Por ANTONIO GARRIDO / Mañana, 28 de mayo, se cumplen dos años de las elecciones municipales y han sido dos ejercicios sumamente complicados para el Ayuntamiento de Jaén y para la vida de la ciudad, baste decir que en alrededor de año y medio se acabó el amor, en esta ocasión de poco usarlo, entre el Partido Popular y Jaén Merece Más, y los “merece” cambiaron de pareja en menos de la mitad de la fiesta, el PSOE que ya lo intentó al principio, tras la cita con las urnas, continuó flirteando, con lo que es fácil entender que el partido provincialista mantuvo una relación adúltera, por continuar con el lenguaje. Siempre he pensado que lo mejor para una ciudad es que la gestión de sus gobiernos tenga continuidad porque es la única manera de que los proyectos se persigan y no se ceje en el empeño hasta verlos acabados. En el caso de la capital veníamos de un gobierno también plagado de dificultades con el PSOE y su alianza con Ciudadanos, el partido que entre todos lo mataron y él solo se murió, pero en Andalucía con el puntillazo de Juan Marín, que se encargó de su liquidación para pasarse a la nómina de la Junta de Juanma Moreno, menuda jugada maestra.
Complicado gestionar un Ayuntamiento en estas circunstancias de cambios y dificultades de todo tipo, especialmente las derivadas de su ruina económica. Jaén Merece Más, tras los comicios, se decidió por un pacto con el PP, después de firmar con el partido y asumir la Junta el famoso documento de las 100+1 medidas, sellado ante notario, y con el que unos y otros nos engañaron soberanamente, no porque esté mal que se suscriba un acuerdo de estas características, pero se trataba de algo tan ambicioso que difícilmente resultaba realizable en un mandato de cuatro años. Aún así, hasta el final de la relación PP-JM+ en varias ocasiones los protagonistas nos trataron de convencer de que el fantasmagórico “Acuerdo por Jaén” progresaba adecuadamente.
Ahora, con la distancia suficiente para ver las cosas con otro prisma de mayor pragmatismo, porque en aquel momento nos dejamos vencer por los cantos de sirena, se pueden observar aciertos y errores de la etapa, con un gobierno de la Junta que no fue capaz de tirar del carro e hizo méritos para desilusionar en lugar de fortalecer su presencia en la única capital de provincia en la que no logró ganar las elecciones de salida, y ese hándicap ha tenido su peso en lo político y en la gestión. La Junta ha articulado mensajes, declaraciones, loas a Jaén, etc., pero el resultado, ahora se puede medir con mayor precisión, fue insuficiente, y se lo han reprochado mutuamente por lo que me cuentan. Queda la duda de si los políticos de Jaén no lograron convencer en Sevilla o es que en la Junta también, porque no es el único lugar, se habla tanto de Jaén que a la hora de la verdad no se le tiene en cuenta y a las pruebas me remito, por mucho que el PP quiera vocear lo bien que nos va con el gobierno de Juanma Moreno. Y al otro lado, en el gobierno de España, estaba y está el PSOE, que continuó en su postura de siempre, por cierto la misma que tuvo el PP cuando gobernaba, de “a Jaén, ni agua”, por esta razón hemos estado ausentes de grandes proyectos, y ahora que los socialistas, gobernando en la ciudad con JM+ desde la moción de censura de enero, nos han prometido el pan y la sal, nos anuncian al fin la hora de la redención de Jaén. Este militante escéptico se lo cree lo justo, en tantos años he visto hasta a burros volar.
