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Esta ciudad tiene quien la defienda. Siempre ha habido personas y grupos que se han partido la cara por su Jaén, hay que reconocerlo en justicia, pero de un tiempo a esta parte lo que hay es una legión, un ejército, aglutinado en la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más”, que ha logrado congregar en este proyecto a decenas de agentes sociales de todos los ámbitos, para reivindicar el Jaén que queremos, diría más, que exigimos. Tras su constitución formal en el primer trimestre de este año, la gran prueba de fuego tuvo lugar el día 17 de junio, en la manifestación que sacó a la calle a alrededor de 7.000 jienenses, en una tarde extremadamente calurosa, que va a pasar a la historia como un grito desesperado de la sociedad civil de esta capital, harta de promesas y de desengaños, de planes y más planes como maniobras de distracción y para ir aplazando las soluciones, y esto ocurre desde que podemos abarcar con la memoria, con el Plan Jaén e incluso mucho antes, y a la postre ha permitido un permanente, insoportable y lacerante balance de olvidos por parte de todas las administraciones. Jaén ha estado condenada, los políticos de todos los gobiernos y de todos los colores, sálvese el que pueda, siempre apreciaron la resignación y la sumisión de Jaén, su aceptación de la realidad, el sometimiento a lo que nos venía dado…Pero esto que tradicionalmente ha sido así, no podía ser eterno. Hay una sociedad con una rebeldía cívica de acuerdo con los nuevos tiempos en los que nos encontramos, que ha dicho ¡¡¡basta ya!!! y es la que se ha puesto manos a la obra. Antes de continuar, mi enhorabuena de corazón a todos los miembros de la permanente de la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más” por el trabajo entusiasta que están realizando. Nombres como Juanma Camacho, Carlos Abellán, Pepi Alcántara, José María Hermoso, Juan Afán, Cándida Zafra, Gregorio Martínez Ogallar, y, además de ellos, otros más que están o han estado… espero que algún día esta ciudad sepa reconocerlo.

Tras la manifestación del 17 de junio la plataforma ha estado trabajando en articular una hoja de ruta para trasladar a la realidad el sentir de la ciudadanía y transmitir a los poderes públicos la demanda de tantas voces reclamando que se pase de las palabras a los hechos, que esta capital no va a permitir por más tiempo discursos vacíos ni brindis al sol, que lo que se reclaman son inversiones contantes y sonantes, como las que se han propiciado en otras zonas de nuestra propia comunidad andaluza. Porque no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos, porque estamos cansados de sentirnos ciudadanos de segunda o de tercera y constatar, por esta circunstancia tan nefasta, que cada vez nos alejamos más de otras capitales que han cogido velocidad de crucero, gracias al mimo de las administraciones, y estamos lejos de la tan deseada convergencia, porque no convergemos ni con nosotros mismos….

Uno de los logros de la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más” ha sido, recientemente, sentar en una misma mesa a los portavoces de los grupos parlamentarios de la Cámara andaluza, en un encuentro, celebrado en el marco simbólico de la Catedral, para entregarles un amplio dossier donde se contienen más de medio centenar de propuestas, para que se puedan establecer prioridades y los políticos que dicen representarnos tengan tarea para unos cuantos años, dando a Jaén lo que en justicia le corresponde. Esa reunión fue una primera toma de contacto y va a tener continuidad. No vamos a lanzar las campanas al vuelo por los resultados, los políticos suelen decir sí a todo, es conocida la frase de Nikita Jruschov: “Los políticos siempre hacen lo mismo: prometen construir un puente aunque no haya río”…pero al menos creemos que se ha conseguido que cada vez que se hable de Jaén en el Parlamento, los diputados y diputadas, sobre todo los que hayan podido estudiarse el informe, si es que lo han hecho, tengan siquiera una mínima idea de lo que se trata. Por lo demás empecé a sentir escepticismo en el mismo momento en que escuché las declaraciones a los medios de cada uno de los portavoces, cada uno barriendo para casa, y pensé: ¿más de lo mismo?

