La actualidad está repleta de acontecimientos. La pandemia que ha venido para quedarse y que tal vez debería preocuparnos más de lo que ahora parece que lo hace, porque las cifras no invitan al optimismo, más bien creo que nos hemos acostumbrado a vivir con esta incertidumbre y a toda costa hay una propensión a hacer normal lo que no lo es. Los datos de cada día y las declaraciones solemnes y de advertencia de las autoridades que tienen las competencias para decidir, por ejemplo en su visita a Jaén el presidente de la Junta, Juanma Moreno, nos sitúan en el escenario real cuando dice que se avecinan tiempos difíciles y que es bastante probable que haya que adoptar medidas que no serán populares. Los registros que de momento nos inquietan en la provincia son más de 1.500 pacientes activos, que hace un mes eran apenas una treintena, esta es la evolución, y medio centenar largo de ingresados en nuestros hospitales, de ellos ocho en las unidades de cuidados intensivos.
El monumento erigido a los héroes de la covid 19 en el barrio de Las Fuentezuelas, debería servir para recordarnos momentos duros de la crisis, pero también para mostrar sentimientos de solidaridad a quienes no deberíamos someter de nuevo, por nuestra dejación de responsabilidades personales, a pasar por una presión tan dura. ¿O ya nos hemos olvidado de tan buenos propósitos de aquellos días de marzo, abril y mayo, cuando afloraban tan nobles sentimientos?
La noticia política de la semana ha sido, sin ninguna duda, la presencia ayer en la hermosa ciudad de Úbeda, del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Con independencia del gesto y del marco, lo que nos interesa subrayar son los mensajes que el gobierno de la comunidad ha traído para nuestra tierra. El más importante, sin duda, que la ITI por fin se va a hacer presente y que en la parte que afecta a la competencia institucional de la Junta se pone en marcha. Algo es algo, estamos hablando de inversiones programadas por más de 220 millones de euros, que son para la provincia como agua de mayo y de los que ahora se anuncian 90 para 29 proyectos, hay plazo hasta 2023, nos dicen para que nos hagamos a la idea. Cuesta arrancar proyectos en Jaén, baste decir que de la ITI a la que nos referimos se empezó a gestar hace casi cuatro años y que ha habido que lidiar con numerosas incidencias.
La Junta da un paso al frente y dice ofrecer eficacia, ya se verá, mientras tanto la Administración central no ha dicho una palabra sobre la parte que le toca, una cantidad similar, y pocas voces lo han demandado con exigencia, desde el ámbito político. La plataforma ciudadana Jaén Merece Más, otra vez se ha quedado sola en urgir un dinero y un compromiso con Jaén, que insisto, da la impresión que a pocos le duele.
Por lo demás la Junta acaba de plantear una iniciativa, junto a la imprescindible Caja Rural de Jaén, y entre las dos han creado una entidad que parte con 80 millones de euros, aportados al 50 por 100, para que sea el soporte de apoyo a iniciativas y proyectos empresariales. Esta es la clase de política que se necesita en Jaén, más realidades. Cierto que la Junta tiene mucho margen para demostrar compromiso, aunque es también verdad que tiene pendiente con Jaén muchos deberes, en su mayoría heredados, pero esto no es óbice para dejar de retarle, sobre todo para que cumpla con la palabra dada. Se observa un favorable deseo por parte de PP y Ciudadanos en el gobierno de la autonomía en dar respuestas a Jaén. De momento hay que valorar cada paso con cautela, no queremos caer en el triunfalismo de la secretaria general de los populares andaluces, Loles López, cuando ya afirma rotunda que Jaén está despegando, una de estas frases hirientes para el territorio que distancia más a los políticos de los ciudadanos, que ya no se callan y saltan en las redes a la primera de cambio. Pero hay que ser justos y al menos reconocer que Juanma Moreno y algunos de sus consejeros, singularmente Juan Marín y el “nuestro”, Juan Bravo, son conscientes de que hay zonas y provincias, como en nuestro caso, que demandan una especial consideración, da igual que sea un plan específico o que las inversiones rompan la racha de los agravios y empecemos a notar que hay un gobierno que es capaz de vertebrar y establecer los necesarios equilibrios territoriales y no provocar injusticias. Ahora bien, que lo hagan o no eso ya es otro cantar.
Lo presentado en Úbeda a bombo y platillo es un reparto más o menos equitativo entre provincias, la discriminación positiva por ahora al menos brilla por su ausencia, por mucho que los dirigentes populares alardeen en las redes de que estamos poco menos que en el séptimo cielo. Pues no. Basta echar un vistazo a la prensa de las diferentes provincias para detectar que hay café para todos, ojo, como debe ser, en eso se basa el principio de solidaridad. Pero en el caso de Jaén hay un pendiente que se llama deuda histórica, que es lo que los actuales gobernantes prometieron y los ciudadanos demandamos.