Hubo un tiempo, hace justamente un año según acabo de ver en mi archivo, que el entonces alcalde, Agustín González, con su primer teniente de alcalde por JM+, Manuel Carlos Vallejo, otro extraño en la política que huyó despavorido, y Mónica Moreno, la jefa del grupo PP municipal, fueron a Madrid a pedir ayuda al Ministerio de Hacienda y volvieron con cajas destempladas, con un “no” por respuesta a cualquier solución para la deuda, o salidas extremas, es decir, vaciar el Ayuntamiento de empleados, subir los impuestos, etc. El equipo del PP con Agustín González a la cabeza, hizo lo que pudo, pero le tocó gestionar en medio de la dificultad, con una Junta amiga que se empleó menos de la cuenta, El Banco y poco más, y todo vía Europa que es al lugar que acuden las administraciones y que luego se jactan de poner el dinero sobre la mesa como si saliera del bolsillo de los políticos de turno. Y luego están los asuntos dependientes del gobierno de España, cerrados a cal y canto. Y casi lo más importante, una relación entre los socios de gobierno que fue creciendo en desconfianza, tanto que si llegaron a año y medio es porque Manuel Carlos Vallejo se puso al lado de González, un tanto abducido, y fue la mejor ayuda para los populares en aquel momento, la tabla de salvación del ahora exalcalde, hasta que el catedrático metido a político ocasional decidió desertar. Alguna vez habrá que escribir la verdadera historia de ese tiempo, la que nos han ido contando tiene poco de verosimilitud.
El 3 de enero pasado, la fecha está todavía reciente, se inició una nueva era en el Ayuntamiento con la moción de censura, y Jaén Merece Más quemaba el cartucho que le quedaba. El malestar con el PP, el divorcio entre ambas fuerzas que era de dominio público en la ciudad, fue aprovechado por el PSOE que llevaba meses trabajando en una alternativa, y es ahí donde actuaron dos serranos de Mágina, el bedmareño Juan Francisco Serrano, diputado y miembro activo de la fontanería de Ferraz junto a Santos Cerdán, y el habilidoso empresario Manuel Barrionuevo, que fuera el último presidente de la Cámara de Comercio y que siempre ha estado en la pomada tratando de apoyar impulsos para Jaén y que ha cogido ese rol dentro del partido provincialista.
El PSOE llegó de nuevo al gobierno local para unirse a Jaén Merece Más, al que había criticado por su alianza con los populares con gran dureza y era señalado como grupo de derechas (ahora son los populares los que lo clasifican como PSOE2) y de pronto se olvidaron todas las diferencias de tiempo atrás y los socialistas presentaron un paquete de propuestas mucho más reducido que el del PP, pero con competencias estatales, en asuntos de calado, en especial las comunicaciones y el auxilio para la ruina económica del Ayuntamiento. Ante tan tentadora oferta, el papel lo aguanta todo, y la pésima relación con el PP, cada vez más deteriorada, JM+ aceptó el señuelo, creo que también en parte por eliminación. Va para cinco meses, cierto que es todavía poco tiempo, pero las cosas no son tan del color de rosa. Al principio se divulgó entre el PP que el Gobierno de España iba a condonar la deuda del Ayuntamiento de Jaén, vamos a perdonarla, tal como se publicó en diferentes medios nacionales, en campaña propiciada por el propio PP, no sé si tal vez influido porque la información no era del todo transparente, porque saldar una deuda graciosamente es algo que no es posible de ninguna de las maneras, aparte de que no se está por crear agravios, ni tampoco somos Cataluña.
