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El domingo, día 27, se celebra el Día Mundial del Turismo, y nos agrada que las agendas de los políticos hayan dedicado algún tiempo estos días y los próximos a dar significación a esta fecha, no porque el protagonismo de esta actividad económica sirva únicamente para un día al año, pero precisamente este día hay que dedicarlo a poner en el escaparate los recursos con los que se cuenta. La Diputación, como todos los años, ha preparado un programa de actividades y se ha previsto la entrega, en Cazorla, el 1 de octubre, de los Premios “Jaén, Paraíso Interior” que este año distinguen al programa Masterchef de la 1 de TVE, la empresa Cabello x Mure, la Fundación Gypaetus y el gremio empresarial turístico. La Diputación es el gran impulsor en materia de promoción turística, ella creó la marca ‘Jaén, Paraíso Interior’ y está descubriendo todos los recursos posibles para promocionar a la provincia como se merece, ciudades, monumentos, castillos y batallas, parques naturales, patrimonio arqueológico, y un montón de referentes de la gran riqueza que atesora esta tierra, incluyendo el penúltimo gran atractivo del oleoturismo y su enorme potencial que está ahora encima de la mesa.

La pandemia que en los últimos meses estamos viviendo ha frenado en parte la labor promocional, sobre todo externa, de la Corporación Provincial, pero se ha reinventado con campañas imaginativas, como las que ha desarrollado en este pasado verano, en solitario, dirigida tanto al turismo nacional como al provincial, con los sugerentes lemas “A Jaén, al paraíso” y “A Jaén, a tu paraíso”. También ha dedicado atención y medios al apoyo a sectores relacionados con el turismo. Igualmente ha dispuesto de bonos para visitantes, hasta enero de 2021, para que una vez aquí vivan experiencias agradables entre una amplia gama de posibilidades. En definitiva, está siempre proyectando el nombre de Jaén, se impuso hace mucho tiempo este apasionante reto, y gracias a esta dedicación los resultados son también más visibles.

Se ha puesto mucho énfasis en “vender” Jaén y toda su amplísima oferta, como un destino seguro y al respecto hay que señalar, por un lado, que el sector ha tenido un comportamiento ejemplar y sobre todo en la zona del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, que es donde se ha salvado a medias la temporada, porque el número de visitantes ha sido superior al de otras zonas andaluzas de gran atractivo. Se da además la agradable circunstancia, que avala la seguridad que se exhibía como foco de atracción, que no ha habido que lamentar incidencias relacionadas con la crisis sanitaria. Sin embargo no es menos cierto que la coyuntura ha sido difícil y que en el conjunto de la provincia no todos los establecimientos han podido funcionar. Pero es verdad que la Diputación ha estado ahí en todo momento para tenderles una mano y apoyar en las horas de mayor dificultad e incertidumbre.

Pero aún se necesita más, sobre todo que funcione la relación público-privada, porque sin este entendimiento no es posible hacer que Jaén avance como destino, y este es el gran objetivo. Lo que ha hecho la labor de la Diputación, especialmente, en todos estos últimos años, ha sido sembrar y ahora está recogiendo, lástima de este inesperado frenazo, que se está aprovechando para diseñar las iniciativas de futuro. Nadie duda de que las posibilidades de la provincia son enormes en un montón de riquezas diferentes y complementarias, y el organismo ha invertido mucho dinero al tiempo que ha urgido a la Junta de Andalucía a acompañarle en algunas empresas, con resultados satisfactorios, al menos en este ámbito la Consejería de Turismo está al lado de varios de los proyectos que se abordan desde Jaén.

Los datos de visitantes y de alojamientos en la provincia van mejorando, pero insisto en que la potencialidad es enorme. Hay que seguir trabajando en las condiciones que favorezcan la llegada de más turismo y la infraestructura de comunicaciones en este sentido no es un asunto menor, por tanto no se puede avanzar en la medida en que se desea mientras sigamos con estas carreteras y este desastroso ferrocarril. Por el contrario mejoras como la apertura en su día de la Autovía del Olivar constituyen un soporte muy beneficioso para Úbeda y Baeza, que lo están notando, para el Parque de Cazorla y por supuesto para la propia capital.