Del resultado de la reunión de Úbeda ha habido de todo, acuerdos y también un poco de marketing, puesta en escena y ruido mediático. Anuncian una movilización de más de 800 millones entre la iniciativa pública y privada para reactivar la economía y amortiguar el impacto de la covid-19 y se dan un plazo de dos años y medio para ver resultados. Siempre digo lo mismo como militante del escepticismo que soy, por sus obras los conoceréis, veremos si se cumple el slogan con el que han venido los políticos: “Compromiso firme, rotundo y sincero”. Del montante anunciado hay inversiones con cargo al Plan Andalucía en Marcha, 640 millones para Jaén, es decir, su cuota parte, sin más, 350 millones para la Ciudad Sanitaria (que se agradecen al fin), 72 millones para iniciar la Ciudad de la Justicia y otras partidas. Sobre el tranvía de Jaén el presidente ha preferido salirse, nunca mejor dicho, por los Cerros de Úbeda: será realidad antes de que acabe esta legislatura. Así no peca de optimista y le dejamos respirar.
El tiempo dirá si la reunión de Úbeda marca un tiempo nuevo. Me fío poco, lo confieso, de las grandes declaraciones políticas y más cuando van acompañadas de parafernalia. Todavía retengo en la memoria gestos políticos como el que hace diez años, cuando vino Griñán a Jaén, en plena pelea con la ejecutiva provincial de su partido, presidió un Consejo Andaluz de Universidades para aprobar por la vía rápida una Facultad de Medicina para la Universidad de Jaén. Quedó para la historia, fue un engaño monumental y no creo que nadie rebata esta afirmación. A día de hoy entiendo la labor de oposición del PSOE, pero no lo tiene fácil, suele ocurrir cuando hay memoria y hemerotecas.
De los asuntos locales, el que manda en las últimas semanas es el objetivo lanzado por la concejalía de Promoción Económica del Ayuntamiento de Jaén, de la que es responsable María Cantos, para lograr que la capital se convierta en sede de un centro logístico del Ejército, que está sumando numerosas adhesiones y también consenso político. De conseguirse estaríamos hablando de inversión, de empleo y de una dotación de efectivos muy importante, y hay sitio de sobra en el Parque Empresarial Nuevo Jaén, que por fin podría tener una función por encima de cualquier sueño. Sabemos que hay varias ciudades que optan a este premio gordo de la lotería, pero finalmente parece que habrá que decidir entre Toledo y Jaén, y nuestra ciudad se ha situado muy bien, especialmente tras presentar su proyecto, muy bien armado, con la ambición de ganador. Es un momento para demandar movilización y apoyo social, todo cuenta para lograr para Jaén el que podría un revulsivo y un foco de atracción para otras empresas e inversiones, por eso nos estamos jugando tanto.
En el ámbito político lo más destacado es la invitación de Francisco Reyes, en los “Diálogos Nuevo Milenio” de Diario Jaén, para la unión de las administraciones y la sociedad en un momento especialmente delicado para la provincia, en los duros momentos de la crisis sanitaria, social y económica. Parece que se estaba invitando a sí mismo, porque en este caso quien reclama la unidad debería ser quien la liderara. Por su parte el presidente provincial del PP y diputado, Juan Diego Requena, recuerda a quien le quiera escuchar, que la PAC que se avecina va a representar para Jaén la pérdida de más de 300 millones de euros. No sé si el PP sabrá vender bien este dato tan significativo, los socialistas que son catedráticos en montar campañas, ya hicieron lo propio con la PAC actual. Es decir, donde las dan, las toman. Pregunto, ¿y ahora, qué? Lo peor es que con unos y con otros siempre salimos perdiendo. Por esta razón no me extraña que el señor Reyes se haya dado prisa en tener un encuentro al más alto nivel, con el ministro Planas, y me supongo el contenido de la conversación. Cuidado con los recortes. Es su papel y efectivamente hay que reconocer que no se ha cruzado de brazos. También me ha llamado la atención la moción sobre transfuguismo que anuncia Ciudadanos para el pleno del Ayuntamiento, el viernes. Parece planteada “ad hoc”, al tratar de impedir que se repita una historia pasada. Le ha faltado poner nombre y apellidos, debe ser esa la razón por la que se ha pedido votación nominal. Alguien se ha preguntado también en redes si además del transfuguismo político se va a contemplar el programático. Lleva dinamita…
Aunque el verdadero tema de la semana, lamentablemente, no ha sido otro que el escandaloso vídeo que muchos hemos podido visionar de una cruel paliza de una menor a otra, mientras colegas grababan las escenas violentas y encarnizadas para enseñarlas después en las redes sociales. Este tipo de conductas y en menores se están dando con mucha frecuencia no ya en la provincia, en todo el territorio, y de vez en cuando nos sublevamos al conocer estas historias por las que tenemos que sentir vergüenza como sociedad, porque algo estamos haciendo mal cuando proliferan este tipo de comportamientos tan despreciables.
Foto: Reunión, ayer, del Consejo de Gobierno de la Junta, en el majestuoso marco del Hospital de Santiago de Úbeda.
(Un resumen se ha emitido, como cada miércoles, en la programación matinal de Onda Cero Jaén)
