Por ANTONIO GARRIDO / Han pasado las serpientes de verano, las continuadas olas de calor y la famosa DANA que nos ha tenido sobrecogidos durante el fin de semana. Ha llovido, pero no tanto como para dejar de inquietar a esta provincia tan pendiente siempre del cielo. Para combatir algunos de los problemas más evidentes de esta provincia, en especial de su economía, con el olivar como principal referente, hace falta mucha más agua, evitar que se sigan sucediendo malas cosechas, porque esta situación de pésimas campañas sucesivas ha sido la puntilla para el sector. Una consecuencia, aunque también depende de otros factores, está siendo el precio del aceite. Nos quejamos cuando estuvo tan barato, a pérdidas, pero hay que clamar también cuando el precio pasa a ser prohibitivo para un gran sector de la población, con el riesgo de que se fidelicen con otras grasas. El precio del aceite debe estar equilibrado, sé que no es fácil, pero es posible, entre la rentabilidad de los olivareros y en general de todo lo que mueve el sector, y el gran público que ha de consumirlo. Cuando entran intereses de terceros ya llega la discordia. Una representación del sector, se espera que numerosa, va a estar mañana en Córdoba donde se reúnen estos días los ministros europeos de Agricultura, y van a pedir justicia y dignidad para el agro andaluz. Ahora más que nunca, por las situaciones adversas, se necesita mucha atención y apoyo de las administraciones, de todas, y no que discutan entre ellas a ver quién actúa, con la complicidad de los partidos siempre en la confrontación en vez de colaborando en el mismo empeño. Tienen competencias los diferentes gobiernos y nadie puede mirar hacia otro lado ni desentenderse de un momento tan crucial. Todos los años pasa lo mismo, ahora toca con los jornales para el subsidio. Suma y sigue en el cuento de nunca acabar.
Por lo que respecta al inicio del curso en todos los ámbitos, es más que notorio. Empecemos por el Ayuntamiento, donde hace unos días se ha reunido la comisión de PP y JM+ para seguir el curso del llamado “Acuerdo por Jaén”, en el que se prestó atención preferente a los asuntos sanitarios. Algunos de trámite, lo que se está haciendo, porque toca, no hay que estar nombrándolo continuamemte, por ejemplo el centro de salud del antiguo hípico. Sin embargo lo relevante ha sido el anuncio por la consejera Catalina García de que se van a licitar los trabajos hidráulicos previos a la construcción de la Ciudad Sanitaria. Este anuncio es una manera de decirnos sibilinamente que hay que esperar, y Jaén Merece Más que demandó que el proyecto estuviera entre las urgencias parece que lo ha asimilado bien. Sobre la Ciudad Sanitaria lo que se pide es que los políticos de una vez por todas hablen claro y no se salgan por los Cerros de Úbeda. Esto quiere decir que en los presupuestos que debe estar preparando la Junta para el próximo año, la futura infraestructura sanitaria pasará de largo. Es verdad que el PSOE no movió un dedo, es más, llegó a anunciar que se haría el gran hospital, pero después, y lo achacó a la crisis económica, lo dejó morir, su gestión quedó en un debe impresionante. El PP, que lo había reivindicado en la oposición, hizo bandera desde su llegada al poder andaluz en el año 2019, pero han pasado cuatro años y seguimos mareando la perdiz. No niego interés, pero con la Ciudad Sanitaria como con otros proyectos, lo único que cuentan son las realidades. Y lo mismo que con el tranvía y otros asuntos, se ha abusado en exceso de fechas, de declaraciones y de incumplimientos.
