Por ANTONIO GARRIDO / Pues claro que sí, es posible en solo 24 horas pasar de la inmensa alegría a la indignación. La alegría porque finalmente la batalla de la UJA la ha ganado la razón y se ha notado el clamor de los jienenses que sienten su tierra de verdad y que no están hipotecados por intereses y por siglas que barren para casa y a quienes a la hora de la verdad bien sabemos de sobra que tiran para la disciplina, cueste lo que cueste, moleste a quien moleste, y perjudique a quien perjudique. La provincia ha hecho historia y el 9 de septiembre pasa a ser una fecha simbólicamente muy importante. La indignación porque la Junta no asume que ha perdido esta batalla que ha ganado la UJA y toda la provincia de Jaén, y se permite dirigirse a la opinión pública como salvadora cuando no ha hecho más que poner palos en las ruedas y desde luego si llega a ser por ella y no por el órgano dependiente del Ministerio, hoy seguiríamos lamentándonos de nuestra decepción. Por fortuna esta vez habíamos puesto tanta ilusión y empeño, que nos ha tocado la lotería o mejor aún, un grupo de personas competentes, que en principio no debían tener motivos concluyentes ni a favor ni en contra, solo basarse en razones académicas, y todo hace indicar que con un refrendo político de los propios responsables del Ministerio, donde hay un jienense en puesto de responsabilidad, Abelardo de la Rosa, secretario de Estado de Educación, que creo tiene algo que ver, al menos con la urgencia para tratar el asunto y solventarlo cuando ya parecía que en Madrid iban a devolver de nuevo la pelota a la Junta. Diplomacia política. Ahora la suerte ha caído de nuestro lado, ya era hora.
No se ha visto a ningún responsable público del PP provincial salir expresando satisfacción por la noticia de que el Consejo de Universidades estatal daba el sí a la verificación del título de Ingeniería Biomédica negado por el órgano competente de la Junta en dos ocasiones, y que compartirán, como buenas hermanas, las universidades de Jaén y Granada. Bueno, sí, he visto informaciones sobre el particular en redes sociales ilustradas con alguna foto de la alcaldesa de Linares, Auxi del Olmo, que ha dado la impresión de que el gobierno municipal de Linares ha obrado el milagro. Bien es cierto que la alcaldesa movió ficha y se fue a Sevilla a ver al consejero Villamandos y después, en un pleno del Ayuntamiento linarense, suscribió una declaración institucional de toda la Corporación, tras una moción socialista, pero siempre cuidando las formas para no enemistarse con los dirigentes de su partido, al menos y que se sepa, en público. Pero en términos generales la Junta, desde su presidente hasta los responsables de la Consejería de Universidades, y por supuesto todos los que hacen seguidismo en el partido en la provincia, han quedado, como se suele decir en expresión popular, peor que Cagancho en Almagro.
Se pongan como se pongan esto es así y la sociedad lo ha entendido de esta manera, aunque, siguiendo el modus operandi, porque no es la primera vez que ocurre, ahora los ideólogos y el departamento de marketing político de la Consejería, dirigida por su secretario general y cabeza visible de facto, muy bien entrenado por cierto, pretenda intoxicar de tal modo que nos quiera hacer comulgar con ruedas de molino, y ofrece todas las facilidades a Granada y a Jaén para iniciar el curso de Ingeniería Biomédica mañana mismo, como si un curso de esta envergadura pudiera improvisarse. Poder se podría, pero ¿en qué condiciones, dónde están ahora los alumnos, cómo se organiza un compromiso tan importante ya iniciado el curso? Es posibilismo puro y las universidades y sus rectores lo han expresado con absoluta claridad. Se retratan, porque todos sabemos que el Grado no se puede implantar hasta el siguiente curso académico 2026-27, pero siembran la duda con el único objetivo de que los no informados crean que hay que agradecer a la Junta esta conquista y que solo le ofrece facilidades, así de buenos son. Una vez más juega con un asunto de mucha trascendencia y lo hace deliberadamente porque quiere salir indemne de este severo tropiezo y no reconocer la deslealtad con la UJA. Ya sé que es pedir un imposible, la política es incapaz de rectificar y menos de asumir un error, eso no está en el manual de ningún partido político, tampoco en el del PP.
