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Por ANTONIO GARRIDO / Adiós a la semanita de marras. Nos hemos tenido que tragar el lamentable espectáculo del pleno del Congreso sobre la corrupción, un monumento al descrédito político, convertida la sede de la soberanía popular en un lodazal, donde se ha terminado hablando de prostíbulos y putas. Qué bonita imagen están dando a los españoles y al mundo. Y a pesar de todo, como suele ocurrir, todos creen que han obtenido réditos cuando la realidad es que la política, que debiera ser algo noble, ha caído en lo más bajo. Un Pedro Sánchez en su huida hacia delante, haciéndose la víctima como si no hubiera roto un plato en su vida y con afirmaciones que no se sostienen, plagadas de medias verdades y de mentiras, que advierte cualquier persona que siga atentamente el hilo de la actualidad. No es creíble y tampoco consciente de que en buena lógica su momento ha pasado, claro que, los partidos que le apoyaron en la investidura, en discursos en los que han hecho malabarismos para decir que no pero sí, está claro lo que defienden, no me creo que sea el interés general del país, porque han dejado bastante que desear en los dos años transcurridos, lo que de veras les importan son sus intereses políticos y sus cuentas corrientes.

En cuanto a Feijóo, al que los suyos han vitoreado por su discurso, por cierto que el viraje al centro es un espejismo, porque lo que se ha visto en las redes y se exhibió en el Parlamento, fue un cierre de filas en torno a mensajes que lejos de aportar una crítica serena no hicieron más que seguir enlodando el debate, y, de paso, cerrarse puertas para el hipotético caso de que se viera en la necesidad de recurrir a ellas si tiene opciones de gobernar en este país, ni siquiera Abascal, con otro discurso que en ocasiones me pareció vomitivo y que se salió del hemiciclo para no escuchar a quien pese a todo sigue siendo el presidente de todos los españoles, parece muy confiado en darle apoyo. Por cierto, no me gustó en absoluto que la cadena SER censurara la intervención de Abascal porque él había desairado a Sánchez. La cadena y Ángels Barceló actuaron de parte, y negaron a sus oyentes una información necesaria. En ese momento en que como periodista me sentí indignado, recordé el legado de Voltaire: “Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. Esta es la esencia de la democracia. Y la estamos mandando a paseo últimamente cada tres por dos. Lo dicho, qué ganas de que el Parlamento recupere la responsabilidad política, las buenas formas, la educación que tantas veces se ve agredida con gritos y porrazos en las mesas, con un estilo que resta dignidad a un lugar que entre todos han prostituido, nunca mejor dicho. No me voy a detener en el CIS de Tezanos, que sale con su encuesta en rescate de su jefe político, nada nuevo bajo el sol, porque además lo hacen a plena luz del día. Para animar a los propios y desmotivar a los adversarios. Pocas veces se ha sentido tanta necesidad de que sean las urnas las que hablen, la encuesta tamaño natural a la que se refería Fraga.

Algo parecido a lo ocurrido en Madrid, salvando las distancias, hemos visto también por las redes en un pleno del Parlamento andaluz, con ocasión de un debate sobre la situación de la sanidad, y la presencia de la representación del pueblo de Cazorla que tiene todo el derecho a manifestar su lucha en favor de que el centro de salud esté en el pueblo, cerca de las personas, y no en la periferia, donde muchos vecinos no pueden acceder andando. Los que lograron entrar al pleno de la Cámara fueron expulsados por orden del presidente, Jesús Aguirre, por cierto visiblemente alterado. Yo me siento en el deber de ponerme al lado de la gente que sufre las consecuencias de un mala decisión política y no de los responsables públicos que actúan erre que erre y no son capaces de rectificar cuando todo un pueblo se lo pide. Parece que ni siquiera le temen al castigo previsible en las urnas. Por lo que respecta al anuncio del presidente, Juanma Moreno, el poder debe estar ya a estas alturas falto de ideas imaginativas, porque la solución que propuso fue la de que los pacientes que necesiten desplazarse al centro de salud utilicen taxi con cargo a la Consejería. Todavía no acabo de asimilar esta oferta, entre otras cosas porque es mucho más fácil buscar un local en el centro urbano, el que ya existía u otro, que pagar los taxis de todos los pacientes que se vean obligados a recurrir a su médico o a cualquier otra atención sanitaria. No solo eso, es que es complicado de controlar quién sí y grado de quién no puede utilizar este servicio público. Se salen por los Cerros de Úbeda y no entran en razón para atender lo que aconseja el sentido común y el sentir general del vecindario. Ya estamos en otro nuevo ejemplo del todo por el pueblo, pero sin el pueblo, porque los políticos se consideran por encima del bien y del mal.

