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El ambiente social está que arde, esta semana y a costa del aislamiento ferroviario de Jaén. Las redes sociales son estos días el mejor termómetro para medir el grado de indignación de los jienenses, sobre todo al saber que el AVE Granada-Madrid tiene que hacer un trayecto larguísimo, a todas luces incomprensible, en lo que parece una estrategia premeditada para evitar territorio de nuestra provincia. Lo que ocurre es que aquí casi siempre reaccionamos tarde porque estamos hablando de una infraestructura proyectada hace veinte años, y lo verdaderamente extraño es que los políticos de Jaén no advirtieran de la barbaridad que se iba a cometer. La pregunta que hay que formularse directamente es ¿para qué están los políticos de Jaén?, tantos como tenemos y que nos representan en las administraciones, en los parlamentos, también en un ámbito más local, la Diputación y los ayuntamientos que tendrían que interesarse por todo lo que nos pueda afectar. Pues nada. A buenas horas, mangas verdes, para quejarnos del recorrido del AVE Granada-Madrid, cuando ya no tiene solución, y hemos tenido nada menos que veinte años para hacerlo.

Pero al menos queda el profundo malestar que provoca no solo este hecho de la buena nueva para Granada, que por otro lado nos alegra porque también lo merece y ha sufrido un castigo importante durante años en materia ferroviaria, aunque lo de Jaén no tiene parangón, nos han ido desmantelando de una manera lenta y decidida numerosos servicios de trenes y las quejas, cuando las ha habido, han durado cuatro días y nadie ha protestado enérgicamente por ello, entre otras cosas porque los políticos nos han ido engañando con declaraciones grandilocuentes, como ellos bien saben hacerlo, y además hasta hace bien poco actuaban a sus anchas porque la sociedad civil estaba adormilada, y aún sigue pero ya bastante menos desde que surgieron colectivos como la plataforma “Jaén Merece Más”, que como no baja la guardia en sus reivindicaciones y le canta las cuarenta al lucero del alba, sin partidismos y con argumentos, siempre con Jaén como bandera, se ha vuelto incómoda para el poder, entre otras razones porque han estado muy mal acostumbrados. Lo cierto es que Jaén no avanza y en estos días todos nos hemos dado cuenta, también la ciudadanía en general, que en la situación en que nos han dejado poco podemos confiar en el futuro, lamentablemente es así.

Hoy toda España se ha enterado en el programa “Espejo Público” de Antena 3 TV, de los problemas de incomunicación y de aislamiento de Jaén, se ha sabido que Jaén sufre abandono y que nos quedamos sin trenes por el ninguneo histórico del poder, mejor dicho, de los poderes, todos por igual. Además, la situación ha dado pie para trasladar la inquietud de toda una provincia al telediario de la cadena citada. Por lo que me cuentan Juan Manuel Camacho, un jienense que está dando la cara  como portavoz de la plataforma y que tiene que sufrir en primera persona las críticas de quienes no estaban acostumbrados a la fortaleza de la sociedad civil, se ha quedado sin tiempo para “vender” Jaén, porque pensaba invitar a todo el país a conocer la Catedral, las ciudades de Úbeda y Baeza, los Baños Árabes, los museos, Parques Naturales…Mientras, en las redes sociales los jienenses se expresan con toda rotundidad, frases como “que se conozca esta triste realidad”, “lejos de haber invertido en nuestro progreso, se han dedicado a ir desmantelando lo poco que teníamos”, “Jaén es la olvidada de Andalucía gracias a los políticos”, “más aislados que nunca” o “lo que se viene haciendo con Jaén es una vergüenza”. La situación es extrema y ahora caben dos salidas. Una pedir responsabilidades a toda la clase política de los últimos veinte años que no han movido un dedo por el ferrocarril en Jaén. Dos, exigir a los políticos que en este momento tienen el mando para que cojan el toro por los cuernos y de una vez por todas saquen a Jaén de la situación indigna en la que se la ha situado en servicios ferroviarios. Si no son capaces de conseguirlo, deberían tener la decencia política de marcharse. Por cierto, la viñeta que está circulando del dibujante de Diario Jaén, Juancarlos Contreras, es sencillamente genial, describe en cuatro trazos lo que pintamos en el mapa ferroviario, especialmente en la comunicación recién abierta por AVE entre Granada y Madrid. Es decir, nada. Chapó!!!

