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JAÉN, LEVÁNTATE BRAVA…Mañana es el día. Se repite una movilización histórica en favor de nuestra principal riqueza provincial, el aceite de oliva. En la concentración de protesta que ha sido convocada para mañana, día 30, desde las once hasta la una, con cortes de carreteras previstos en la A-4 por Andújar, A-44 por Puerto Carretero, A-32 por Úbeda y A-316, en Torredelcampo, el sector va completamente unido, sin fisuras, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA, Infaoliva, las Cooperativas Agro-alimentarias, amén de cooperativas, las tres denominaciones de origen de la provincia, el sector orujero, el SAT, y numerosos colectivos, entre ellos instituciones, como ayuntamientos, partidos políticos, comercios, empresas, todos con el lazo verde,  por entender que no le es ajena ninguna preocupación que se relacione con el presente y el futuro de Jaén y en este caso su economía. Entendemos que es un deber de Jaén salir al paso de los efectos tan adversos que para el sector y la economía de nuestros pueblos, que sufren el grave problema de la despoblación, tiene la bajada de precios en origen de nuestro oro líquido, que hace que una gran masa de olivareros no lleguen a cubrir ni los costes de producción, en tanto que unos pocos aprovechados se estén inflando de millones con este panorama tan anómalo, legislación que lo permite y las administraciones que se cruzan de brazos.

Es por ello que lo que mañana va a pedir a gritos el sector, que tiene autoridad y legitimidad para hacerlo porque por algo estamos en la tierra más olivarera del mundo, es que este tema de los precios del aceite no sea tratado como algo aislado y que afecta en exclusiva a una parte de la sociedad, sino que se reconozca como un asunto de Estado y las administraciones adopten las medidas convenientes para que cuanto antes se ponga freno a esta penosa circunstancia, que es un varapalo más para una provincia tan sufrida como la nuestra, olvidada desde siempre por las administraciones. Ahora es el momento de hacer buenos los compromisos de los políticos que dicen defender su solidaridad con la causa. Solo se trata de la puesta en marcha de los mecanismos que están al alcance del gobierno de la nación para lograr la estabilidad en el mercado y acabar con la bajada continua cuyos efectos, que se vienen prolongando de manera preocupante en el tiempo, son devastadores para el olivar en general y el jienense en particular, y ya es un lastre para los que viven de este cultivo, que son muchos miles de familias en nuestro bosque olivarero.

Ya sabemos la dependencia que tiene en el olivar de tantos factores que son determinantes, pues depende de que llueva o no, de que las ayudas sean más o menos proporcionadas y, sobre todo, que los precios en origen resulten cuanto menos rentables para mantener el cultivo y mover a través de él la economía en una geografía olivarera que tiene nada menos que 66 millones de árboles. Jaén tiene que defender su sostén económico con uñas y dientes, por eso tiene sentido salir a la calle, y que lo haga no solo el sector sino la sociedad provincial en su conjunto. Aún sigue presente en el recuerdo la movilización multitudinaria celebrada en Jaén a finales de febrero de 1998, hace casi 22 años, con más de 50.000 personas clamando por una justa OCM del aceite de oliva. En aquel momento tan especial Jaén dio la talla y demostró a España y al mundo su fortaleza en defensa de su olivar y de su aceite. Ahora es el momento de no bajar la guardia, porque si no defendemos algo tan nuestro que forma parte de las señas de identidad de Jaén, por qué otra cosa vamos a luchar. Ahora más que nunca se justifican los versos de Miguel Hernández: Jaén, levántate brava, no vayas a ser esclava con todos tus olivares… 

