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Perdonen que inicialmente haga esta pregunta sin trampa, porque al menos yo no lo tengo claro, sobre todo si vamos analizando uno a uno los actores que han querido sumarse a la movilización que han convocado los que a mi juicio son los verdaderos protagonistas de la jornada de protesta, las organizaciones agrarias convocantes, es decir, Asaja, UPA, COAG, Infaoliva y las Cooperativas Agroalimentarias, las que durante todo el año dan la cara por el olivar de Jaén y están siempre con él a las duras y a las maduras. La pregunta me la hago porque puede dar la impresión de que miles de personas han salido a la calle para desahogarse simplemente, echar el día y para lanzar consignas al aire. Y en absoluto es así, y por otro lado siempre que hay una protesta lo normal es que tenga un destino, un destinatario, o varios. Viendo la actitud de algunos de los partidos políticos lo más llamativo es el papel reivindicativo que asume el Partido Popular, de un activo inusual, recogiendo firmas, apoyando en los cortes de carreteras, dejando sus diputados el pleno de la Corporación Provincial, etc. Conste que tiene toda la legitimidad del mundo para hacer lo que crea conveniente, pero curiosamente ahora miran hacia Madrid donde el gobierno no es el suyo, porque cuando Jaén miraba hacia gobiernos del PP, el partido y sus dirigentes en la provincia mantenían una postura mucho más recatada.

En términos generales lo que hace mal la política es ponerse en medio de una movilización que en buena medida va contra las actitudes políticas, desde lo más alto hasta lo más bajo, es decir, desde la Comisión Europea hasta las administraciones provinciales y locales. A los políticos en el sitio en el que los queremos es haciendo política, defendiendo a Jaén en mociones, en interpelaciones en los parlamentos, en mesas de diálogo y negociación, en medidas contundentes para apoyar al sector del olivar, no hace falta que asistan a las manifestaciones y menos aún que busquen acomodo en las cabeceras para salir en las fotos. Está bien, eso sí, que los alcaldes muestren cercanía a su gente, sus vecinos, los que viven o malviven del olivar, pero dejando esta excepción al margen, es la masa social, encabezada por el sector olivarero, el que hoy tenía que centrar toda la atención. Ellos han convocado y les corresponde apuntarse el éxito de la jornada.

Con todo, la movilización, incluidos los cortes de carreteras, ha cumplido con el objetivo propuesto en esta “guerra del olivar” que no ha hecho más que empezar y que va a continuar si no hay respuestas contundentes, urgentes y eficaces, sobre todo en relación con los precios del aceite de oliva. Es cierto que ha habido algunos incidentes lamentables protagonizados, según dice la Subdelegación del Gobierno, por grupos incontrolados, que suelen aprovecharse de estas circunstancias para dar la nota. Lo peor es que en las televisiones hemos salido en la crónica de sucesos en lugar de como una reivindicación tan justificada. El mundo olivarero siempre se ha caracterizado por sus buenas formas a la hora de protestar, y eso que no le han faltado razones para perder los estribos, porque con demasiada frecuencia el olivar y el aceite han recibido agresiones como la insoportable bajada de precios y normas españolas o comunitarias que lejos de favorecer al sector han sido un peligro, no olvidemos la última PAC que supuso un serio recorte millonario de las ayudas para el territorio provincial.

En relación con la pregunta que formulo al principio, baste recurrir a las declaraciones de los portavoces de las organizaciones agrarias convocantes, que son los únicos que tenían legitimidad para pronunciarse. Tomen nota de algunas de las frases de estos interlocutores. Asaja: “Las movilizaciones son un llamamiento de atención al gobierno español. Es inadmisible que nos maltraten de esta manera, el olivar ha de ser un asunto de Estado. Los políticos se han olvidado de los agricultores y se ha acabado lo de jugar con nosotros”. UPA: “Estamos aquí porque nos jugamos el futuro de esta provincia…Vamos a ser vehementes en las movilizaciones y no vamos a parar”. COAG: “Estamos viendo que el valor añadido que corresponde al producto y la producción se lo queda la industria y la distribución en el camino. El sector vive una situación de crisis estructural que necesita que el gobierno ponga orden”. Infaoliva: “Lo único que pedimos es que se articulen y pongan en marcha los mecanismos a nivel europeo y español para salvar al sector. Los políticos llevan tiempo dando largas, y se han acabado los plazos de espera”. Cooperativas Agroalimentarias: “El problema de la provincia no es solo económico, sino social. El gobierno debe ponerse serio en Europa para defender nuestro aceite de oliva”. Con estas declaraciones que han realizado los portavoces de las organizaciones, ¿no queda claro hacia quiénes se dirigía la jornada? Claro que si entramos en materia competencial también hay que contemplar en su cuota parte al gobierno andaluz, la Junta de Andalucía, que en el ámbito de la comunidad tiene un papel importante que asumir.