Dejemos un margen para el optimismo, quién sabe, a lo mejor nos sorprenden, en este caso sería una sensación agradable, en fin, soñar no cuesta nada. Pero tras la señalada cumbre ha surgido el debate y la polémica de la Inversión Territorial Integrada (ITT), esos fondos europeos que están pensados para ayudar a los territorios con mucho paro y despoblación, tanto es así que parecen creados “ad hoc” para Jaén, aunque, vaya paradoja, solamente la Diputación en todos estos años, se ha acordado de que tales fondos existían, de hecho los solicitó en 2015 y fueron denegados por el gobierno del Partido Popular, ese mismo que continuamente nos recuerdan sus representantes en Jaén que tiene una permanente apuesta por esta ciudad y su provincia… Ahora ha tenido que ser la voz ciudadana, con “Jaén Merece Más” al frente, porque los políticos ni estaban ni se les esperaba en esta batalla para dar respuestas a Jaén, la que les saque los colores a esos responsables públicos, a todos, exigiendo una ITI. Hemos asistido a un nuevo espectáculo en el que cada cual ha tratado de vendernos su mercancía.

También han pretendido, con o sin voluntad de hacerlo, echar a pelear a la propia provincia, en concreto a Linares y Jaén, o Jaén y Linares, con la ITI como coartada. Finalmente se ha impuesto la idea de demandar un instrumento de ayuda a Jaén con carácter provincial, fruto de la movilización y de la fortaleza que en este momento tiene la sociedad civil, aunque no sabemos si finalmente habrá que asumir que el tiempo ha jugado en nuestra contra, si bien, en este caso habría que responsabilizar a quienes no han sabido hacer sus deberes, tantos políticos en todas las administraciones y en todas las Cámaras, que elegimos para representarnos y ni siquiera son vigías permanentes para demandar todo aquello que nos pueda beneficiar en vez de dedicarse casi en cuerpo y alma a hacer política con minúsculas. Es incomprensible que a casi todo el mundo se le haya pasado por alto que existía una ITI o una ZUR (Zona de Urgente Reindustrialización) y tengan que venir colectivos ciudadanos a espabilarlos.

A raíz de esta nueva polémica y frustración, sobre todo por la exigencia de que en esa hipotética ITI se incluya a toda la provincia, atendido desde luego la especial situación de la ciudad de Linares, y, por supuesto, a la capital, Jaén, con tantas o más necesidades que el resto, que hace que sea vital arañar todo tipo de apoyos, en forma de inversiones, es lo que ha hecho que la plataforma “Jaén Merece Más”, con el respaldo de centenares de jienenses que se han expresado con rotundidad, sobre todo a través de las redes sociales, haya decidido volver a salir a la calle en manifestación el próximo domingo, día 17 de diciembre, a las doce del mediodía, otra vez desde Renfe. En esta segunda oportunidad se han sumado motivos para dar un sí enérgico a Jaén, y todo hace indicar que esta vez se van a superar todas las expectativas, está claro que es la hora de Jaén, o se mantiene esta actitud reivindicativa y se hace oír la voz de esta capital o habremos perdido una grandísima oportunidad, y, lo que es peor, seguiremos dejando una pésima herencia a otras generaciones que nos sucedan.

He asistido por mi trabajo profesional a centenares de manifestaciones, casi siempre para hacer mi trabajo, y en algunas ocasiones, los grandes acontecimientos, la OCM, la Mesa por Jaén, en apoyo a la democracia, etc., de manera activa. Pero en el caso del pasado 17 de junio y para el domingo día 17, estaré en esa marcha plenamente convencido de que es mi deber como ciudadano sumar. Ya hemos visto que algunos políticos, a título personal, han decidido estar presentes, es el caso del alcalde de Jaén, Javier Márquez, y me alegro de esta decisión. A otros responsables públicos tal vez esta convocatoria no les provoque especial simpatía, pero a partir de ahora tendrán que acostumbrarse a escuchar las demandas de un pueblo harto de la espera y de la renuncia, y no les va a quedar más que una de estas dos alternativas: actuar en favor de Jaén o, si no pueden o no les dejan, tener la suficiente dignidad para abandonar los sillones. Creo que es coherente pedirles que se decanten por alguna de las dos salidas.

Cuidado que no pretendo que este alegato se convierta en una censura y causa general a todos los políticos y a todos los responsables públicos con que ha contado Jaén. En efecto, como en todo, ha habido grandes excepciones que confirman la regla, y pese a que la situación general de la capital no es la que nos gustaría, no sería justo dejar de reconocer muchos esfuerzos, luchas, reivindicaciones, personas que cumplieron con su deber o se excedieron, a pesar de que los resultados, en algunos casos no les acompañaran.