En cuanto al Ayuntamiento, en principio nada que alegar al atracón de noticias que emanan estos días de esta institución. Son nuevos y se les nota que llegan con ganas, ojalá que sean capaces de mantener este ritmo durante el mandato que dura cuatro años y que el gobierno local que se ha conformado sepa estar al pie del cañón, a las duras y a las maduras. La letra suena bien, pero la música ya es otro cantar, lo extraordinariamente positivo de esta nueva era que estrena Jaén es que a los que residimos aquí, con toda seguridad, al menos a una inmensa mayoría, nos agrada ver que hay políticos que sueñan una ciudad y tratan de plasmarla, y lo hacen a velocidad de vértigo, tratando de recuperar el tiempo perdido. Ya vendrán momentos para la desilusión, para echar el freno, para plantarse ante la evidencia, en especial la falta de recursos, porque corporaciones manirrotas han expoliado nuestro futuro. Pero una cosa es el pragmatismo, poner los pies en el suelo, y otra muy diferente rendirse. 

Creo que tanto el alcalde, Julio Millán, como su socia de gobierno, María Cantos, son conscientes de las dificultades, pero tampoco se trata en todos los casos de conseguir avances de hoy para mañana, que también, sino de diseñar un modelo de ciudad con una visión más abierta, por eso es tan oportuno que se vaya haciendo acopio de necesidades para ir abordando una a una. La estación intermodal, por ejemplo, de la que ya se ha empezado a hablar, es un viejo proyecto que se encuentra en la misma situación de hace diez años, no se ha avanzado absolutamente nada, ni siquiera hay una decisión sobre el lugar donde tiene que ir, sobre lo que la ciudad está dividida, como en casi todo. Encima, dice la subdelegada del Gobierno, Catalina Madueño, que en la Administración central no hay constancia de que Jaén persiga esta infraestructura, con lo cual tenemos que convenir que los políticos locales y algún que otro ministro, nos han engañado cuando nos han hecho creer, tan ingenuos como hemos sido siempre, que el asunto estaba marchando. Ya en 2011, y lo recuerdo bien, el entonces ministro de Fomento, el socialista José Blanco, lo daba prácticamente por hecho de hoy para mañana. Esta es la seriedad de la política que nos ha tenido entretenidos en buena parte del trayecto democrático. Buenas palabras y nulas realidades.

Tal es la acumulación de asuntos que dependen en primera instancia del Ayuntamiento, que el alcalde ha establecido un orden y lo primero que se le ha ocurrido es la creación de mesas, una para la peatonalización, otra para los Puentes y urbanizaciones por regularizar, otra con el Obispado para concretar asuntos, entre ellos la utilización del patrimonio religioso para aumentar la oferta turística. y supongo que habrá más. Millán sabe y por eso está actuando con tacto político, que el Ayuntamiento lo que puede hacer con los medios de que dispone es impulsar y que la gestión va a requerir de las ayudas que se consigan tanto de la Junta de Andalucía como de la Administración Central. Con la subdelegada del Gobierno ya se ha hablado de la recuperación del Paraje de Los Cañones, unas obras que no llegan para las cubiertas de la Catedral, la dotación para el Museo Íbero para que se convierta en referente nacional, etc. Se les ha olvidado un tema muy importante, la Inversión Territorial Integrada (ITI) en la que el Gobierno de España tiene que soltar los mismos millones que la Junta de Andalucía, es decir, 222, para el periodo de desarrollo del plan que suponemos que en algún momento se va a poner en marcha. También son importantes las reuniones mantenidas con colectivos del comercio, pero no con uno, sino con todos, y con bastante consenso por ahora, en concreto hoy se ha presentado la campaña «MÜY Centring», que invita a consumir en comercio de proximidad para dinamizar el centro de Jaén, una gran iniciativa. También ha habido ya contacto con el movimiento vecinal para impulsar la participación ciudadana que ha cojeado en la última etapa de manera ostensible, y esto no es una crítica sino una evidencia. Y además el día 1 de julio, por consenso, se harán algunos retoques en el sentido del tráfico. Sesteando no se puede decir que esté el nuevo equipo de gobierno, las cosas como son.

