Skip to main content

Las declaraciones del secretario provincial del PSOE, Francisco Reyes, presidente a su vez de la Diputación, en el sentido de mostrar su preocupación por el desarrollo de los compromisos inversores de la ITI de Jaén, a quien realmente van a inquietar, y mucho, es a los jienenses, sobre todo a los responsables públicos, en especial alcaldes, que han visto un rayo de luz en las expectativas de la Inversión Territorial Integrada y llevarse una desilusión sería el colmo, la guinda para unir a la lista de frustraciones que venimos acopiando durante años al ver fracasar proyectos que considerábamos vitales para el progreso y desarrollo de la provincia.

El señor Reyes se ha remontado al momento, hace casi cinco años, en que la Diputación demandó al entonces gobierno de Rajoy esa ITI de la que ahora sí podemos beneficiarnos y que, lo recordaré una vez más por si ha quedado alguna duda, no hay que apuntar en el haber de las administraciones y de los políticos de la provincia, sino a la presión de colectivos sociales, la sociedad civil organizada, en concreto la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más”. En cuanto a la anterior demanda, solicitada en 2015, lo extraño es que el PSOE se conformara con la negativa de Rajoy, muy mal por cierto, aunque esto es lo que han hecho todos los gobiernos con Jaén, ningunearnos, pero en tal situación hubiera sido conveniente que nuestros parlamentarios, en especial los socialistas, se hubieran expresado en el Congreso y en el Senado, y hubieran forzado a los demás partidos a retratarse. Ese asunto no vale la pena usarlo como argumento, ahora se trata de gestionar la ITI que tenemos entre manos, que en teoría son 443 millones de euros para hacer que avance la provincia.

El secretario provincial del PSOE reflexiona en voz alta en torno a si con el tiempo tan justo con el que se afronta la ITI, con proyectos que para contar con financiación han de iniciarse en este mismo año, aunque sea a finales, y han de estar elaborados en muy pocos meses, antes del verano, va a existir capacidad para el desarrollo de los compromisos inversores por parte del gobierno andaluz y del gobierno de España que se acaba de constituir. Lo que pide es que para el buen fin del plan de la ITI, cada administración tiene que cumplir con los compromisos que están asumidos, los 443 millones divididos entre las dos instancias que participan, ya que el papel de la propia Diputación es poner en marcha una oficina de información y nada más. Pero con respecto al Gobierno de España al que las plataformas unidas por Jaén acaban de dar un ultimátum para que «suelte» los 220,1 millones que le corresponden, Reyes lo tiene fácil, dar la lata en Moncloa, él y los suyos, hasta que Sánchez cumpla. Esa misión les corresponde a ellos, y en primera instancia a él mismo. 

Hasta aquí todo en el ámbito de la normalidad, pero lo verdaderamente grave es que se cuestione que si los proyectos no están a tiempo “se perderían fondos de los 443 millones de euros que hay disponibles para invertirlos en el desarrollo integral del territorio provincial”. Es decir, el propio Reyes reconoce que el poco tiempo de que se dispone porque nos ha pillado el toro, resulta vital para sacar adelante inversiones, o de lo contrario también perderíamos este tren. Al respecto hay que subrayar con toda claridad que no han sido los ciudadanos jienenses los que se han dormido en los laureles, han sido las administraciones, la Junta, la anterior socialista y la actual de PP y Ciudadanos en la parte que le toca, y desde luego el Gobierno de Sánchez que no ha abierto la boca sobre este compromiso que quedó sellado en la etapa de Mariano Rajoy. 

Conviene que tengamos muy claros los procedimientos y los posibles responsables si Jaén pierde un solo euro, porque entonces la sociedad y sus interlocutores tendrían, tendríamos mejor, que exigir dimisiones y responsabilidades, porque bajo ningún concepto se puede permitir que los partidos estén constantemente en la pelea política en tanto se despreocupan de un asunto tan trascendente como es la inyección extraordinaria de fondos que ofrece la ITI, gracias a que el territorio ha acumulado, también por una deficiente gestión política bastante generalizada, sálvese quien pueda, una situación que nos ha ido alejando del desarrollo, de la convergencia y de la modernidad, porque las inversiones tanto de Andalucía como del Estado han sido ridículas, incompatibles con un aliento para ayudarnos a progresar.

No vamos a poner ejemplos que están en la mente de todos, pero el tren podría ejemplificar mejor que nada el olvido sistemático hacia la provincia. Traten de arreglarlo, pongan el turbo, porque son los políticos, los responsables de las administraciones, los parlamentarios, los alcaldes que no han reivindicado a tiempo o no han hecho sus deberes, etc., los que ponen mucho en juego. Si la ITI fracasa hay que lograr que todos los responsables desaparezcan del mapa político y sean declarados “non gratos”. Así de seria me parece la situación. También sería deseable que además de las plataformas se escuchara la voz clamando de las fuerzas vivas de Jaén –¿las tengo que enumerar para que se sientan concernidas?, que supongo que no asisten de convidados de piedra en este momento crucial en el que a Jaén le pueden dar o puede perder un caramelo. No sigamos actuando al «estilo Jaén», como si todo nos resbalara.

Por lo demás entiendo que están funcionando las mesas técnicas constituidas en su día, un paso que ha hecho la nueva Junta y hay que reconocerlo. Por cierto con unas denominaciones muy llamativas: Jaén crece y conecta, Jaén avanza y emprende, Jaén apasiona y emociona, Jaén rural y comprometida y Jaén saludable y ejemplar. Se podían haber ahorrado títulos tan ceremoniosos y manidos y llamar a cada cosa por su nombre con mayor sentido de la realidad, pero en fin, lo importante es que acierten con la relación de proyectos para proponer, que tienen que reunir además unas determinadas características para obtener la financiación europea. Y, además, hay que dar las gracias a todos los participantes en esas mesas que en general están siendo muy provechosas y es que valen muchos las aportaciones de representantes de distintos estamentos de la sociedad de Jaén. Un buen servicio en favor de una tierra que es de todos. También un orgullo.

De salir adelante, que así lo espero, este programa extraordinario en gran parte lo que hará es aflorar proyectos que en parte deberían haber ejecutado las diferentes administraciones y que ahora quieren aprovechar esta coyuntura para incluirlos, convierten lo ordinario en extraordinario, es una jugada para aliviarse responsabilidades, que no debería ser así, pero finalmente de lo que se trata es de poder invertir ese dinero que viene como agua de mayo, y sobre todo invertirlo bien. Habrá overbooking, me supongo, de ahí que sea tan necesario un control justo para dar salida a las verdaderas prioridades. Y un consejo, si me lo permiten, dejen la política a un lado, deben centrarse en el servicio y los intereses de Jaén, ahora todo el foco hay que ponerlo en esa dirección. Pese a los riesgos tenemos que ser animosos y pensar que esta operación va a salir bien, si no fuera así el revés para la provincia sería monumental. Mejor no barajar ese escenario, no mentemos ruina.

 

Imagen: Foto de familia, aún reciente, del día en que se constyituyeron las cinco comisiones para la ITI de la provincia.

  

Dejar un comentario