Al poco tiempo de llegar a Jaén, de esto hace ya la tira de años, me enganchó para siempre esta ciudad. No entré llorando, lo hice muy feliz y con el tiempo Jaén me lo dio todo. Tampoco espero salir llorando, entre otras cosas porque opté por quedarme hasta que Dios quiera. A pesar de las adversidades de las que he sido testigo durante tantos años, tuve mucha fe en las posibilidades de recuperación de la capital, siempre y cuando se dieran las debidas condiciones para ello, que son las que se siguen resistiendo, y a lo que es bastante probable que haya contribuido la propia manera de ser de los jienenses, el victimismo y la apatía que son herencia de siglos, una resignación mal entendida que cuesta mucho desterrar.

Pues sí, enamorado de Jaén, así me siento, de una ciudad que a pesar de su mala suerte con muchos de los que han sido sus dirigentes, en tantas ocasiones ha dado ejemplos con sus enormes fortalezas, empezando por su gente, los jienenses de todas las épocas, también la de hoy, que son el principal patrimonio. Orgulloso de su riquísimo patrimonio, de la Catedral más bonita de España, del Centro Cultural de los Baños Árabes, el Castillo de Santa Catalina, de la capitalidad mundial del aceite de oliva, de la ambición manifestada reiteradamente en la organización de su Expoliva, en la ventana abierta a las oportunidades que es su Centro de Congresos y Exposiciones, por supuesto la Universidad que tiene que ser y ya se empieza a percibir, el motor del cambio; de la dinamización de la cultura que es bien visible con una agenda cada vez más cargada en cantidad y calidad; un movimiento vecinal cada vez más dinámico y comprometido…en fin, sería interminable la relación de escenarios y situaciones que invitan a seguir confiando en una ciudad que es como un diamante en bruto, porque lo tiene todo, aunque, al mismo tiempo, tantas cosas le falten. Siempre suelo decir, dirigiéndome sobre todo a los responsables públicos, que deben tener clara una idea, un sentimiento, una sensación, y es la de que las personas pasan pero la ciudad permanece, es por la ciudad en consecuencia por la que merece la pena hacer todos los esfuerzos y mover todos los recursos, por ella y por su progreso, porque nuestros hijos y nietos tengan en ella el mejor futuro posible.

Ya he dicho que voy a estar el día 17, a las doce, en la manifestación de la plataforma “Jaén merece más”, para apoyar y arrimar mi hombro, modesto pero muy convencido, la reivindicación que ha despertado tanta ilusión colectiva, de que ha llegado la hora de Jaén, que ya no hay lugar a la resignación, al miedo o la indiferencia. Jaén es nuestro, es de todos, los políticos son nuestros servidores, y hay que exigirles con buenos modos, pero al tiempo con toda rotundidad y sin rodeos, que han de decidir: con Jaén o contra Jaén. Ir contra Jaén ha sido tantas veces a lo largo de la historia plegarse a intereses mezquinos, entre ellos los de los partidos políticos a los que en gran medida les debemos el lugar que venimos ocupando desde hace años en todas las estadísticas, y tantas veces nos responden con triunfalismos, brindis al sol, cajas destempladas o simples palabrerías…los datos no admiten duda, somos lo que somos. Cada vez estoy más convencido de mi presencia el domingo en la calle, sobre todo cuando desde la organización se ha pedido expresamente que no haya banderas, ni símbolos, ni siglas…Algunos seguro que se pudieran pretenderían sacar tajada de un empeño que tiene la pinta de ser una victoria que en absoluto les corresponde, porque es de los ciudadanos, de la sociedad civil organizada, de la militancia jienense. Por supuesto que no voy contra los partidos políticos, que son organizaciones perfectamente regladas y con una misión entendible en democracia, no es la política lo que no me agradaría de la manifestación, sino el partidismo, que son cosas diferentes.

Les voy a enumerar algunos de los motivos que me van a hacer estar en la calle el domingo, a las 12 del mediodía, sin que pretenda agotar una relación que sería interminable, pero lo hago dirigiéndome sobre todo a cuantos tengan debilitada su memoria.

-Empezamos por los más de 10.000 parados permanentes en la ciudad que exigen soluciones.

-Somos una ciudad que lleva años perdiendo población, y esto es sintomático de que algo pasa, que las respuestas de futuro no han llegado.