A la postre lo que se ha conocido, aunque Jaén haya sido el buque insignia, pues se nos ha vendido como un privilegio, es que hay 85 ayuntamientos de España en serios apuros económicos, Jaén el primero sencillamente porque en proporción se trata del Consistorio más endeudado, es decir, consecuencia de nefasta administración y mal gestionados por equipos de gobierno sucesivos de igual y distinto color, a los que el Ministerio de Hacienda les va a ofrecer su apoyo consistente en diez años de aplazamiento del pago de intereses de la deuda que tienen acumulada, en nuestro caso en alrededor de 600 millones, cifra que siempre damos aproximada porque no hay quien la haya fijado con precisión, ni siquiera el anterior alcalde cumplió su compromiso de colocar un contador a las puertas del Ayuntamiento, ya se sabe que las promesas electorales están para no cumplirse. Esta fórmula que Hacienda ahora sí propone no es más que un alivio inmediato para las arcas municipales, pero también, y esto no es baladí, representa que la hipoteca se alarga y en vez de finalizar su pago en 2050, por la parte más corta, se va a prolongar a nuestros nietos y eso con un poco de suerte. En cuanto a las comunicaciones, algún compromiso más o menos próximo y todo lo demás a medio y largo plazo…
Claro que todo esto se está produciendo haciendo sentir a los “merece” como parte activa, también dentro del Ayuntamiento, donde parece que reina la concordia, hemos asistido, un tanto ojipláticos desde el primer día, a abrazos muy efusivos cuyas imágenes habrá que guardar por si en algún momento deben ser recordadas, porque a medida que se acerquen las elecciones lo lógico es que los dos socios de gobierno traten de defender sus respectivos mensajes por separado y no dar lugar a la confusión. La relación es buena, se insiste, lo cual no quiere decir que no se vayan acumulando motivos de desencuentro que harán que algunos proyectos pasen a resultas. El PSOE tiene voluntad de ganar en solitario y Jaén Merece Más espera al menos ser decisivo. El PP se lo tiene que hacer mirar si su objetivo es mejorar el resultado de 2023. De todas maneras ya he escuchado en fuentes próximas a los dos grupos mayoritarios que las próximas listas serán muy renovadas.
Ahora estamos en el ecuador de la gestión, quedan dos años y el último es de cuenta atrás, por lo que hay que acelerar el ritmo. La ciudad se encuentra implicada en importantes retos, entre los que no es el menos importante el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) que es la hoja de ruta para construir desde todos los puntos de vista el Jaén próspero y moderno que todos anhelamos. El equipo redactor que dirige Juan Carlos García de los Reyes ha elaborado un magnífico trabajo con el que da respuesta a todos los retos que se plantean de cara a una capitalidad del siglo XXI y con las luces largas para situarla como el gran foco de atracción para todo el territorio. Se ha perdido mucho tiempo por no disponer de esta herramienta y ahora lo que urge es asumirla y respetarla porque ha de ser todo Jaén el que la haga suya y esté de acuerdo con sus conclusiones. He conocido las más importantes y me ilusiona poder ver crecer a una ciudad con esa altura de miras. Hay que decidir ya, sin más rodeos, el emplazamiento de la estación de autobuses, que por mi parte no tengo duda que debe ser o bien el actual con las modificaciones que sean precisas, o por concentrar todo el transporte, como entra dentro de la lógica de otras ciudades donde funciona perfectamente, el mismo sitio que la intermodal, en Renfe, y hay que ir despejando tantos asuntos como se han venido relajando en las últimas décadas como las infraestructuras que dependen de la Junta, las Ciudades Sanitaria y de la Justicia.
Quiero creer y creo en el futuro de esta ciudad, hace unos días hacía referencia a los brotes verdes, cuyo emblema es el Cetedex y en torno a él un atractivo foco de empresas a la sombra de la industria de la defensa. Empezamos a tener la sensación, a pesar de que esto no son ciencias exactas, que ahora o nunca, o cogemos el tren, y no en sentido metafórico, porque es una de las claves de nuestro destierro, o nos quedamos definitivamente a la luna de Valencia. La pretensión del jienense de a pie, pero también de los responsables públicos, es que encajen las piezas del puzzle y que dado que el tiempo vuela en las administraciones porque cualquier proceso ha de estar sometido a los procedimientos legales, al final se hayan visto algunos resultados.
