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JAÉN, 11 DE OCTUBRE DE 2017 

El consejero de Fomento y Vivienda de la Junta, el alcalaíno Felipe López, ha sido hoy el encargado, junto a la delegada del Gobierno, Ana Cobo, de presentar los Presupuestos de la Junta para 2017 en la provincia. Una vez más las cuentas no están provincializadas, por tanto la valoración se puede hacer sólo en términos relativos, no podemos tener una visión global y tampoco es posible comparar el trato a Jaén con el de otras provincias, en orden al equilibrio territorial en el que tradicionalmente hemos salido mal parados.

Tengo que reconocer que este año, a diferencia de otros anteriores, han vestido mejor la oferta de la Junta, para hacerla más llamativa y creíble, de todas formas es el montante económico, además de las actuaciones concretas, lo que da idea de lo que se invierte y del juego que las partidas destinadas a Jaén tienen en la creación de riqueza y empleo, vital para esta provincia. Y como ese montante no existe, podemos elucubrar pero nos falta información, en resumen, hay mucho discurso pero pocas concreciones y esta es la principal dificultad que advertimos.

Lo primero que hace falta es que se haga todo lo que figura en el apartado de los compromisos. Lo que ya se anunció a bombo y platillo semanas atrás fue la promesa del tranvía, y el consejero se ha referido al Ayuntamiento, que en su opinión es el que tiene que mover ficha. Ya lo venimos advirtiendo, es complicado el acuerdo cuando el Consistorio lo que viene demandando es que la institución autonómica sea quien cargue por entero con el coste del sistema tranviario, en razón a su ruina económica. Mover a alguna de las partes se ve muy complicado, por lo que las previsiones optimistas de que el tranvía eche andar este año hay que ponerla en tela de juicio. Y no es lo que deseo.

De todas maneras Felipe López ha dejado entreabierta una puerta a un cierto optimismo, al señalar que una vez que se conozca el resultado de la auditoría que se está haciendo, por encargo del Ayuntamiento, la Junta hará una “última propuesta”, aunque no ha informado de la cantidad asignada, pero hay que confiar en sus palabras: “Apoyaremos al Ayuntamiento suficientemente para que acabe entendiendo que no debe tener otra opción” que la puesta en marcha del tranvía. Si entrara en servicio el dichoso sistema tranviario, daríamos por buenos todos los presupuestos, porque lo que es indignante es mantener la situación actual.

El presupuesto contempla una dotación pequeña para el Museo Íbero, por importe de  4 millones, para actividades, programación y personal; figura el respaldo a la UJA con  75,5 millones, a lo que habrá que añadir, se supone, la importante deuda aún pendiente; se establecen mejoras para el Complejo Hospitalario, y, por descontado ninguna alusión a la Ciudad Sanitaria, lo cual no nos produce ya la más mínima sorpresa; aparece la dotación de un millón de euros para el proyecto del Olivo Arena, que parece que lleva el objetivo de cumplir con su plan de construcción; se registra de nuevo la rehabilitación del Convento de Santo Domingo, que es un clamor popular, aunque no se da fecha ni presupuesto, y asimismo figuran resolver el conflicto para construir el Conservatorio, que lleva un considerable retraso, y los estudios previos para la Ciudad de la Justicia, junto a la posibilidad de cambiar de ubicación por el nuevo escenario abierto en Marroquíes Bajos. Cuando vimos que este asunto había salido como destacado en la reunión del Consejo de Gobierno de la Junta, ayer martes, llegamos a pensar que la consejera de Justicia, Rosa Aguilar, se había propuesto reconciliarse con Jaén y desde ahora pisar el acelerador. Nada más lejos de la realidad.

En resumen, estos capítulos son los que logra la capital en las cuentas de la Junta, aunque el consejero ha puesto mucho énfasis, así como la delegada, en el resto de actuaciones generales de las que se benefician los vecinos de la capital  en los planes de lucha contra la pobreza y la desigualdad, las bonificaciones de matrículas de alumnos de la UJA que afectarán a casi 10.000 estudiantes, y los casi doce millones que se destinan a incentivos empresariales. Hay una serie de obras menores y luego aparece un conjunto de actuaciones de diferentes consejerías para llevar a cabo en el conjunto de la provincia. Ni que decir tiene que algunos de los capítulos ni siquiera tendrían que apuntarlos, es claro tienen que pagar a los funcionarios y mantener los servicios que dependen de la comunidad autónoma, y pagar las pensiones no contributivas, y la dependencia, etc., etc., pero esto ocurre en Jaén y en el resto de provincias. Los políticos se vuelven locos con las calculadoras y los números, aunque a veces se trate de vender lo invendible o de abrumar con cantidades, tengan o no justificación.

Se quedan muchos proyectos pendientes y algunos de los que figuran son inicios de actividad y se llevarán aún bastante tiempo. Siempre he pensado que es un papelón para cualquier político asumir la responsabilidad de anunciar unos presupuestos, a sabiendas, eso creo al menos, de que no se dan todas las buenas noticias que la sociedad estaba esperando. Pero hay que reconocerle a Felipe López que tiene habilidad y tablas para superar estas situaciones y mantener un discurso que dulcifica las peores expectativas, aunque es verdad, quiero ser justo, que ha habido años peores. Hoy el objetivo principal era transmitir que la provincia se suma a la política de la Junta y que estas cuentas de 2018 pretenden afianzar la recuperación económica, las rentas y la mejora de los servicios. El político alcalaíno lo ha resumido todo en esta frase: “Los Presupuestos pretenden conferir estabilidad política y confianza económica”.

Sentimos decepción porque, aun reconociendo que si se hiciera todo, que no va a ser así, se estaría avanzando, el problema es que no aparecen inversiones cuantiosas que son las que necesita la provincia de Jaén en este momento crucial, donde hay mucho paro y malas expectativas económicas. No se nos ha olvidado aún que el pasado año, según los datos de sectores empresariales, la inversión pública en la provincia, por parte de las diferentes administraciones, fue la menor de Andalucía, con cantidades verdaderamente irrisorias. Ya no se trata de cumplir los compromisos adquiridos con Jaén en infraestructuras y proyectos concretos, sino que hay que responderle a esta tierra con los mismos argumentos a los que se apela por parte del gobierno andaluz, hay que robustecer la economía jienense y esto no se hace más que con esfuerzos inversores. 

Lo cierto es que los políticos responsables y la Junta como administración, saben perfectamente que los jienenses siempre nos hemos conformado con poco, la terminación de obras que simbolizan la cámara lenta que la Junta aplica a su trato con Jaén y sus infraestructuras, y nos acordamos, una vez más, de lo que pudo ser y no fue, lo que hubiera cambiado en esta ciudad si en lugar de dedicar 120 millones de euros al tranvía a ninguna parte, o además de eso, el dinero se hubiera destinado a dotar a esta capital de su Ciudad Sanitaria, tan suficientemente justificada, y por iguales razones, la Ciudad de la Justicia, en ambos casos para evitar la dispersión de centros que suponen gastos y molestias para los ciudadanos. Ya sobre el primero de los proyectos algunos han arrojado la toalla. En cuanto a la Ciudad de la Justicia, ¿cuán largo me lo fiáis! La siguiente parada serán los Presupuestos Generales del Estado, que parece van a ser prorrogados a causa de los problemas de la crisis secesionista. Por tanto dan muy escaso margen para el optimismo.

 

Foto: Felipe López y Ana Cobo presentando hoy los Presupuestos de la Junta para el próximo año y haciendo algunas concreciones sobre la parte de la tarta que va a corresponder a Jaén.

 

 

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