Por ANTONIO GARRIDO / Uno de los más importantes logros culturales que se han producido en la provincia en los últimos años, ha sido, sin ninguna duda, la vinculación con la figura de Miguel Hernández, autor del poema “Aceituneros” y de una obra sencillamente espléndida, que ha representado en la práctica recuperar todo su legado literario, casi 6.000 registros, que se dice pronto, que están a disposición de los interesados y del público en general en los archivos del Instituto de Estudios Giennenses. Hay que felicitar por ello a la Diputación y a su presidente, Francisco Reyes, porque el organismo provincial no se ha conformado con barrer para casa con ese enorme tesoro cultural, sino que, cumpliendo el compromiso adquirido con la familia del poeta de Orihuela, se le está dedicando desde el primer momento todo el interés para custodiar, preservar y difundir su obra.
Y lo mejor de todo, a mi modo de ver, esta recuperación de Miguel Hernández, entrañablemente vinculado a Jaén, ha sido sentida como propia por los jienenses, en una inmensa mayoría, que valoran la brillante gestión realizada. Hay un Museo en Quesada que es un atractivo más desde el punto de vista cultural y turístico, pues no podemos olvidar que Josefina Manresa, el amor de Hernández, era natural de este precioso pueblo, cuna también del gran Rafael Zabaleta.
La Diputación, que para este tipo de cuestiones es modélica y sabe cuidar hasta el último detalle, ya promovió una Fundación, en 2018, precisamente con el fin divulgar a los cuatro vientos el legado literario de Miguel Hernández. En su día, al cumplirse 80 años de su muerte, de nuevo nos sorprendió con un programa de actividades muy amplio, con el recuerdo al poeta del pueblo en los 97 municipios de la provincia, de manera que no quepa duda del agradecimiento que esta tierra siente por haberse podido apuntar esta impresionante conquista.
Es un orgullo que podamos honrarnos con tan importante y singular herencia, que pienso se ha quedado en uno de los lugares, sino el que más, donde se quiere y se admira al poeta. La Fundación es otro garante de que la vida y la obra de Hernández serán de Jaén para siempre. En una etapa anterior estuvo al frente de ella Marcelino Sánchez, exalcalde ubetense muy vinculado con la cultura, que desarrolló una ingente labor en su tarea, y no hace mucho le ha sucedido el periodista José A. Martínez Liébana, que une a su experiencia en el mundo de la comunicación su conocimiento profundo de la provincia y su indiscutible compromiso con la cultura en general y con la cultura jienense en particular. La Fundación no ha podido escoger a un perfil tan adecuado como lo está demostrando desde que se hizo cargo de esta responsabilidad, ya que desde que está al frente la figura de Miguel Hernández se ha revalorizado si cabe. Mayor presencia de expediciones al Museo de Quesada que recuerda al poeta y a su compañera, Josefina Manresa, originaria de este municipio. Un centro museístico en el que vive también el recuerdo y la obra de otro insigne quesadeño, el pintor Rafael Zabaleta, es decir, en un mismo espacio reside la memoria de tres grandes figuras.
A través de la Fundación se vienen desarrollando actividades de manera habitual, rara es la semana que no coinciden varios actos, por lo que la memoria del poeta de Orihuela la tenemos muy viva. Desde este órgano creado por la Diputación se han hecho actos de hermanamiento con diversos lugares de dentro y fuera de España, pero a la vez el programa de actividades no cesa: actos poéticos, talleres de lectura, diálogos con Miguel Hernández, visitas teatralizadas bajo el título de “Ecos de Miguel Hernández en Jaén”, actos en el aniversario de la muerte del poeta, visitas culturales al Museo de Quesada, premios poéticos, veladas flamencas, conferencias, concursos, poesía de pueblo en pueblo…Impresionante el balance de este año que está a punto de terminar para que el considerado hijo adoptivo de Jaén, nombrado así a título póstumo el 31 de marzo de 2023, siga siendo un referente.
Por supuesto que hay que destacar una magnífica iniciativa que ha tenido lugar hace muy pocas fechas con la implicación de la Universidad de Jaén y ha sido el Seminario Internacional Fundación Miguel Hernández, con el apoyo de otras instituciones y la presencia de expertos conocedores de la obra hernandiana que ha sido un verdadero lujo por la aportación de puntos de vista en torno al personaje en sus distintas facetas, en la que el alma mater ha sido el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Jaén, Rafael Alarcón Sierra, un activo de la cultura dinámico que no para de impulsar actividades y colaborar en iniciativas de todo tipo, sobre todo de la propia UJA que es referente de programación permanente a través de su Vicerrectorado de Cultura, con Marta Torres como responsable.
Es muy valioso tener cerca el recuerdo de Miguel Hernández, para recordarnos, precisamente entre los jienenses a los que a veces decimos que nos falta ambición, que no cabe abdicar, pues como nos alentaba Miguel Hernández “Jaén, levántate brava…no vayas a ser esclava, con todos tus olivares, andaluces de Jaén”. Pues con Miguel Hernández y su legado, que si está aquí es por algo, sumamos un nuevo motivo, en nuestra condición de orgullosos de nuestra tierra, el de haber hecho un jienense más a uno de los grandes personajes de la literatura española del siglo XX.
Si Hernández levantara la cabeza se sentiría honrado de ser en la consideración popular, un jienense más y entre los mejores. Ha sido un gesto valiente y decidido de la provincia, como diría el propio poeta en ‘Viento del pueblo’: “Una gota de pura valentía, vale más que un océano cobarde”.
Foto: Retrato de Miguel Hernández realizado en la cárcel por su compañero de celda Antonio Buero Vallejo, un recuerdo que se conserva entre los casi 6.000 registros que existen en la Fundación Legado Literario Miguel Hernández, en Jaén, su provincia de adopción.


