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Parece que la Junta no se inmuta en torno a la nueva situación del solar donde tendría que haber construido el edificio de la Ciudad de la Justicia, en el Bulevar, y del que se habla tanto ahora a costa de los yacimientos arqueológicos. Tampoco se inmutó en su día con los importantísimos descubrimientos. Tanto es así que ni se ha movido un dedo para construir la Ciudad de la Justicia, y han pasado todos los plazos posibles, incluido el de la licencia de obras, ni se le ha visto inquieta para actuar con urgencia en esos singulares restos arqueológicos donde se data la antigüedad de Jaén. La Junta en Jaén no tiene sentido de la medida, condenó al barrio de Las Protegidas con el pretexto de su singularidad, que ha paralizado las actuaciones en un barrio enclavado en pleno centro de la capital, pero algo que tiene un valor considerable, en lo que coinciden todas las opiniones, de los hallazgos de Expansión Norte, permite que pase el tiempo y tampoco se le ve afectada por la literatura que nos ha sobrevenido a causa de la leyenda de la Atlántida y todo lo demás.

Pero no es esto en lo que quiero poner énfasis ahora, sino en que la Junta tiene tan poca prisa por construir la Ciudad de la Justicia, en realidad como en todos los años atrás, al parecer por problemas de dinero, que no ha salido en situación airada cuando el Ayuntamiento le ha dicho que busque solares y algo así como que de facilidades, nada de nada, todo ello dentro de la relación peculiar para nuestro sonrojo que mantienen las dos instituciones que tienen las competencias sobre todo lo que se hace en la ciudad. Ni un mínimo de lealtad, cada nuevo asunto es un nuevo problema, a veces pienso que si esto es la política practicada por unos y por otros, dicha política no puede estar en peor situación. Y si la política debiera ser resolver los asuntos que afectan a los ciudadanos, en este caso da pena tener que estar prácticamente todos los días con el mismo discurso. Decepcionante.

El caso es que la Junta, como al parecer tiene tiempo para pensárselo, no le agobian en absoluto los plazos para la Ciudad de la Justicia, mientras compra o no compra otros terrenos y, en la línea habitual, se producen todos los enfrentamientos que figuran en el guión, ya que el proyecto ni está ni se le espera, en una situación que nos llena de perplejidad sobre cómo una administración puede ser tan insensible con las necesidades de una capital de provincia andaluza, ni corta ni perezosa, por lo que he podido leer, ha decidido esperar y ponerse a la cola para solicitar que en el momento en que la Agencia Tributaria abandone el edificio que fue de SuperCor, tomar el relevo y montar ahí un Palacio de Justicia bis el tiempo que haga falta. Lo sueltan ahí sin pudor ninguno, sin anestesia. Es lógico que el personal de la Administración de Justicia no salga de su asombro, pero esto es lo que tenemos. Al menos mientras lo permitamos.

 

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