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Viendo la manifestación independentista del pasado sábado, sentía realmente vergüenza de ver en lo que quieren algunos convertir este país. Una manifestación en la que no había pancartas contra el yihadismo islamista, y sí banderas separatistas catalanas, y emblemas contra el gobierno de la nación y contra nuestro Rey. Me venía a la cabeza la ya famosa y torpe idea de Zapatero: “La alianza de civilizaciones”; todavía hay muchos que siguen manifestando y defendiendo que aún podemos dialogar con aquellos que sólo usan bombas, cuchillos y furgonetas para matar a inocentes.

El buenismo zapateril imperante en nuestra clase política, por desgracia, nos conducirá, a mi entender,  a ser cada día un objetivo más fácil para los terroristas; pretenden que exista una única religión y terminarán implantándola querámoslo o no. El multiculturalismo está trayendo a España más contratiempos que ventajas, y ya somos muchos los que estamos cansados de tanto abuso por parte de quien llega a nuestro país buscando un futuro mejor. 

Arturo Pérez Reverte, que fue reportero de guerra antes que novelista, lo recordaba estos días en sus artículos: “esto es la guerra santa, idiotas”. Una guerra global donde unos quieren matar y otros simplemente resistir con argumentos que les importan una mierda a los que asesinan. Y la vamos a perder por nuestra estupidez.

Hoy leía una noticia que afirmaba que decenas de mezquitas llaman a la yihad en Bélgica, que ha visto como barrios enteros están islamizados completamente con centenares de mezquitas, y como en el último año han aumentado los delitos relacionados con el terrorismo yihadista. ¿Cuánto falta para que esto ocurra en España? ¿10 años? ¿20 quizás?.

Ellos matan y nosotros respondemos con lacitos negros, minutos de silencio, ositos de peluche y ramos de flores. Y eso sí, muchos eslóganes en las redes sociales “Je suis….” “no tinc por”. Por eso, el día del atentado todos corrían por las Ramblas acojonados y hoy, en cambio, con la pancartita de marras; menuda pandilla de hipócritas. La fuerza se responde con fuerza, no violencia, y no con demagogia cobarde. El ISIS debe estar acojonado con las florecitas, las putas pancartas y los poemas de la Sardá.

Pues yo “si tinc por”, y mucho, vamos que estoy atemorizado de ir a la feria, al aeropuerto, a un gran centro comercial, a la Semana Santa, etc., porque estamos rodeados y si encima nos tiene que proteger una policía inútil y politizada como la de los Mossos estamos apañaos. Qué pena de región catalana donde muchos odian más a los españoles con los que conviven que a los yihadistas que los asesinan. Si no saben respectar a las víctimas ¿cómo van a respetar a la mayoría de los ciudadanos que no pensamos como ellos?. 

 

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