Por ANTONIO GARRIDO / La Junta no da una a derechas con la Universidad de Jaén, tampoco con Jaén en otros muchos aspectos, y no se sabe a ciencia cierta si es a propósito o es porque no hace bien los deberes, el caso es que nos la dan todas por el mismo lado. La Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía, la ACCUA, que depende directamente de la Consejería de Universidad y, claro, del consejero Gómez Villamandos, ha negado a las universidades de Jaén y Granada, que lo ofertaban conjuntamente, el Grado de Ingeniería Biomédica. Lo peor es que lo han hecho tarde y mal, condenan a las dos universidades a posponer la titulación, si no se remedia, cuando ha pasado demasiado tiempo sin que se respondiese a los requerimientos para conocer que el camino estaba expedito, mientras cientos de estudiantes han esperado impacientes porque desean cursar esa carrera, asignada al Campus Científico Técnológico de Linares, y que lo más probable es que vean frustradas sus expectativas. Un jarro de agua fría al tiempo que una inexplicable decisión. Ese Grado es muy demandado y tiene que ver con una especialidad de futuro, motivo suficiente para que Jaén entero se ponga del lado de la Universidad y alce su voz para que sea unánime, eso sí, con la excepción del PP de Jaén, que por otro lado es aquí más papista que el PP, porque si hay una provincia que se manifieste tan leal con el PP y con Juanma Moreno y tan desleal con la provincia, no tengan la menor duda de que esa es Jaén, y sobran los ejemplos para demostrarlo. No hay más que ver las imágenes cada vez que viene el líder o los directivos jienenses acuden a algún acto regional, o los encendidos elogios a su figura y a su gestión que se escucha en todos los foros, empezando por los ayuntamientos donde gobiernan, el de Jaén es un buen ejemplo, en fin, es un caso digno de estudio, y da igual que sea la Universidad que cualquier otro emblema de la provincia, entre las decisiones que emanan de la Junta, sean o no razonables, y los intereses de Jaén, siempre a favor de la Junta.
No quiero creer que el objetivo que se persiga por la agencia evaluadora, dependiente de la Consejería de Universidad, aunque ahora el consejero quiera marcar distancias y se le conceda responsabilidad autónoma, sea penalizar a una universidad respondona, por la sencilla razón de que, sobre todo por medio de su rector, Nicolás Ruiz, viene exigiendo lo que cree que le corresponde. Pero es que no se queda ahí la cosa, porque es probable que en el fondo nos la tengan guardada porque sigue coleando el problema de la financiación desde hace más de tres años. Hace meses, en torno al 28 de febrero, Día de Andalucía, tras la rebelión de los rectores, la Junta, con su presidente al frente, decidía al fin cumplir con el modelo de financiación, pero pasa el tiempo y el compromiso, como todos los anteriores, se sigue retrasando, y es así porque no hay voluntad política y el sistema universitario público, en consecuencia, no goza de buena salud en su conjunto, pero la UJA en particular arrastra las nefastas consecuencias de los primeros recortes que iban a por ella, a decapitarla. Menos mal que se pudo evitar in extremis aquel golpe mortal que suponía lastrar el futuro de la institución, pero han quedado las secuelas y constituyen en sí mismas un serio inconveniente para avanzar, al margen de todos los que suma la política económica de la Junta que hoy por hoy no es una garantía para la calidad de los servicios públicos, da igual que hablemos de Universidad, que de Sanidad o del Estado de Bienestar.
Volviendo al asunto que nos ocupa de la Universidad y el dictamen favorable por parte de la agencia evaluadora debe llamar la atención, aunque en nuestro caso ya estamos acostumbrados, que en la vecina Granada, el mismo Partido Popular que allí gobierna tanto en el Ayuntamiento como en la Diputación, haya sido el primero en hacer oír su voz apoyando a su Universidad, a la que además del compartido con la UJA le han rechazado el Grado de Inteligencia Artificial, pues bien, respaldan a la institución universitaria sin el menor género de duda, como se ha difundido en los medios de comunicación y además confían plenamente en que el recurso planteado ante el Consejo Andaluz de Universidades surta efecto inmediato. Debería aprender el PP de Jaén, tan de espaldas, que lo único que ha hecho es un comunicado reclamando autocrítica por parte del rector y dedicando unas líneas para minusvalorar el riguroso trabajo que se hace en la UJA, con lo que de paso, porque hay que dorar la píldora a los jefes, aunque sea atentando contra la principal institución de Jaén, se permiten criticar a la que debería ser línea roja para todo el mundo, y especialmente para los responsables públicos que con este modo de obrar se retratan.
Al rector poco menos que lo consideran, en algún sitio lo he visto escrito, un activista político, por la sencilla razón de que cumple con su cometido con plena libertad e independencia, como corresponde, y no actúa de figurante como quienes se atreven a valorar su valentía y su compromiso con la UJA y con Jaén, eso en los tiempos que corren es para descubrirse, pero claro, el poder los quiere sumisos, y en la mayoría de los casos lo consigue. Si no tienen mesura ni siquiera con la Universidad de Jaén, como han demostrado ya en varias ocasiones, esto no es nuevo, ¿qué se puede esperar de quienes actúan como la voz de su amo? Es triste hasta hacerse eco de tan mezquina consideración porque son los mismos que acuden a colocarse en el photocall sin ruborizarse cuando les conviene, aunque como en el caso de la inauguración del Grado de Medicina la Junta puso cero euros. Tal vez deberían copiar de sus compañeros de Granada, de su alcaldesa y del presidente de la Diputación, pero igualmente de todas las fuerzas políticas y sociales que salen en tromba a defender a la UGR cada vez que surge un inconveniente. Cuánto nos gustaría encontrar en Jaén este tipo de respuestas generalizadas, no solo de la Plataforma Ciudadana en Defensa de la UJA en la que se encuentran representados numerosos colectivos, pero hay determinados agentes que deberían posicionarse. Y también en Linares, empezando por su alcaldesa, también del PP, pero que le afecta directamente, y por la Cámara de Comercio, que allí sí la tienen y muy importante, que en este momento ignoro si se han pronunciado.