Ahora toca dar un repaso a las cuestiones que han sido actualidad en esta semana, donde hay para dar y tomar. Empezando por la Universidad, donde tras el informe desfavorable para cursar en la UJA el Grado de Ingeniería Biomédica, conjuntamente con Granada, la Universidad ha respondido con mucha firmeza, incluso con indignación, porque ha sido una afrenta en toda regla. Junto con la Universidad hay que agradecer el inmenso apoyo social que por primera vez en la historia se ha suscitado. Nuestra UJA recibió el informe desfavorable fuera de plazo, cuando ya no había tiempo para rectificar una valoración de contenido endeble, que parecía elaborado ad hoc para retirarnos el Grado, junto con Granada, para otorgarlo a la privada Loyola. Lo privado es la obsesión de este gobierno, y a las pruebas hay que remitirse. Después de todo el ruido que está habiendo, incluidos los pronunciamientos y la solidaridad de tanta gente con la UJA, a excepción del PP de Jaén, en sus cuadros directivos y concejales en la capital y en todos los que siguen su argumentario, está claro que se van a quedar solos en su apoyo al consejero de Universidades, José Carlos Gómez Villamandos, que desde el primer día, cuando tomó posesión el rector Nicolás Ruiz, ya empezó a fijarse en la UJA porque le molestaba que fue un rector combativo, que es lo que debe ser, no tener otro reto que ser leal con la UJA y con Jaén.

Este PP de Jaén que podría haber tomado nota de Granada, donde la propia alcaldesa, que antes fue consejera, no tuvo la mínima duda en ponerse del lado de la UGR. Y en Linares, aunque hubo que instarle, la alcaldesa, Auxi del Olmo, ha hecho lo propio. En Jaén silencio total o cuando ha habido que pronunciarse, mensajes de mal gusto dirigidos a la Universidad y al rector. Lo que ocurre en el PP de Jaén, y debe saberse, es que se distinguen entre todas las provincias por su grado de devoción a Juanma Moreno, creo que llega hasta la idolatría, y en ocasiones defienden hasta lo indefendible con tal de rendirle pleitesía. Es el caso del presidente, Erik Domínguez y por supuesto del hoy portavoz del PP en el Ayuntamiento, Agustín González, porque ellos son, junto con sus colaboradores más directos, los inspiradores de este culto reverencial al jefe. En nuestro caso se resume y reduce a que están más con la Junta que con Jaén, que es por lo que ellos debieran mirar. Pues que lo tengan claro, pase lo que pase, en septiembre habrá una gran movilización social en favor de la UJA, porque la provincia siente la necesidad de expresarle su apoyo, 32 años después, y esta acción ya no tiene vuelta de hoja y esperamos que sea histórica. El que se quiera quedar fuera allá cada cual.