PROVINCIA AL LÍMITE. Espero y deseo que la autorización para los cortes de carretera no sea una medida de gracia gubernamental para amortiguar al malestar de todo el sector. Lo digo porque las organizaciones convocantes, y ojo que me parece bien, porque tampoco se puede ir de las manos la protesta, han demandado una participación “ordenada”, lo que no sé si lo que se pretende es una respuesta del tipo de la caravana contra el ferrocarril, del pasado julio, que vista ahora con perspectiva resultó ser una tomadura de pelo en toda regla de la Subdelegación del Gobierno, un sí pero no, un caramelo para calmar el hartazgo, que retrataba perfectamente la sensación que tienen los gobernantes sobre esta tierra y su gente, y presiento que con autorizar los cortes de mañana quieren regalarnos una continuidad de aquello, y no debemos permitirlo. Nunca defenderé actitudes violentas, pero desde luego el asunto merece contundencia y que el gobierno se entere de que la provincia de Jaén está al límite y que no va a aguantar más inacción y desprecio a nuestros intereses.

Sé que hay alguna gente que no está conforme con que se corten carreteras ni se planteen otras actitudes enérgicas, pero la sociedad ha de recurrir a mecanismos para defender legítimos intereses y en este caso es toda la provincia la afectada y la que parece haberse cargado de argumentos. Con todo es la primera vez que las organizaciones agrarias convocantes han llegado a este extremo de cortar carreteras. Es indicativo de que estamos en el límite, que se ve negro el panorama presente y el futuro del olivar y que el olivar es Jaén. Sin expectativas para el olivar esta provincia se nos muere del todo, por eso tiene sentido lanzar este SOS con fuerza y con rabia contenida. Desde este punto de vista uno se sorprende de que un político tan representativo de Jaén como Francisco Reyes, que conoce bien el paño, le diga al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, durante su visita al stand de Jaén en Fitur, que siga apostando por la promoción del aceite de oliva, ¿Que siga qué? Hay posiciones en los políticos del terreno que cuesta mucho trabajo entender. También que quieran estar en las protestas de mañana quienes no han movido un solo músculo para dar la cara por la defensa del olivar y del aceite, quienes han formado parte del problema y no de la solución, y el abanico es amplio y variado, aunque ahora se suman todos al postureo y encabezan iniciativas para tomar protagonismo, que la ocasión lo permite.

Los conocemos, los tenemos identificados, aunque los jienenses a la hora de la verdad suelen, solemos tener mala memoria. Algo que no queda claro a la vista de las adhesiones a la movilización es contra quién va la airada protesta, porque siempre que hay una respuesta popular es contra alguien o contra algo y en este caso, aunque suele ocurrir con cierta frecuencia en Jaén, queremos ir todos a una pero no aparece claro y preciso a quién o a quiénes nos estamos dirigiendo. Así, de este modo, entramos todos en el lote, y es como un acto de fe colectivo, aunque necesito tener la esperanza de que se trate de algo más, por nuestro propio bien.

JAÉN, DESPIERTA!!!. En fin, si hay algo que representa a nuestro territorio es el olivar y el aceite. Jaén se ha expresado en la calle varias veces en el último año para reivindicar precios justos en origen en lugar de verlos por los suelos, como siguen ahora. El sector y quienes se dedican al cultivo llevan años sin levantar cabeza, pero su voz, expresada en distintas ocasiones y foros, no surtido efecto. Es tremendamente injusto que un producto de tanta calidad como el que ofrece Jaén al mundo no reciba más respaldo de las instituciones comunitarias, que parece que están en otra guerra y de nuestro propio gobierno, que también habla mucho y hace bien poco como expresa la propia evidencia. Por todo esto tiene sentido que los olivareros altivos vayan en serio y la sociedad le siga, que se eleve el tono, para impedir de una vez por todas que nuestro Jaén se siga empobreciendo a pasos agigantados, tan rica la pobre que decía el recordado Manuel Anguita. Ya está bien, todos con el lazo verde a empujar en defensa de la maltratada Jaén, y para que esta convocatoria sea capaz de marcar un antes y un después. Jaén, despierta!!!

(Un resumen de este comentario ha sido emitido hoy en mi habitual crónica de los miércoles en Onda Cero Jaén)

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