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La Navidad no deja indiferente a nadie. Provoca, selectivamente, sentimientos tan  distintos y alejados entre sí, que a veces parecen polos opuestos: tristeza, ternura, ilusión, bondad, felicidad y resentimiento. La Navidad es capaz de sacar lo mejor o lo peor de nosotros mismos. Los cristianos hemos celebramos en estos días el nacimiento del Hijo de Dios que representa la paz, la misericordia, la buena voluntad y, sobre todo, la esperanza de un mundo más justo y solidario. Por el contrario, la izquierda radical endurece año tras año su ofensiva laicista empleando su habitual demagogia barata y populista, para acabar con la historia y tradición cristiana de la Navidad. Ya llevamos varios años con las «reinas magas» en las Cabalgatas de Reyes. Este año, por ejemplo, en Valencia las magas han sido Chelo que representa la Igualdad, María Escalona, la Libertad, y Laura, la Fraternidad. En la Cabalgata de Puente de Vallecas ha participado La Prohibida, la drag queen que guarda una estrecha relación con Podemos. Ahora, y dado que no tuvo mucha suerte cuando se presentó como candidata a representante de España en Eurovisión, ya que su canción no fue ni seleccionada, ha probado suerte con este nuevo oficio de reina maga.

Todos estos y estas disfrazados de mamarrachos, lo único que pretenden es destruir todo y cambiar la identidad histórica para que, en lugar de cantar villancicos, tocar la zambomba y pandereta, asistir a Misa del Gallo, montar y visitar Belenes, comer pavo, mantecados, una copilla de anís, las uvas de fin de año o llevar a los niños a la cabalgata de los Reyes Magos, tengamos que realizar durante estos días, por decreto comunista/podemita, actividades relacionadas con el reciclaje y la sostenibilidad, talleres medioambientales, espectáculos de magia, marionetas y circo para celebrar esta época del año. Pues yo, sin duda, sigo defiendo la historia y los valores cristianos de la Navidad y me cuesta mucho pensar que las niñas de Jaén ya no quieren ser princesas, sino Reinas Magas. Y en pro de esa defensa de la igualdad, la libertad y la fraternidad de Carmena, Ribó o la Colau ¿por qué no trasladamos esta idea a otros ámbitos, y ponemos a señoras bajitas como pívots de la NBA, o a tipos bajos y regordetes a bailar el ballet del vals del Emperador?.

Si no creéis, al menos respetar, y dejar que los cristianos celebremos nuestras fiestas. Vosotros podéis celebrar lo que queráis, por ejemplo el solsticio de invierno como ha propuesto vuestra líder Colau. Aunque en su escasa cultura no recaló que curiosamente su propuesta es algo que hacían los nazis con sus fiestas paganas, para borrar la Navidad. Desde el final del Tercer Reich, ningún gobierno europeo había retomado este tipo de festividades paganas, ahora de nuevo propuestas. Ya no solo queréis destruir todo lo cristiano, sino que queréis romper hasta con esta norma setenta años después.

Feliz año 2018 para todos los amigos y seguidores de este magnífico Blog de nuestro buen amigo Antonio Garrido.

 

 

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