Pero dejamos el PP y nos metemos en el PSOE, que tiene argumentos para que también se lo haga mirar, aparte del caso Sánchez, que ellos aprovechan para hacer lo propio, renovarle su fervor, esto va de empalago. Lo primero que sorprende y que hace que el personal reaccione en las redes sociales, es que el secretario provincial de los socialistas, Juan Latorre, siga afirmando cada vez que se pronuncia al respecto, que el Gobierno de España está muy comprometido con la mejora del ferrocarril en España. Ya lo ha demostrado Sánchez y sus escuderos Ábalos primero y Puente después, que se han reído de los jienenses en nuestra cara, porque tenemos los peores servicios ferroviarios seguramente de toda España, gracias también a los gobiernos anteriores, incluido el de Zapatero, que mucho Plan Activa, pero el tren ni lo tocó, o mejor lo tocó para empeorarlo. Lo único que hay por ahora es un ofrecimiento para integrar el ferrocarril en la ciudad y pare usted de contar. De modo que el secretario provincial del PSOE mejor que trate de ser más prudente y no le conceda méritos a quien no los tiene. ¿La intermodal? El alcalde, Julio Millán, sorprendió a los jienenses al afirmar que por no entrar en confrontación con la Junta, que ya ha preguntado a determinados sectores el lugar por el que se decantan, aunque esa no es su competencia, solo le afecta el emplazamiento de la estación de autobuses, prefiere centrar la atención por ahora en exclusiva en la integración del ferrocarril.

Vuelvo a expresar mi opinión de que no se pueden ir dejando asignaturas pendientes, ese ha sido uno de los males crónicos de la política jienense y de sus instituciones, el aplazamiento, la demora, el vuelva usted mañana. La estación intermodal hay que sacarla adelante y como en cualquier proyecto no se puede esperar que todos los jienenses estemos de acuerdo. El Ayuntamiento debe asumir su responsabilidad, actuar como corresponde, escuchando todas las voces necesarias, tener en alta consideración la propuesta del Plan General de Ordenación Municipal, porque los profesionales no son políticos ni están hipotecados por otros intereses que no sean el equilibrio de la ciudad. Dejar ese asunto fuera de la gestión me parece un error porque dadas las circunstancias, sobre todo de presente y de futuro político, el consenso, tan deseable, no creo que pueda llegar a darse, y sin embargo sería lo lógico porque necesitamos ver el impulso de la ciudad y la unión en torno a las cuestiones que son vitales para el crecimiento y desarrollo.

Por lo demás también se ha producido polémica por el próximo encuentro entre el presidente de la Junta y el de la Diputación de Jaén. Reyes recuerda lo que le ha costado que le reciba Moreno Bonilla, y Agustín González aprovecha para echarle un cable a su jefe, faltaría más, para mediar en el asunto y caldear el ambiente, señalando que a él Reyes tardó en recibirlo unos cuantos meses. Visto lo visto, porque ni siquiera se debía haber dado publicidad previa a una reunión que debería formar parte de la normalidad, hay que esperar muy poco de la cita. El presidente de la Diputación llevará un listado de asuntos para comprometer a la Junta, y me parece bien, y el titular de la Junta tendrá que dar la respuesta debida. Lo que hay que pedirles a ambos dirigentes políticos es que se dejen atrás las diferencias. Moreno Bonilla es un señor educado, correcto, nadie puede decir de él lo contrario, lo que pasa es que asume compromisos que en la mayoría de las veces no prosperan. Ahora hay que pedirles entendimiento y responsabilidad, no por ellos, sino por los jienenses que esperan que estos encuentros permitan despejar el futuro de proyectos que esperan. El principal objetivo político en esta hora de las reivindicaciones en la que todos los territorios se ponen en fila preguntando qué hay de lo mío, es que nos traten con justicia, y que no se note tanto la Andalucía las dos velocidades, en la que nosotros estamos en la parte menos beneficiada, creo que es de dominio público. Lamento que en las redes se reduzca la importante entrevista a poner verdes a cualquiera de los dos personajes, porque es una oportunidad de que Jaén reivindique su identidad y sus fortalezas, también sus debilidades y pida compromisos a quien tiene la mayoría de las competencias.