¿Se ha pretendido penalizar a una universidad respondona, por la sencilla razón de que, sobre todo por medio de su rector, Nicolás Ruiz, viene exigiendo lo que cree que le corresponde y hay una sociedad civil, empezando por la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA, que no se calla? Pero es que no se queda ahí la cosa, porque es probable que en el fondo nos la tengan guardada porque sigue coleando el problema de la financiación desde hace más de tres años. Hace meses, en torno al 28 de febrero, Día de Andalucía, tras la rebelión de los rectores, la Junta, con su presidente al frente, decidía al fin cumplir con el modelo de financiación, pero pasa el tiempo y el compromiso, como todos los anteriores, se sigue retrasando, y es así porque no hay voluntad política y el sistema universitario público, en consecuencia, no goza de buena salud en su conjunto, pero la UJA en particular arrastra las nefastas consecuencias de los primeros recortes que iban a por ella, a decapitarla. Menos mal que se pudo evitar in extremis aquel golpe mortal que suponía lastrar el futuro de la institución, pero han quedado las secuelas y constituyen en sí mismas un serio inconveniente para avanzar, al margen de todos los que suma la política económica de la Junta que hoy por hoy no es una garantía para la calidad de los servicios públicos, da igual que hablemos de Universidad, que de Sanidad o del Estado de Bienestar. Y así llegaremos a la próxima cita electoral, más o menos próxima.
Al rector de Jaén poco menos que lo consideran, en algún sitio lo he visto escrito, un activista político, por la sencilla razón de que cumple con su cometido con plena libertad e independencia, como corresponde, y no actúa de figurante como quienes se atreven a valorar su valentía y su compromiso con la UJA y con Jaén, eso en los tiempos que corren es para descubrirse, pero claro, el poder los quiere sumisos, y en la mayoría de los casos lo consigue. También han criticado a la Plataforma, acusándola de estar en campaña. No saben, y da pena, porque estamos concernidos, lo que es defender a un territorio y que esta sea la auténtica prioridad. Ser reivindicativo y defender con ardor guerrero los intereses de la UJA no ha significado en ningún momento abdicar al rector de su papel institucional y su buena disposición al diálogo y al trato debido a las autoridades legítimas. Si los responsables públicos de la Junta no tienen mesura ni siquiera con la Universidad de Jaén, como han demostrado ya en varias ocasiones, esto no es nuevo, ¿qué se puede esperar de quienes actúan como la voz de su amo? Es triste hasta hacerse eco de tan mezquina consideración, porque son los mismos que acuden a colocarse en el photocall sin ruborizarse cuando les conviene. Esto vale también para colectivos jienenses muy señalados que se han puesto de perfil y que ahora se sumarán al éxito, sin haber movido un solo dedo.
En fin, para la Junta de Andalucía es una asignatura pendiente la Universidad de Jaén, en más de tres años el gobierno andaluz y su Consejería de Universidades, no ha sido capaz de dar respuesta para el golpe asestado por el “Modelo Velasco”, dicho sea de paso con el beneplático de todo el partido, como está perfectamente documentado en la maldita hemeroteca. Por eso podemos afirmar sin riesgo de equivocación, que el PP lleva años mirándose el ombligo y en el caso de los responsables jienenses de este partido ignorando a quién representan. Hay dos actuaciones con las que la Consejería nos puede ahogar, y en parte lo hace: los títulos y la financiación, este es el secreto y les reconozco que hasta que ellos quieran tienen la sartén por el mango, eso sí, con permiso de la sociedad civil organizada de Jaén. En fin, no tenía intención de seguir por esta senda en el día de hoy, pero me ofenden como jienense los abusos del poder político y tampoco en esta ocasión la Junta ha medido el daño que hacía a la UJA, pero tampoco, esto tal vez menos, el contraste del impresionante ejemplo del apoyo social. Conclusión: en el pecado va la penitencia.
Foto: El rector de la UJA, Nicolás Ruiz, habla con el presidente de la Junta, Juanma Moreno Bonilla, en un acto celebrado en Jaén. Con ellos el vicerrector Alberto del Real.