Por lo que respecta al caso de la capital, tras la etapa de la concejal Charo Morales de Coca, que hay que reconocer que fue una verdadera máquina de iniciativas y de capacidad de interlocución con los agentes que pueden sumar en beneficio de una gran y definitiva apuesta por el turismo, el testigo lo cogió el edil socialista José Manuel Higueras, que ha tenido ya oportunidad de iniciar su gestión en el área, como fue la presencia este año en Fitur con una nueva marca: “Jaén, Jaén Auténtica”, un producto que se vendió como “fresco y nuevo”, y en torno al cual se están desarrollando actividades, de hecho este fin de semana hay programadas interesantes rutas, ya que se ha escogido como referente para celebrar el Día del Turismo la riqueza natural del término. Siempre hemos defendido la necesidad de definir una estrategia que se mantenga en el tiempo y no dependa de la mayor o menor voluntad del político de turno al que le toque esta responsabilidad, porque las personas pasan, pero el mundo del turismo no se puede parar porque es un sector sometido a grandes cambios y novedades.

En la capital hay muchos posibles recursos que pueden ser focos de atracción y que se pueden sumar a la oferta, y no estamos hablando de inversiones, que también, sino de seguir cultivando la imaginación. Y por supuesto sería un gran paso hacia adelante la aspiración de la Catedral a ser Patrimonio de la Humanidad. No hay visitante que llegue a Jaén y visite nuestra seo que no se quede admirado de tanta belleza y a la vez extrañado de que en Jaén tengamos un monumento tan excepcional. Está el patrimonio del casco antiguo, pero la zona necesita atención para hacerla atractiva. No digamos del Museo Íbero, que podría ser un excelente recurso y que todavía ni se sabe cuándo podrá cumplir con su cometido y dejar de ser un centro cultural multiusos. Además, entre otros ejemplos que se pueden poner de lo que mucho que queda por añadir a la oferta de la ciudad, estaría la riqueza arqueológica de Marroquíes Bajos, lamentablemente abandonada, salvo algunos trabajos esporádicos este verano que por cierto siguen aumentando el inmenso valor patrimonial de esta zona de Jaén que ya tendría que haber sido Parque Arqueológico, y lo mismo se puede decir de la iglesia de Santo Domingo, otra gran olvidada por las administraciones, que hicieron vanas promesas, y donde ahora también, en unos trabajos esporádicos, ha saltado la sorpresa de nuevos e importantes hallazgos. Quiero decir, en resumidas cuentas, que la ciudad de Jaén tiene ya una oferta para el turismo muy importante, pero cuando exista voluntad política, inversiones y fe en el futuro, las posibilidades pueden crecer considerablemente.   

Por lo demás me gustaría que las palabras de los políticos se correspondieran con los hechos y que esta provincia apostara mucho más por el desarrollo del turismo, porque está más que demostrado que en este sector hay posibilidades de crecimiento, de promoción y por supuesto de empleo. Por último recordamos que pese a meritorios esfuerzos, en gran medida seguimos siendo una tierra de paso, y hay un gran potencial de visitantes a los que tenemos que saber atrapar con nuestros recursos para que descubran a la gran desconocida.

Muchas ciudades quisieran para ellas ser ‘paso de caravanas’; tenemos en esta ciudad un enorme potencial, un diamante en bruto para experimentar fórmulas para un turismo singular y diferente. A ver qué novedades nos seguimos inventando, la política turística hay que hacerla sobre todo de puertas para afuera, hacia el exterior, por eso hay que estar en disposición de sumar. Consistorio jienense y Diputación deberían colaborar más estrechamente, a la ciudad le interesa integrarse plenamente en ese paraguas que tiene la Corporación provincial para poner en el escaparate, en lo más alto posible, los intereses turísticos. Es un momento para las luces largas y para aunar esfuerzos que beneficien a los recursos espléndidos que tiene esta maravillosa ciudad de Jaén.

 

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