Ya ha dicho el propio Reyes que le va a pedir a Moreno Bonilla que se comprometa a invertir en el Cetedex lo mismo que hizo la Junta con el Colce en Córdoba, donde estuvo implicada muy directamente, de hecho estuvo jugando a dos barajas durante algún tiempo, pero fue providencial que el dedo de Sánchez eligiera a Córdoba porque de esta manera la Junta podía salir en apoyo del alcalde del PP, José María Bellido. Consecuencias políticas: según publica el diario Córdoba una encuesta interna de los populares indica que el PP ampliaría su mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Córdoba. Menudo favor político de la Junta, y de paso del propio Gobierno de España. Ahora nos engatusan con el Cetedex, el Colce que perdimos era un instrumento poderoso, incluso para ganar las elecciones por mayoría, pero Julio Millán y todos los demás prefirieron la lealtad al partido, la invitación de Ábalos a que cesaran las críticas, y así se escribe la historia. Por cierto sería bueno conocer si hay en Jaén alguna encuesta en el ecuador del mandato.

Por último no quería dejar pasar la oportunidad sin hacer algún comentario a las declaraciones de Agustín González, el exalcalde y hoy portavoz del PP en el Ayuntamiento de Jaén, a propósito de los seis meses de la moción de censura que le hizo salir de la Alcaldía. Centra sus argumentos en que el equipo de gobierno formado por PSOE y Jaén Merece Más no han cumplido ninguno de los 14 puntos que sustentaban el acuerdo. En parte lleva razón, porque el alivio del Ministerio de Hacienda fue una gran decepción, ellos mismos, en el PP, habían vendido a bombo y platillo que habían comprado la Alcaldía de Jaén y ahora parece que se quejan de lo contrario. Pero sí, no es lo que Jaén esperaba a cambio de una moción de censura, y además es que se trataba del punto nuclear. González resume su opinión en que ha habido “14 mentiras”. Ya digo que en parte le asiste la razón: ruina económica, mucho ruido y pocas nueces; presupuestos, sin ellos hasta hoy y con un Jaén Merece Más que trata de meter presión al PSOE; la intermodal que ahora mismo está en punto muerto; las mejoras en el ferrocarril, de mal en peor…y él añade que no se ha materializado el Fondo de Inversiones (FIJA), del que añade “ni rastro de nada que se le parezca”. En fin, lo expresa con sentimiento y supongo que desde la decepción de no haber podido llevar a cabo su propio proyecto, aunque el actual gobierno local ha recuperado actuaciones iniciadas en la anterior etapa. No sé cuál será el futuro de Agustín González y si el partido lo nominará candidato o, como señalan fuentes del propio partido, su futuro está en Sevilla. Es normal que esté dolido, y además se le nota porque ha derivado en una actitud más beligerante, a veces hasta impropia del que ha sido su talante, o al menos lo parecía.

Lo que le falta es autocrítica, que en cambio sí se permitió no hace mucho el propio Erik Domínguez, es decir, lo que el PP hizo mal gobernando el Ayuntamiento de Jaén con JM+ y el papel de la Junta, creo que tanta sumisión, le pasa igual a los socialistas, este es un mal generalizado, perjudicó al Ayuntamiento y a la ciudad de Jaén, y fue en parte la culpable de las pésimas relaciones entre socios, en un momento determinado no tenían más salida que el divorcio, sin más paliativos. En estos seis meses, lo que se le ha olvidado decir a González es que los dos socios de gobierno, PSOE y Jaén Merece Más, no han protagonizado ninguna bronca o escándalo sonado, como ocurría en la anterior etapa un día sí y otro también. El futuro más o menos inmediato no sabemos qué deparará porque es seguro que conforme se vayan acercando las elecciones cada formación va a tratar de barrer para casa y JM+ acaba de tener un gesto que no pasa desapercibido, y es enviar los presupuestos de sus áreas, como afirmación de que ellos cumplen y que la pelota está en el tejado socialista. Por lo demás la etapa de Agustín González y su equipo no la calificaría en este momento de buena ni mala sino de insuficiente, poco tiempo para tantas expectativas. La política es capaz de perturbar cualquier sueño, pero insisto, la Junta a la que tanta admiración tiene, fue la responsable, con su propia ayuda, de que le quitaran la Alcaldía. Las historias hay que contarlas completas.   

Foto: La Universidad de Jaén ha sido noticia esta semana por haber perdido su Grado de Ingeniería Biomédica.

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