acreedor con largueza de Medalla de Oro de la Ciudad de Jaén e Hijo Predilecto. Este tipo de distinciones se dan de vez en cuando y se puede decir que son todos los que están, no voy a entrar ahora en una discusión bizantina, pero no están todos los que son, quiero decir los que en la consideración popular, y el Ayuntamiento debería ser siempre la voz del pueblo, reúnen una serie de condiciones que los hace candidatos “ad hoc”, sin más.

Luis Berges Roldán es uno de esos personajes de Jaén cuya obra merece estar premiada con el olimpo del aprecio de los suyos, empezando por la institución municipal a la que durante tanto tiempo sirvió como arquitecto. En la víspera de su centenario, y aunque con algunos achaques propios de la edad, el ilustre jienense, figura humanista en vías de extinción en esta ciudad de nuestros amores y desamores, tiene al fin en vida esa alegría compensatoria para una tarea abnegada en favor de la cultura, del patrimonio, de señas de identidad, de paisajes y de rincones jienenses, a los que ha retratado como nadie. Es cierto lo que afirmó en su momento su amigo José Ángel Marín al referirse a que la propia tierra de los grandes a veces los trata con sordina, pero a pesar de que debió hacerse hace mucho tiempo, la ciudad de Jaén salda hoy esa deuda. Hay otro nombre, igualmente muy sonoro y reconocible, aunque el tiempo haga olvidar el paso por la vida de personas y personajes de tanta valía, que es coetáneo del propio Berges, y es el prestigioso médico don Fermín Palma Rodríguez, más valorado fuera que dentro por un cierto e inexplicable complejo que siempre ha tenido esta ciudad, remisa a valorar y distinguir a su mejor patrimonio, la gente. Insisto, nunca es tarde para hacer justicia.

No voy a desarrollar la amplísima biografía de don Luis Berges Roldán, hijo de otro prestigioso arquitecto que lo fue de la Diputación, don Luis Berges Martínez, y que tiene una calle céntrica dedicada a su memoria, porque creo que es de sobra conocida, pero sí quiero señalar algunos hitos. Su solvencia profesional es también conocida, es arquitecto desde 1960, con el doctorado tres años después. En 1968 ganó por oposición la plaza de arquitecto municipal jefe en el Ayuntamiento de Jaén, donde siempre quiso vivir, a pesar de que tuvo ofrecimientos para residir en otros lugares. En el Ayuntamiento permaneció en dos etapas diferentes hasta 1990, pero la profesión en activo la dejó hacia 2003, con lo que estuvo 43 años al pie del cañón. Como arquitecto y urbanista de ejercicio libre se le han contabilizado 900 proyectos arquitectónicos, y el dato ya lo dice prácticamente todo, porque ha tenido dedicación tanto en el ámbito de la arquitectura urbana como en la restauración de monumentos, en muchos casos salvando el rico patrimonio monumental de Jaén, por lo que esta capital tanto le debe, ya sea por la restauración y rehabilitación del Palacio de Villardompardo y los Baños Árabes, que le valieron en el año 1984 la prestigiosa medalla de honor de la asociación Europa Nostra; el viejo Hospital de San Juan de Dios, la iglesia de La Magdalena, la propia Diputación Provincial y un largo etcétera, por supuesto ampliable a toda la geografía provincial donde hay muchos ejemplos de su obra.

La personalidad de Luis Berges trasciende a su propia tarea profesional, porque además de su biografía en lo referente a su preparación académica y técnica, ha sido un jienense brillante, respetado y admirado, con presencia en las instituciones y colectivos de mayor prestigio. Someramente es académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y consejero del Instituto de Estudios Giennenses. Es autor de varios libros de contenido local, como Dibujando en Jaén, Caserías de Jaén, también sobre los edificios cuya rehabilitación ha dirigido, ha contado en alguna de sus aventuras literarias y dibujísticas con la colaboración de escritores locales como Ortega y Sagrista o Manuel López Pérez, en fin ha sido siempre un firme defensor de la riqueza patrimonial de Jaén, se conoce palmo a palmo, también como senderista, la geografía de Jaén y sus alrededores, y su voz se ha oído cada vez que hubo desmanes, de hecho ha sido crítico, cuando la ocasión lo requería, del modelo de ciudad perseguido. Ha sido distinguido por los medios de comunicación locales, personalmente tuve la oportunidad de incluirlo tanto a él como a su padre, en el homenaje que el diario Ideal, del que fui responsable, dedicó a Cien Jienenses del Siglo XX en el año 2000. En 2014, el señor Berges obtuvo el reconocimiento de nuestra Universidad que le honró con el título de “Natural de Jaén”, y el año 2022, la Junta de Andalucía le concedió una mención especial en la modalidad de Trayectoria Profesional en el Premio Andalucía de Arquitectura, un detalle aunque debió otorgarle directamente el Premio Andalucía de Arquitectura, sin más.