Pero tenemos que seguir haciendo preguntas ¿qué es lo que esperamos del Ayuntamiento? Que actúe con urgencia sobre los problemas que requieren atención inmediata y que al mismo tiempo siga diseñando el Jaén del futuro, porque la ciudad es imparable y de alguna manera de aquellos polvos estos lodos, lo que no se hizo bien hace 20 años es lo que nosotros ahora estamos sufriendo, se trata de dejar la mejor ciudad posible a nuestros hijos y nietos, esa es la responsabilidad del Consistorio.  Esperemos que esta tarea sea posible en esta cohabitación que se acaba de inaugurar para cuatro años. Nadie ha dicho que esto tenga que ser un camino de rosas, ninguna relación a dos en la trayectoria del Ayuntamiento lo ha sido, pero de eso se trata, de revalidar cada día el empeño por un Jaén mejor, en ver lo que les une más que lo que les pueda separar, en aprovechar esta oportunidad que a ambos partidos en el gobierno les brinda la historia para defender esta hermosa capital andaluza. Además creo que los dos políticos que lideran las formaciones de gobierno, en cierto modo se complementan. Julio Millán es serio, decidido y resolutivo, y durante años se ha preparado para esta responsabilidad, cultivando la paciencia y también la humildad. Le leí en la entrevista en el Diario Jaén una idea que así me lo confirma, “no soy alcalde, estoy de alcalde”. María Cantos, a quien admiro desde hace muchos años por lo mucho y bien que trabajó en el movimiento vecinal, es una mujer de carácter, más apasionada, pero tiene muchas ganas de ser útil a su ciudad y a pesar de que mucha gente se le ha echado encima, ella y su grupo han sido los que más han expuesto en esta apasionante aventura y tienen el deseo de acertar como el que más. Están llamados a entenderse, creo que se van a llevar bien por sus diferentes caracteres, pero repito que la relación a dos es complicada y solo el amor a Jaén puede superar los obstáculos que no han de faltar. No quiero pensar en otro escenario.

Quien parece que está desaparecido en combate es el exalcalde, Javier Márquez. Leí con atención sus declaraciones a Diario Jaén, bueno la suya y la de los otros protagonistas de la nueva etapa municipal, y entiendo que después del esfuerzo, sobre todo de los últimos meses, la decepción electoral, los problemas con su partido, etc., se le haya bajado la moral. Antes estaba de manera permanente en las redes sociales, ahora ha abandonado o es muy testimonial. Tuvo encima la mala suerte de que “su” PGOU saliera tan mal parado y a su pesar y tampoco ha podido ver convertido en realidad su joya de la corona, el centro comercial Jaén Plaza, que a pesar de las dificultades, va camino de salir adelante y estos días se están dando a conocer imágenes virtuales que lo recrean. A pesar de todas las polémicas, la gran superficie estará ahí y aparte de otras aportaciones, la más importante va a ser la inyección en puestos de trabajo. Los que se oponen a todo se preguntarán por la clase de empleo. Pero en una ciudad con 10.000 parados, poco más o menos, un área comercial de estas características va a ser una excelente noticia. Y fue Márquez el principal impulsor, al menos no le neguemos esta satisfacción a un alcalde que le tocó gobernar en uno de los peores momentos de la vida de Jaén, sin dinero, con una trampa supermillonaria y sin apenas ayudas. No le deseo esta situación al alcalde que acabamos de estrenar.