Memoria histórica. Escribí el 2 de septiembre de 2019: “La Junta (con el PP a la cabeza, pero con Ciudadanos) nos ha emplazado para algunas de las aspiraciones jienenses a los presupuestos de 2020, por tanto hay que mantenerse a la espera”. Y sigo: “Pero en el caso del gran hospital la fecha de referencia inicial la han situado en el año 2022, al final de la legislatura...La parte positiva, muy a tener en cuenta, es que, a diferencia del anterior, este gobierno de la Junta ha marcado un calendario. Primero los terrenos, y la fecha de 2022 en principio es para iniciar las obras que en ese momento ya deben estar adjudicadas. La Ciudad Sanitaria deja por fin de estar en el aire y todos tan contentos porque es una buena noticia para Jaén”. No hace falta añadir nada más, sólo que nos toman el pelo los unos y los otros, los otros y los unos, y encima parecen buscar el aplauso. Esta no es una responsabilidad del Ayuntamiento, aunque forma parte del “Acuerdo por Jaén” y hay que estar a las duras y a las maduras, donde hay que llamar es a la puerta de la Junta, para que las palabras las traduzcan en realidades, y que este mismo propósito cale en su peña de aduladores.
En este mismo plano hoy ha estado en Jaén el consejero de Justicia, José Antonio Nieto, sí, el que hace meses nos sorprendió en una visita a la capital y dijo que la Ciudad de la Justicia poco menos que le quitaba el sueño, recordando la famosa frase del que inventó el insomnio político para Jaén. Nieto sabía que tras aquella declaración si volvía tendría que hacerlo con alguna salida airosa. Y ha anunciado que antes de final de año habrá estudio de viabilidad de la Ciudad de la Justicia de Jaén, que por lo visto, aunque pasan los años, no lo hay. Su declaración grandilocuente, optimista a más no poder, es que “hoy podemos decir que hemos terminado con las especulaciones” y lo ha refrendado ante el alcalde y su delegado, Javier Carazo, que por razones obvias, fue cocinero antes que fraile, es el más interesado en que durante su gestión prenda el proyecto. En fin, dentro de lo que suelen ser estas visitas, que normalmente se quedan en brindis al sol, hoy el consejero no ha venido de vacío porque aporta compromisos de colaboración. El consejero ha dicho que “en esta legislatura, la Ciudad de la Justicia empezará a hacerse realidad”. Si nos atenemos al sentido estricto de lo declarado, hay que desterrar todo optimismo, pero además, por la de veces que las administraciones mienten en sus compromisos preferimos seguir emulando a Santo Tomás, ver para creer. Este proyecto de décadas que habla tan mal de la política en su trato con Jaén, ha trascendido a una buena nómina de consejeras y consejeros, de los que prefiero no opinar porque ya se fueron y dejaron marcada su indiferencia, es fácil entender que no estemos en modo confianza ciega.
Del Ayuntamiento propiamente dicho y de su gestión hay que seguir dándole tiempo, los cien días de gracia se cumplirán el 25 de septiembre, pero de antemano se puede decir que superado un primer momento de algunas meteduras de pata, que deben inscribirse en la bisoñez de algunos concejales, que llegaban de pardillos a los nuevos despachos, el panorama se ha enmendado y en general funciona el organigrama y lidera el alcalde, que demuestra que no sólo tiene capacidad de gestión sino que sigue manteniendo intacto su deseo de estar en todos los lugares donde crea que puede ser útil su presencia. Este alcalde, por lo que se ve, tiene el despacho más en la calle que en el Ayuntamiento. Hay una relación que tengo recogida de su activa presencia durante el verano y no admite el menor reproche. Si las circunstancias políticas lo permiten puede ser un buen alcalde. Y las circunstancias económicas. Ese es el toro bravo al que tan difícil resulta hacerle una faena conveniente, porque no hay fórmulas milagrosas. Al presidente del PP provincial y a la sazón concejal de Relaciones Institucionales en el equipo de gobierno, Erik Domínguez, se le ha ocurrido recoger firmas para solicitar que en el caso de que Sánchez le dé a Cataluña lo que pide, el Ayuntamiento de Jaén solicite la condonación de la deuda. No es la primera vez que se pide, incluso en los plenos públicamente, pero el PP lo ha hecho cuando gobernaba el PSOE y el PSOE, cuando estaba gobernando el PP. Lo más que recuerdo es alguna entrevista de los alcaldes con los respectivos titulares de Hacienda, sin ningún resultado, nada el jienense Montoro y por supuesto nones la ministra Montero, que jamás ha tenido un gesto de sensibilidad con Jaén, a pesar de que se ha atrevido a venir muchas veces a sabiendas de que estaba en zona amiga y con compañeros que jamás le pondrían en un aprieto. Esta idea resume muy bien lo que se vive en Jaén, y supongo que pasará lo mismo en otras provincias: se es más de un partido que de un territorio. Con esta premisa por mal camino vamos.