-Nos tiene que preocupar el grave problema del desempleo juvenil y la fuga de talentos, cada vez más evidente, motivo por el que hay que apoyar con entusiasmo a instrumentos como la Universidad, la única que puede propiciar con el tiempo el cambio mental y material de Jaén. También desde las administraciones y la sociedad, empresas incluidas, hay que apoyar más a la Universidad, pero con hechos, y reivindicando que no le falten recursos para desarrollar su importantísima labor. Por cierto que todo hace indicar que nos han dejado sin Grado de Medicina, o el sueño en el que algunos políticos irresponsables nos hicieron confiar hace casi ocho años, y Jaén, como siempre, se ha callado tras esta nueva afrenta. Los políticos dejaron bastante que desear en muchas oportunidades, no estuvieron a la altura de las circunstancias.

-Esta ciudad es un páramo industrial, no podemos fiarlo casi todo al olivar, hay que echarle imaginación para encarar el futuro. Necesitamos empresas, un tejido empresarial que sea motor de desarrollo. Una ITI como la que se demanda podría hacer mucho en este sentido.

-Padecemos unas pésimas comunicaciones, más propias del siglo pasado. Llevamos muchos años de espaldas al tren, con el dato ya conocido de que en 25 años se han perdido el 90% de los servicios que había, y seguimos cruzados de brazos. Lo mismo se puede decir de las comunicaciones por carretera, donde entrar en territorio jienense parece un punto y aparte. Y todo hace indicar que nos quedamos al margen del Corredor Mediterráneo. Y el AVE…largo me lo fiáis.

-Tanto la Administración Central como la Junta de Andalucía tienen con Jaén una enorme deuda histórica y pese a ello los datos indican que mientras los políticos sacan pecho y nos engañan a placer con unas cifras presupuestarias rácanas a más no poder, 2017 ha presentado muy escasa inversión en Jaén, somos la última provincia andaluza en este ranking, sin que nadie se avergüence por ello. Lo diré de manera clara, una vez más, para que se entienda, nada de “apuestas”, nada de compromisos, nada de vertebración, nada de cohesión, nada de cariño y sensibilidad. No hay motivos para hacerle la ola a Rajoy ni a Susana Díaz, ni por supuesto a ninguno de sus antecesores.

-No nos olvidamos de que la Política Agraria Común (PAC) nos ha robado a los intereses de Jaén nada menos que 272 millones de euros, con la complicidad de quienes no se han puesto al lado de su provincia. Y pende como una Espada de Damocles un peor futuro si las ayudas comunitarias desaparecen.

-La Junta de Andalucía, a la que antes mencionaba, nos debe, entre otras cosas de una lista enorme, una Ciudad Sanitaria y antes hacer que desaparezca de nuestros hospitales esa imagen tercermundista de las tres camas, impropia del siglo XXI; una Ciudad de la Justicia, centros educativos, atención al patrimonio…

-Esa Junta de Andalucía, que es por cierto la administración que tiene asumidas la mayor parte de las competencias en todos los órdenes, parece no haberse enterado, por su inacción, por su silencio, sobre los restos arqueológicos de Marroquíes Bajos, donde está enterrado el origen de la ciudad y para nuestra vergüenza nos lo han tenido que recordar desde fuera. Una administración coherente tendría que poner esta riqueza en el escaparate y hacerla visible para que nos sintamos orgullosos de lo que somos en la historia

-Hay muchas más cosas. Por ejemplo una Cámara de Comercio e Industria que se han cargado, para la que había soluciones, sin duda, y las administraciones no han sido capaces de buscarlas y encontrarlas, y es un recurso que se le ha negado a la ciudad y que podría estar dando réditos en beneficio de los empresarios más dinámicos.

-Por supuesto qué decir de la situación del Ayuntamiento de Jaén, que a estas alturas pienso que todo el mundo conoce. Una crisis galopante, una deuda de 700 millones o tal vez más, quién sabe, y lo peor es que ni ha habido solución ni se le espera, mientras los medios de comunicación nacionales nos recuerdan con frecuencia esas sonrojantes cifras.

-Está, cómo no, el polémico tranvía a ninguna parte. Parece que hay en este momento un hilo de esperanza, pero se han perdido casi siete años y no las tenemos todas consigo. Aquí se puede añadir el parque acuático dejado a medio hacer por la anterior corporación, el aparcamiento fantasma de La Alameda, o la planta a medio construir de Dhull, otro fracaso de aquellos días de vino y rosas…

-También uno de los motivos para ir a la manifestación es que se dejen de la confrontación política permanente Junta-Ayuntamiento, que en realidad lo que trata es de esconder irresponsabilidades manifiestas. Ciertamente este es un mal ejemplo, el espectáculo bochornoso de instituciones que no se entienden ni hacen el esfuerzo de intentarlo, para resolver los problemas de la ciudadanía.