El acto de esta tarde celebrado en el Teatro Infanta Leonor, con asistencia de la Corporación Municipal, de las autoridades y representaciones jienenses y los amigos de don Luis, ha sido especialmente emotivo y entrañable. Tras la lectura del acta de los acuerdos que se han ido adoptando al respecto, a cargo de María Espejo, responsable del área de Cultura, se ha proyectado un vídeo que recoge fielmente la personalidad del prócer de Jaén, con testimonios de su vida y su obra, que ha finalizado con una frase feliz: la ciudad está en él y él está en la ciudad. La semblanza ha estado a cargo del catedrático Pedro Galera, otro referente con una labor impagable desde la UJA, quien ha señalado que la arquitectura tiene la virtud de ser el testigo de la vida de una ciudad, y ha dicho del homenajeado que con su trabajo ha defendido la arquitectura tradicional y las señas de la identidad cultural de Jaén, enfrentándose durante tan larga trayectoria a muy diversas tipologías, para desembocar en una de sus grandes obras, la restauración de los Baños Árabes. Don Luis Berges, por su parte, además de saludar a los asistentes, la mayoría “amigos”, se ha presentado como “nacido en Jaén, en el Barrio de La Magdalena” y ha dejado volar su imaginación, que le queda cuerda para rato al insigne jienense, para recordar algunos hechos de su biografía personal y profesional, interrumpido en varias ocasiones por los aplausos. La suya ha sido, por resumirlo, una lección de vida, que en su caso puede tener la consideración de ejemplar. En el acto se han interpretado el Himno del 1200 aniversario de la Capitalidad y al final los himnos de Jaén, Andalucía y España.

El alcalde de Jaén, Julio Millán, ha pronunciado un discurso que en esta ocasión me ha resultado hermoso en el fondo y en la forma porque ha definido muy bien la singularidad del acto y el perfil tan poliédrico del personaje. De modo que ha dicho que se rendía homenaje a una forma de pensar y de construir ciudad, que más que nada era un acto de gratitud, pero también de respeto a su legado, al siglo de vida con una carrera brillante y consagrada por entero a esta tierra, que es la suya. Millán ha continuado el hilo argumental de su intervención para subrayar de don Luis la mezcla de talento ingenio y corazón, y gracias a esos valores, un siglo de compromiso y una obra que no se detiene, sino que sigue viva, porque desde su profesión y su pasión ha contribuido a levantar un proyecto de ciudad donde son perceptibles la sabiduría y la humildad. Ha reflejado también del flamante Hijo Predilecto que conserva la huella del paisaje urbano y la conciencia de esta ciudad, a la que ha servido con mirada curiosa, crítica e inconformista. Ha terminado el regidor dando las gracias a don Luis Berges por la “belleza recuperada”, por su lucidez, y por haberse merecido al afecto, la gratitud y la admiración sincera.

En recientes fechas se le han ido acumulando distinciones, para respaldar una biografía labrada al compás de una ciudad a la que quiere tanto como le duele. Hijo Predilecto y Medalla de Oro de la Ciudad de Jaén, a Dios gracias, para que no podamos decir que en Jaén seguimos faltos de memoria y de orgullo. ¡Feliz cumpleaños!, admirado don Luis.

Foto: El homenajeado, don Luis Berges Roldán, tras recibir de manos del alcalde, Julio Millán, los máximos honores que otorga la ciudad de Jaén.

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