En fin, espero que el PSOE en el Ayuntamiento sea capaz de encontrar ayuda en Madrid, cuando se forme el Gobierno, que a este paso Dios sabe cuándo se consigue, y pueda pelear con los ministerios afectados en obras de importancia para Jaén, y que Ciudadanos haga lo propio con la Junta de Andalucía, donde está el mayor número de competencias para echar una mano a la ciudad. Estas ayudas son absolutamente imprescindibles para que Jaén se levante, por el contrario habrá mucha propaganda, podremos dar vueltas a la noria, pero no saldremos del pozo. Con la Junta hay una lista de espera que veremos si la colaboración entre instituciones logra ir sacando temas adelante. Uno de ellos, que reclama atención desde hace años, cuando la Unesco decepcionó el clamor popular, es la declaración de la Catedral como Patrimonio de la Humanidad. Requiere una actuación enérgica desde el Ayuntamiento, que no ha existido en los últimos años, y también disposición y colaboración desde la Consejería de Cultura de la Junta, que tampoco ha habido, las consejeras, porque en su mayoría han sido mujeres, en la Junta gobernada por los socialistas, no hicieron nada por esta aspiración de Jaén, nunca sentimos el calor y el apoyo como sí ha ocurrido en otros casos como Medina Azahara, con la que se volcaron. Ahora hay que empezar y ojalá se haga con más éxito que en la anterior oportunidad. El reto le corresponde al superconcejal José Manuel Higueras, de quien dependen áreas que pueden seguir proyectando a esta ciudad.

Lo reclama el sentido común, nuestra autoestima, el orgullo de tener una Catedral de excelencia, y la opinión de los visitantes. Estos días ha sido especialmente comentada la queja planteada en redes sociales por un malagueño tras su visita a la seo jienense. Les dejo parte del texto porque no tiene desperdicio. Dice así: “Habiendo visitado los dos días anteriores Úbeda y Baeza, paramos en Jaén para visitar su majestuosa catedral…Vergüenza ajena me dan los políticos culpables de que no se reconozca, no se publicite y no se valore esta soberbia, magnífica, bella y exuberante catedral casi plenamente renacentista…Es quizás la catedral más hermosa que he visto nunca (y he visto muchas)…Me entraron ganas de llorar de pena al ver que no había nadie viendo la catedral de Jaén cuando entramos. Es una absoluta obra maestra…Quien considere excesivo cinco euros por la entrada es que no sabe valorar el arte…Haced lo necesario para que sea declarada Patrimonio de la Humanidad, lo merece muchísimo más que otras catedrales que ya lo son”.

Lamento mucho como jienense que siempre he tratado de defender el soberbio monumento, que tengan que venir de fuera a recordarnos la joya que tenemos y a señalarnos el camino que deberíamos emprender con ella. Está en lo cierto el visitante malagueño, en Jaén somos de otra pasta, especialmente los que tienen que tirar del carro, que son los políticos, que de vez en cuando se acuerdan que existe el templo, se hacen fotografías con él como fondo, absolutamente todos, pero no han sido capaces en casi ocho años desde el mal trago de la Unesco, de promover un nuevo expediente, a pesar del apoyo explícito de la Universidad de Jaén. Incluso se ha consentido que la ciudad rebaje sus expectativas porque nadie ha sido capaz de mantenerle la ilusión en este reto. Otros dicen simplemente que para nosotros ya es Patrimonio Mundial y que no necesitamos reconocimiento formal. Pero que le pregunten a las ciudades de Úbeda y Baeza cómo les ha cambiado la vida desde que obtuvieron el “papel oficial”. Es de esperar que este nuevo Ayuntamiento, porque esto de lo que más requiere es de voluntad política y de creérselo mucho y apostar por ello, retome una senda abandonada por esa desidia jienense que además es contagiosa. Si algún día lo consiguiéramos tendrían que repicar las campanas de los templos de todo Jaén porque sería otro síntoma de que empezamos a despertar de una larga siesta. En fin, para no amargarme en exceso busco una frase bonita sobre Jaén para venirme arriba y recurro al periodista K-Hito, natural de Villanueva del Arzobispo: “Jaén, oro en panes, delicado y sutil, para verlo con los ojos del alma”. Con los ojos del alma, ya decía yo…

imagen: Una viñeta genial del dibujante de Diario Jaén, Juan Carlos Contreras, que todo el mundo comparte estos días. En cuatri trazos define el aislamiento ferroviario de Jaén.  

 

 

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