Hay que recordar que en las elecciones del 28 de mayo de 2023 tanto PSOE (la lista más votada) como Partido Popular obtuvieron 11 concejales, en tanto que Jaén Merece Más conseguía 3 ediles con más de 7.000 votos y Vox, a pesar de los conflictos internos lograba dos ediles, todo muy de acuerdo con la sociología de la ciudad que juega sus cartas en cada elección. La izquierda del PSOE pasó a mejor vida, por razones propias de su división, nada nuevo. Recuerdo en este momento que no me equivoqué en mis previsiones para el 28 de mayo de 2023, escribí entonces que el PSOE iba a ser el partido más votado, como así fue. No había que ser necesariamente politólogo, se trataba de colocar el termómetro ciudadano, abrir los ojos y los oídos, y, cuestión importante, estar libre de cargas y gravámenes, es decir, abrirse a la pluralidad, porque es difícil entenderse con aquellos a los que solo importa lo que quieren leer o escuchar. Por eso ante la posibilidad de pactos me hacía dos preguntas: ¿con quién y para qué? Creo que en el primer descarte Jaén Merece Más creyó que el gobierno de España iba a quedar en manos del PP, estaba cantado. No soy de González, de Millán, ni de ninguno, en ambos mandatos ha habido aciertos y errores, y los sigue habiendo, por eso se agradecen más los frutos del trabajo en tiempos de dificultad, y por lo mismo puedo afirmar que algunas concejalías en ambas etapas me han sorprendido agradablemente en tanto que otras dejaron que desear. La elección del equipo tiene que ser una exigencia y tantas veces ocurre que está supeditada en exceso a compromisos e imposiciones caprichosas.
Haber sido en su día la del PSOE la lista más votada, hace dos años, me pareció una victoria moral para Millán, sobre todo después del episodio del Colce, de Onda Jaén y algunos etcéteras más. Pero tiene una buena valoración personal, como he podido constatar en diferentes ámbitos políticos y sociales y fue su salvación, a pesar de que su campaña no fue lo mejor, no sé si por exceso de confianza. Por su parte Agustín González expuso tanto, en una gestión en la que soñó más proyectos ilusionantes de los que la ciudad, su economía y las administraciones podían asumir, que no sé si en Sevilla cuestionarán su candidatura, cualquiera sabe los designios del poder. Uno y otro están entregados a sus líderes, uno a Sánchez y a Montero, y el otro a Juanma Moreno. Por cierto es curioso que salen en las redes las fotos de los populares con cargos de responsabilidad firmando sus avales, como si temieran que alguien pudiera pensar que están apoyando a una alternativa, digamos que a Ayuso.
También estuve seguro de que Jaén Merece Más, al menos en aquel momento, iba a ser la llave del Ayuntamiento, tuvo un lenguaje entendible e incómodo para PSOE y PP. Pasados los dos años hay quienes no entienden al partido provincialista y auguran su caída o al menos la desean, porque probablemente tampoco se identifiquen con que su nacimiento lo fue solo para luchar contra el ninguneo a Jaén por parte de los gobiernos de Madrid y de Andalucía, esto o no se conoce bien o no se han explicado lo suficiente y hay quienes pretenden verlo como partido veleta en lugar de como la mosca cojonera desde sus inicios por un Jaén más ambicioso, y no se han logrado todos sus propósitos, pero su presencia ha sido determinante para que los dos grandes acepten que necesitan de esta nueva formación y que sus propuestas deben ser asumidas, y además, que para sacar asuntos adelante es absolutamente imprescindible su voto. Los tres concejales están haciendo una buena labor, han asumido responsablemente sus funciones y María Espejo, Luis García y José María Cano, están cumpliendo con sus respectivos cometidos con eficacia. En fin, el acierto de la actual relación, toquemos madera porque hay muchos episodios de desengaño en el pasado, retratará la verdadera voluntad política y el progreso de Jaén, lo único verdaderamente importante. Llevamos muchos años, demasiados, lamentándonos, ya nos toca ver los frutos en Jaén y para Jaén.
Foto: Imagen del pleno de la moción de censura del 3 de enero de 2025, cuando la vara de mando pasó nuevamente a manos del socialista Julio Millán y se ponía fin a un año y medio de gestión de Agustín González, del Partido Popular.


