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Por ANTONIO GARRIDO / Me van a permitir que pase hoy de los temas políticos porque el panorama es penoso, da igual que miremos hacia arriba que nos quedemos en el entorno. Desde luego el día que nuestros políticos, y en este caso me refiero a Jaén y a su provincia, se dediquen a luchar por la tierra con el mismo interés que le ponen a tender al sol las vergüenzas de los unos y los otros, nos salimos del mapa. Pero me da que esa situación no se va a dar. Así que como ellos mismos vienen anunciando lo que nos espera es más de lo mismo, asistir a sus representaciones y viendo desde el tendido cómo articulan sus defensas, de qué modo van sumando lealtades y qué poca ejemplaridad transmiten. Lo dicho, ha sido tanto lo que me ha indignado la lectura de noticias y la reflexión, siempre ligada a los intereses de Jaén, de eso que llamamos actualidad política, que al menos por hoy prefiero pasar página. La semana próxima habrá que coger el hilo y probablemente haya que volver a los argumentos manidos, siquiera sea porque la crítica es esencial en una democracia y para que algunos y algunas que se lo merezcan no se vayan de rositas.  

Va mejor, afortunadamente, la economía que la política. Una muy buena noticia económica que nos ha dejado este viernes ha sido la asamblea general reglamentaria de la Caja Rural de Jaén, Barcelona y Madrid, donde ha sido sometido al conocimiento y aprobación de sus miembros el balance de la entidad correspondiente al ejercicio de 2024, que certifica, como es costumbre, su excelente estado de salud, solo que en esta ocasión corregido y aumentado, hasta el punto de que tanto el presidente como el director general de la entidad han señalado que los números de este año son históricos.  Se mantienen firmes las ratios de solvencia que le vienen caracterizando gracias a su gestión, lo que le convierte en el instrumento financiero de referencia en la capital y en la provincia de Jaén, con oficinas en todos los pueblos, con independencia de su población, y solo ella es la entidad que no ha aplicado la exclusión financiera en los pequeños territorios, y con apoyo a una cantidad ingente de colectivos de diversa naturaleza.

Pues bien, la cooperativa de crédito Caja Rural, presidida por Juan Núñez Pérez, que está en el cargo desde enero de 2023, ha dado excelentes resultados en el ejercicio de 2024, ha sido precisamente el propio presidente, con un semblante en el que se le adivinaba henchido de entusiasmo, quien ha transmitido a la opinión pública y antes a los asambleístas, que el resultado neto en esta ocasión ha sido superior en un 50% al ejercicio precedente, y se traduce en un beneficio de 43 millones de euros. Los demás datos son proporcionales, y permiten certificar la fortaleza de la entidad dentro del sector financiero nacional y por supuesto del territorio en el que ejerce un sólido liderazgo. El propio presidente se ha mostrado ampliamente satisfecho del activo total de Caja Rural, que se sitúa en 4.000 millones de euros, con un aumento de depósitos del 10%, con crecimiento asimismo de la cuota de mercado y con todos los parámetros por los que el Banco de España mide a los instrumentos financieros por encima de lo exigido. Quiere esto decir que se cumplen a rajatabla los objetivos de rentabilidad financiera que es la primera providencia, y ello permite que nuestra Caja Rural, viento en popa, dedique todo su esfuerzo a lo que verdaderamente constituye su interés, la rentabilidad social, pues como el propio Juan Núñez ha formulado, la Caja Rural no está para maximizar beneficios en el corto plazo ni para dar respuesta a exigencias de capitales lejanos, su verdadera obsesión es ayudar a las personas y desplegar medios para contribuir, como lo viene haciendo, al progreso social y económico del territorio.