-Es hora de manifestarse asimismo porque ni mesas, ni plataformas, ni nuevos grupos reivindicativos dinámicos, han sido capaces de hacer reaccionar a los que mandan y conseguir que Jaén se levante

-En fin, para ir resumiendo, voy a ir para que se muevan actuaciones en favor de la Catedral y que podamos conseguir el clamor de tantos jienenses para que sea declarada Patrimonio de la Humanidad. Voy a acudir en favor de nuestro aceite de oliva, porque ocupe el lugar de calidad que le corresponde. Por el futuro de Las Protegidas, por ese lugar tan precioso como es Jabalcuz, que nunca fue una prioridad para nadie. Por el futuro del casco antiguo de la ciudad, del que a todos se les llena la boca pero que sigue abandonado y esperando que alguien abandere su proyección y un fuerte plan de inversiones para la zona. No puede olvidarme del viejo cementerio de San Eufrasio, un BIC que se nos cae a pedazos sin que nadie haga nada por impedirlo, y ahí reposan nuestros antepasados y nuestra propia memoria…Iré a reclamar que abran al fin al público, para disfrute de todos, monumentos de la ciudad que siguen cerrados a cal y canto, algo sin sentido y que ha sido permitido por políticos tan indiferentes como la hasta hace poco consejera de Cultura, Rosa Aguilar. También es momento para exigir inversiones en la ciudad, que nos den el DUSI o lo que sea, para no certificar que no se gasta un euro en tener viva la población. Igualmente hay que salir para demostrar nervio, vigor, no para ser igual que los granadinos, ni por celos con la espléndida Málaga, ni para mantener el debate cateto del agravio, sino para exigir nosotros, por ejemplo, dignidad para El Neveral, por el que colectivos y sindicatos vienen luchando. Por supuesto hay que exigir que llegue la hora de los barrios, que están completamente abandonados, no hay dinero para nada y tampoco para ellos. Por una estación intermodal adecuada, como la tienen las ciudades que han dado el paso a la modernidad. Para exigir que no haya Andalucía de dos velocidades y que no seamos más los últimos de la cola.

Es hora asimismo de reivindicar un Plan Estratégico para la ciudad, de manera que no se actúe a salto de mata sino con una hoja de ruta bien definida. Es momento de pensar en el comercio local, en sus expectativas de futuro, en convivencia con los centros comerciales. Está también pendiente la santa paciencia de los puentes, tantos años a la espera, una cuestión que define muy bien la manera de hacer política, con incapacidad para tomar decisiones, por drásticas que parezcan, y por el contrario, marear la perdiz hasta provocar hartazgo. Y, cómo no, es preocupante la situación social, no hay más que preguntar en Cáritas, Cruz Roja, Banco de Alimentos, comedores sociales, etc., porque las versiones de los políticos y de los verdaderos interlocutores sociales nos harán percibir la auténtica realidad de un gravísimo problema…

Por tanto digo yo que hay motivos suficientes para salir el día 17 a las 12, a las calles. Nos lo está demandando Jaén, esta maravillosa ciudad a la que ya no podemos defraudarla más. Y como he escrito en muchas ocasiones y ahora lo vuelvo a repetir porque es mi convicción de siempre, somos los jienenses los que tenemos que ganar las batallas, no necesitamos ni debemos permitir el ‘gratis datum’ o el ‘gratis et amore’, queremos, necesitamos por nuestra propia satisfacción y autoestima, que el pueblo jienense tome la iniciativa y logre, paso a paso, todo lo que se proponga, con un sentido de la responsabilidad y de la medida, pero sin olvidar en ningún momento que el nuevo tiempo que se demanda para Jaén tiene que ser imparable. Nos vemos en la zona de Renfe. Porque Jaén Merece Más. Por Jaén. Para Jaén.

 

Foto: La manifestación del pasado 17 de junio, convocada por “Jaén Merece Más” constituyó un gran revulsivo. Ahora, el domingo próximo, los jienenses tienen de nuevo ganas de salir a la calle para reivindicar atención e inversiones

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