En efecto tenemos mucho que copiar de Granada, en el pasado nos dieron ejemplos para reivindicar y exigir mejoras ferroviarias y de todo tipo, tienen una capacidad especial de movilización y de unirse en la adversidad, cualquiera que sea el peligro. Ayer mismo pude leer en las páginas de los periódicos granadinos una valiente y ejemplar reacción del presidente de los empresarios de aquella provincia, Gerardo Cuerva, señalando que la pérdida del Grado de IA indigna a los empresarios, para afirmar rotundamente: “No han medido el daño que hacen a Granada”. El propio líder de los empresarios granadinos se cuestiona si la decisión de la Junta se debe a una torpeza o a una falta de apuesta sincera por Granada. Les recuerdo que la UGR cuenta con un rector jienense, Pedro Mercado Pacheco, nacido en la localidad de Arjona. Pues esa es la cuestión, si no será un castigo que inflige la Junta por no ser sumisos a sus postulados, aun conociendo que a quien se perjudica es a la Universidad y por ende a la provincia.
Pero no es solo con la Universidad. Me sorprende, muy agradablemente, que el mismo jefe de los empresarios granadinos, se pronuncie con total rotundidad en relación con el caos ferroviario, que ciertamente padecen muchas provincias españolas y andaluzas, entre ellas la nuestra y seguro que no es la que menos, llevamos una temporada que padecemos las incidencias a diario. El granadino Gerardo Cuerva se expresa con toda claridad: “En el sector privado ya habría costado puestos al más alto nivel”. En un país donde se tenga en cuenta la eficacia y la ejemplaridad el ministro del ramo ya hubiera caído, sí, Óscar Puente, ese que dijo que el tren estaba mejor que nunca en la historia, el mismo que vino a Jaén a contarnos el cuento de Caperucita. El mismo a quien nadie de Jaén Merece Más, que ha sido desde su nacimiento el primer agente reivindicativo de mejores comunicaciones para Jaén, hay que reconocérselo, es capaz de censurarlo en un pleno del Ayuntamiento, ya que el asunto es crucial y nos afecta muy directamente, por lo que no debe estar atado por el pacto, de hecho en algunas cuestiones JM+ vota de manera distinta al PSOE. Una buena forma de desmarcarse podría ser pasar a la acción. Sí, ya sé que dice que está conversando, etc., pero de ese modo no se han conseguido mejoras en mucho tiempo, por el contrario vamos de mal en peor. Y ya que estoy con el pacto, salvando la buena voluntad de las partes, cuando se van a cumplir seis meses no diría que hay motivos para celebrarlo. Tampoco quiero decir que cualquier tiempo pasado fuera mejor, eso no, pero nos hicieron comulgar con ruedas de molino.
En materia ferroviaria sí pone en PP toda la carne en el asador. Hoy mismo denuncian el “intolerable caos ferroviario” en la provincia, para el que reclaman al Gobierno, por cierto, a punto de recibir la extremaunción, soluciones urgentes. Es el signo identificativo de los dos partidos mayoritarios de la provincia, cada uno mira en la dirección del adversario, ninguno tiene la suficiente valentía para exigir a los gobiernos propios, ni los socialistas con todo lo que se está esperando, sobre todo en materia de comunicaciones, y la Junta que ha cogido ahora con todo el PP el capítulo de las infraestructuras como arma arrojadiza, la que tiene más a mano, mientras hace oídos sordos a las críticas que recibe, cada vez más elocuentes, sobre el mal funcionamiento de servicios esenciales, a los que se añade la asignatura pendiente de la Universidad de Jaén, para la que, en el conjunto de las universidades públicas andaluzas, porque el clamor es de todas aunque cada una tenga sus especificidades, en más de tres años el gobierno andaluz y su Consejería de Universidad no ha sido capaz de dar respuesta para el daño causado por el consejero Velasco, dicho sea de paso con el beneplático de todo el partido, como está perfectamente documentado en la maldita hemeroteca. Por eso podemos afirmar sin riesgo de equivocación, que el PP lleva años mirándose el ombligo y en el caso de los responsables jienenses de este partido ignorando a quién representan.
En fin, desde la indignación por el agravio que nos puede afectar tan rotunda como injustamente, en una institución querida por todos, me he acordado de la frase que se hizo popular hace más de treinta años en la campaña de Bill Clinton contra George H.W Bush (padre): The economy, stupid, La economía, estúpido, que en nuestro caso tiene una traducción bastante simple: ¡Es nuestra Universidad, estúpido! (It’s our University, stupid).
Foto: El presidente de la Junta, Juanma Moreno, con el rector de la UJA, Nicolás Ruiz, el pasado abril, cuando acudió a la UJA a inaugurar oficialmente el edificio de Ciencias de la Salud.