La Diputación tiene el suyo propio. Es la única que viene trabajando en favor del aceite de oliva, sobre todo alentando la calidad y promocionando el producto. En esa labor no tiene competencia alguna y me parece de justicia reseñarlo. Y hoy su moción, presentada por el grupo socialista y votada también por el diputado de Ciudadanos, sin el PP, grupo que había abandonado el pleno con el pretexto de sumarse a las protestas, podría haber tenido el apoyo unánime porque su texto no es una contundencia extrema, pero  se dirige por igual a todas las instituciones que tienen que ver con el olivar y el aceite. El organismo supramunicipal acuerda pedir a la Junta de Andalucía que impulse un mayor desarrollo de las medidas recogidas en el Plan Director del Olivar, para asegurar la competitividad, la sostenibilidad y el liderazgo mundial de Andalucía. Al gobierno de España, se le demanda mayor firmeza ante la Unión Europea que permita la actualización de los precios al coste actual de producción, se requieran medidas eficaces para el almacenamiento y una mayor defensa de los intereses españoles frente a los aranceles de Estados Unidos. Y a la Comisión Europea se le solicita una campaña de promoción específica del aceite de oliva en los países de la UE que posibilite un incremento del consumo en base a su aportación a la salud y a la gastronomía. También urge a la Interprofesional del Aceite a que promueva una campaña de promoción interna en España para cambiar los hábitos de consumo, especialmente en los jóvenes.

En cuestiones así me refería cuando demandaba que los políticos hagan política, no hace falta que se manifiesten, simplemente que hagan el trabajo por el que habitualmente cobran del erario público. De todo esto se deduce que la pelota está, sobre todo, en el tejado de la Unión Europea y del gobierno de España. La interlocución entre ambos debe ser muy efectiva para que resulte provechosa, pero veo muy plano al ministro Luis Planas, y hoy en unas declaraciones en tierra extremeñas ha venido a decir que respeta las manifestaciones pero que “los problemas se solucionan dialogando, negociando y trabajando juntos”. Dice más, que las administraciones no pueden fijar precios, cuando él sabe que el Gobierno de la Nación puede hacer y mucho. Aunque este Ministerio con su actual responsable, y otros varios anteriores, ya han demostrado que no son capaces de resolver los graves interrogantes y no tenemos más que ver la evidencia, la situación actual por la que se levanta la provincia de Jaén. Una política nada combativa, ineficaz, y que está arruinando lentamente a un territorio.

Es de subrayar que en esta jornada el mundo del olivar haya estado tan arropado por el conjunto del sector pero también por una amplia base social, comercios y establecimientos de todo tipo. No tanto como para poder decir que se ha paralizado Jaén, porque para eso se necesitaba un mayor compromiso y miles de lazos verdes más. Por ejemplo, y he visto que alguien ha expresado su extrañeza en las redes sociales, la Universidad de Jaén como institución parece que ha estado ausente de lo que la provincia ponía en juego en este día, y es fácil poner este ejemplo porque con frecuencia se alude a los vínculos de Universidad-sociedad y es en momentos claves como el presente cuando hay que demostrarlo. Podíamos seguir con la relación, pero sin querer quitar importancia a la conquista de esta fecha, en Jaén tenemos que trabajar más en favorecer la unidad de acción en lugar de buscarnos elementos diferenciadores. Esto es algo que jamás debe ocurrir, pero mucho menos cuando se trata de las cosas de comer. Sigamos.

 

 

 

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