En fin, ya veremos el recorrido del famoso “Acuerdo por Jaén”, pero por experiencia les adelanto que no será un camino de rosas, al menos si Jaén Merece Más no cambia de rumbo, porque su actual zona de confort es bien golosa, y la única excepción que se conoce hasta ahora es la de María Cantos y sus compañeros, que abdicaron de todo. ¿Y qué tal el PSOE? Es de esperar que le hayan sentado bien las vacaciones al exalcalde y actual portavoz socialista, Julio Millán, que las necesitaba como el comer. Desde la noche electoral municipal estuvo desconocido al no haber asimilado los resultados y que quien gobierna en realidad es la aritmética, y el mejor ejemplo lo tiene en casa con el señor Pedro Sánchez. Su intervención en el acto de posesión de los corporativos y la investidura del nuevo regidor fue muy, pero que muy desafortunada, recibió críticas generalizadas, menos de su círculo más próximo. Un mal encaje que de alguna manera ensombrecía una gestión también con luces, hay que ser justos, aunque la llegada del nuevo gobierno haya señalado que determinadas actuaciones estaban cogidas con alfileres. Después tuvo el atrevimiento, otro error, de pedir a Jaén Merece Más que rectificara tras el resultado de las elecciones generales con la excusa de “acabar con el esperpento de gobierno en la capital”. Antes había calificado a este equipo de “muy deficiente”. Hay que dar tiempo al tiempo, él debe saberlo más que nadie porque vivió su propia experiencia. Creo que debe volver el Julio Millán de su talante normal, más abierto, menos sectario, más institucional. Jaén necesita a un grupo socialista fuerte en la oposición que controle al gobierno municipal y ofrezca alternativas y en lo posible ayude a la gobernabilidad desde la crítica razonada, con la dureza que corresponda, pero sin perder las formas y el respeto. De hecho ni siquiera ha habido un traspaso de responsabilidades como Dios manda, con información precisa, con lealtad. Hay una petición que me gustaría hacer al conjunto de los 27 concejales y concejalas, elegidos y elegidas para servir a esta ciudad nuestra en esta encrucijada en la que hay tanto por hacer y requiere mucho esfuerzo, ilusión y luces largas, pensar menos en las siglas y más en atender el futuro de Jaén y los jienenses.
Por último, cómo no, un trágico desenlace en la provincia, concretamente en Villanueva del Arzobispo, a costa de la violencia de género, que en el territorio nacional ofrece un balance aterrador, aunque haya quienes sigan negando las evidencias. Es un drama social que las leyes por sí solas no pueden combatir, a las pruebas me remito. Creo que vale por hoy. Habrá tiempo de tratar del tren, de la capitalidad, del Cetedex, de los importantes hallazgos arqueológicos, de un edil que se sale como es Antonio Losa, que en efecto hace de concejal a pie de calle con un curro impresionante, y también les prometo tratar del incendio del Jaén Plaza, para que nadie se vaya de rositas, pero todo a su tiempo. Siempre se suele decir que los otoños se presentan calientes. El que vamos a estrenar pronto, ese seguro, no cabe la menor duda.
Foto: El consejero de Justicia, José Antonio Nieto, ha visitado el Ayuntamiento y ha hablado, cómo no, de la Ciudad de la Justicia.