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Pues sí, nuestro gozo en un pozo, ha fracasado una expectativa en la que muchos jienenses habíamos puesto esperanzas de éxito y era contar en el nuevo Gobierno de Sánchez con el último ministro de Cultura, José Guirao, que ha sido, con diferencia, el que mejor cara le ha puesto a Jaén en el tiempo en que ha permanecido al frente del departamento y más en concreto en las últimas semanas, con motivo de su presencia en Jaén para participar en varios actos. Guirao quiso conocer de primera mano la situación de las cubiertas de la Catedral, ante las autoridades y con el arquitecto responsable de la rehabilitación, Pedro Salmerón, de tal modo que comprometió una dotación de 2,8 millones para finalizar por completo las obras de las cubiertas, un anuncio que fue saludado con la natural alegría porque se trataba de poner menos andamios y en cambio avanzar más y terminar cuanto antes la que parece ser la “obra del Escorial” porque se dilata en el tiempo a consecuencia de las partidas que de vez en cuando se le dedican desde la Administración central. Guirao estaba asimismo comprometido con la declaración de la propia Catedral como Patrimonio de la Humanidad, y con el Museo Íbero para su integración en la red nacional, entre otras cuestiones. Claro que era un ministro sin perfil político, y esto ha hecho que se le sustituya porque los planes de Sánchez, como se está viendo, van en otra dirección. ¿Qué va a pasar con los asuntos de Jaén que Guirao hizo suyos? Creo que lo mejor es no hacerse muchas ilusiones…

El caso es que diferentes ministros del anterior, y en algunos casos ya próximo Gobierno de España, han pasado por Jaén en los últimos años sin pena ni gloria, incluida la de Hacienda, María Jesús Montero, confirmada y además con el añadido de la portavocía, a la que nada hay que agradecerle, porque lejos de ayudar lo que ha hecho es apretar las clavijas al gobierno local, obligándole a medidas impopulares, como el cierre de Onda Jaén, y ahí lo tienen haciendo números para ver de qué manera sacan los presupuestos del próximo ejercicio y cumplen con las duras normas de ajuste. Ni en su papel de ministra ni antes como consejera en la Junta de Andalucía, prestó la mínima atención a Jaén y como ejemplo podemos citar la cantidad de misivas que le enviaron los alcaldes Fernández de Moya y Javier Márquez, a los que tampoco se permitió recibir jamás en su despacho. Y como alcaldes representaban a la ciudad, que no se olvide, por tanto era una constante desatención a Jaén.

Ni siquiera el de Agricultura, Luis Planas, que es otro que repite, ha procurado darse una vuelta con más frecuencia por el territorio más olivarero del mundo para que se sintiera la cercanía del responsable político ante los graves problemas del sector, sobre todo el de los precios, lo del almacenamiento autorizado por Europa ha sido considerado un fiasco y en cuanto a la PAC, ya veremos a ver cómo salimos. Nos parece de una gran insensibilidad no haber mostrado más apoyo al olivar de Jaén, porque Planas se ha dejado ver por aquí en ocasiones muy contadas, ni siquiera en la Expoliva hizo un hueco para quedarse y convivir con la familia olivarera jienense. Poco se puede esperar de él, al menos a la vista de su actitud en los últimos tiempos. Cualquiera diría que antes de ministro fue consejero de la Junta.

No digamos del titular de Fomento, el ínclito señor Ábalos, otro que repite, como esperábamos, del que el PSOE nos ha vendido reiteradamente que le trasladaban el grave problema del ferrocarril en Jaén y él no se ha molestado en venir a verlo in situ, estuvo en una gira de campaña, pero no a dar la cara ante la sociedad jienense. Hace un año por estas fechas estábamos con el debate del ferrocarril a tope, suelen ser polémicas de ida y vuelta, cual Guadiana, que aparecen y desaparecen, y cuando se marchan hasta nueva ocasión los políticos respiran porque llevan mal lo de la presión mediática y de la ciudadanía, en especial las plataformas que esta vez se lo han tomado tan en serio que no se toman vacaciones. Ahora, en este mismo momento, el PSOE de Jaén, por propia iniciativa o a la vista de la presión que existe en la calle, a raíz de recientes y continuadas afrentas de Renfe y del ferrocarril hacia Jaén, decide pasar a la acción. Ha habido una reunión de parlamentarios socialistas con responsables de la operadora ferroviaria en tanto que la subdelegada del Gobierno ha trasladado las necesidades de la provincia hoy mismo al propio Ábalos, antes incluso de su nueva toma de posesión.

En los últimos días, el secretario provincial de los socialistas jienenses, Francisco Reyes, ya había adelantado que la primera exigencia hacia el Gobierno de Sánchez iban a ser los trenes. Se ve que hay un estado de preocupación en las filas socialistas, sobre todo por el hartazgo de la ciudadanía, no hay que olvidar la de acontecimientos que se han producido, incluida la caravana light promovida por el alcalde, Julio Millán a su llegada al cargo, que pasó sin pena ni gloria, y esto no es opinión, es constatación de la realidad. Esperaremos acontecimientos, será una oportunidad de comprobar el nivel de interlocución y de poder político del PSOE de Jaén.

Pues con este panorama era de agradecer que el ministro de Cultura en funciones, José Guirao, se dejara ver en varias ocasiones en los últimos meses por Jaén y ya sea por su propio interés o, quiero pensarlo mejor así, porque los “suyos” le trasladaban la inquietud, el responsable cultural se “mojaba” con varios asuntos que tienen una gran importancia para Jaén y que en algunos casos llevaban tiempo entretenidos. Me causaban buena impresión las declaraciones de José Guirao y sobre todo algunos gestos demostrativos de voluntad política y no un simple brindis al sol. Ya señalé en su momento que todo iba a depender de si volvía a ostentar la responsabilidad de Cultura porque de lo contrario tendríamos que empezar de nuevo, y así va a ser. Por experiencia soy bastante escéptico con las promesas de los ministros que vienen a Jaén a cubrir el trámite y si te vi no me acuerdo.

Todavía no he olvidado la presencia en la capital, hace nueve años, del señor José Blanco, a la sazón ministro de Fomento, que en presencia de las primeras autoridades jienenses de entonces, entre ellos Gaspar Zarrías y Carmen Peñalver, dio por hecho que muy en breve, en días o semanas, se firmaba el protocolo para llevar a cabo el proyecto para la estación intermodal. Un engaño monumental por el que nadie pidió responsabilidades. Entenderán, porque no es el único ejemplo, pero sí el más evidente, que tenga mis reservas y ponga en cuarentena los mensajes en positivo. Creo no obstante que es lo menos que el Gobierno debe ofrecer a Jaén en este momento para ir resarciéndose de tanto abandono inversor y ya no me refiero al último ejecutivo, que también, me refiero a todos los de la democracia por la deuda histórica tan enorme que han acumulado con Jaén. En fin, que lamento que no podamos mantener ni siquiera el beneficio de la duda sobre el único ministro que le ha puesto buena cara a Jaén, porque el jefe del Gobierno lo ha impedido. Mala suerte la nuestra…

 

Foto: El ya exministro de Cultura, José Guirao, en su reciente visita a Jaén, conociendo el estado de la techumbre de la Catedral.    

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