En el mismo sentido se ha pronunciado el director general, Fernando Planelles Carazo, con un sólido perfil profesional, que llegó oficialmente a la dirección general en octubre de 2024, luego de haber estado algún tiempo preparándose al lado de Enrique Acisclo, que ocupó el cargo durante alrededor de 40 años hasta su jubilación, sin duda gran referente de la emblemática empresa junto a la figura del recordado y providencial presidente, José Luis García-Lomas Hernández. A Planelles se le puede dar la enhorabuena como el primer ejecutivo de la entidad, y que tampoco ha podido esconder, como jienense que es, y además militante muy comprometido con su tierra, incluso cuando ha estado fuera de ella, la satisfacción que le produce el balance, que él ha colocado en el haber de un gran capital humano con el que cuenta la entidad financiera de referencia. Planelles, con quien forma equipo el director general adjunto, Álvaro Martínez, juventud y experiencia, se ha congratulado, no es para menos, por la afirmación de la solvencia, la solidez y la posición de liderazgo, acrecentados con los incrementos de actividad, de cuota de mercado, de importante subida en depósitos, en fondos de inversión… pero todo esto con ser importante, que sin duda lo es y mucho, lo interpretan en Caja Rural y en este caso Fernando Planelles, en que todo ese potencial de beneficios revierte a la sociedad, a la nuestra, se queda en el territorio, y en la medida en que aumentan los recursos crece el apoyo a los valores y el compromiso de una entidad que gracias a que existe es una enorme tabla de salvación y de apoyo a tantas instituciones, colectivos y personas que llaman a sus puertas y siempre las encuentran abiertas. La única entidad que atiende a sus clientes en ventanilla o en los despachos, más aún a las personas mayores, frente a la deshumanización hoy tan extendida en el mundo financiero. Dicho de otra manera, para presumir de ella y ponerla de ejemplo.

Caja Rural ha hecho un pacto con la sociedad jienense y está omnipresente, es difícil nombrar cualquier acontecimiento, grande o pequeño, que se celebre en la capital o en la provincia, donde no figure como apoyo la Caja Rural. Se ha hecho imprescindible, menos mal que existe, y hay que hacer votos porque se mantenga por muchos años y siga dando satisfacciones, el negocio financiero propiamente dicho, el respaldo a todo tipo de iniciativas relacionadas con la agricultura, la innovación y los objetivos estratégicos, sin olvidar el papel asumido por la Fundación que preside Patricio Lupiáñez y de la que es gerente Luis Jesús García-Lomas Pousibet, un gestor providencial, de casta le viene, que con un importante presupuesto anual hace milagros porque llega a centenares de proyectos y destinatarios en ámbitos sociales, culturales, deportivos, etc. Cantidades grandes y pequeñas para objetivos de muy diversa naturaleza, empezando por todo lo que en el nombre o en el apellido lleve la palabra Jaén. La Caja Rural, en definitiva, ejerce un mecenazgo sobre proyectos emblemáticos de Jaén en todos los ámbitos, que la hacen imprescindible. Lo que antes hacían las obras sociales de las distintas entidades financieras y que ahora es algo testimonial, lo reparte prácticamente en solitario la Caja Rural. Como su antiguo slogan, y nunca mejor dicho: el dinero de Jaén, para Jaén. 

La cuenta de resultados de la entidad está también en sintonía con el ambicioso plan presentado el año pasado con una nueva cultura que se traduce en la incorporación a sus prioridades de una imagen corporativa más adaptada al tiempo actual, sin olvidar que ofrece una apuesta inequívoca por la sostenibilidad y por el lanzamiento de nuevos productos basados en este concepto, todo un programa denominado “Caja Rural de Jaén, mirando al futuro”, y que constituye una declaración de principios de la filosofía a aplicar en todos los lugares donde está presente, empezando por los 97 municipios de nuestra provincia, un proceso de adaptación y renovación que ha sido muy bien acogido por la familia de Caja Rural de Jaén y la sociedad en general, con la que está fuertemente incardinada. En esta nueva etapa el objetivo era y es seguir ofreciendo servicios financieros, como hasta ahora, pero embarcándose a la vez en productos de cambio y ello con la única finalidad de ser verdadero motor de desarrollo de la provincia, con una serie de acciones que lo propician, entre ellas el acercamiento al sector más joven de la población. En resumidas cuentas, mirando al futuro y tratando de adelantarse a sus posibilidades y a sus retos en todo lo que pueda afectar en positivo a nuestra provincia. A la Caja Rural hay que felicitarla y animarla porque es un valor a preservar, nos va mucho en ello.

Imagen: Foto de familia en la que aparecen junto al presidente de Caja Rural, Juan Núñez, el director general y el director general adjunto, Fernando Planelles y Álvaro Martínez; el presidente de la Fundación Caja Rural, Patricio Lupiáñez y el gerente de la misma, Luis Jesús García-Lomas. (CAJA RURAL DE JAÉN).

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