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Desde que hace algún tiempo se supo que Ferias Jaén podría asesorar para la celebración de otras ferias del olivar y el aceite en otros países igualmente con presencia importante del cultivo, empezaron a surgir voces contrarias, con el argumento de que se podía estar dando el caso de enseñar todo lo que ya sabemos, por la experiencia de más de treinta años, a quienes forman parte del sector pero al mismo tiempo no dejan de ser competidores. Precisamente estos días ha estado en Jaén una delegación de la ciudad marroquí de Meknes, con una población superior a los 600.000 habitantes, y que moltura más de la mitad de la producción de aceituna de todo el país. Pues bien, el compromiso de Ferias Jaén es prestarle apoyo técnico y de gestión en las ferias que piensa celebrar en los años pares, de modo que no coincida con la cita jienense. Marruecos no es el único país que ha venido a informarse de cómo se desarrolla una feria tan importante como Expoliva o a conocer el cultivo de olivar en la geografía jienense, nuestros 66 millones de olivos, y cómo se lleva a cabo la producción del aceite.

Sabemos también que cada día se llevan a cabo en el mundo nuevas plantaciones de olivo y desde Jaén, más que sentirlo, deberíamos alegrarnos, porque se expande una riqueza en la que nosotros somos pioneros, también tenemos el orgullo de poseer la mayor extensión mundial con nuestro bosque olivarero, al tiempo que presumimos como mayor productora de aceite de oliva del mundo. Solo que desde Jaén no podemos poner puertas al campo y tenemos que asistir a la expansión de los olivares en el mundo con toda normalidad.

Creo que no tiene mucho sentido tener miedo a enseñar al que no sabe y entiendo que carece de fundamento que cunda el alarmismo de que nos pueden copiar lo que nosotros hacemos muy bien, porque la Expoliva es hoy el gran referente mundial, por eso vienen a informarse. Si existe algún temor a que la Expoliva corre algún riesgo es que no tenemos confianza en nosotros mismos, en nuestras posibilidades, en que si la Feria Internacional del Aceite de Oliva e Industrias Afines goza de prestigio internacional es porque desde Jaén tanto Ferias Jaén como la Fundación del Olivar y todos los agentes que han trabajado en favor de este acontecimiento bienal han trabajado duro hasta hacerla grande y posicionarnos en el lugar privilegiado en el que nos encontramos. Pienso que no hay competencia posible, fuimos la primera y en torno al sector ya hay muchas citas, algunas incluso en la provincia, al tiempo que se abren paso por el mapa olivarero mundial, pero la excepcionalidad de Jaén nadie la discute, su nivel de solvencia internacional, con la presencia en cada edición de decenas de países de los cinco continentes que le han dado a Jaén su capitalidad y nos han convertido en el centro neurálgico estratégico con repercusión mundial.

Con Expoliva los organizadores han demostrado en Jaén su capacidad e iniciativa, de manera que Jaén cuando se pone hace muy bien las cosas y esta experiencia debe servir de impulso y ejemplo a otros proyectos en los que Jaén quiere posicionarse con el mismo prestigio. Nuestra Feria está más que consolidada y nadie nos va a quitar el puesto, estamos en el pináculo, producimos entre el 15 y el 20 por 100 del aceite de oliva mundial, se distinguen nuestros aceites…miedo, ¿de qué? No seamos agoreros, ni pretendamos para nuestra riqueza olivarera un coto cerrado en el que nos dé pánico el simple hecho de enseñar nuestro producto emblema a chinos, a marroquíes o al lucero del alba.

Jaén ya renunció en su momento a hacer una feria anual, porque el mercado no la demanda, ni hay tiempo material para ofrecer novedades en tan corto espacio de tiempo y posiblemente tampoco sería rentable desde el punto de vista económico. Alguna voz se ha hecho oír para alternar la feria propiamente dicha con el simposio, pero se le quita un importante atractivo a la convocatoria bienal. Creo en definitiva que la Expoliva está bien como viene funcionando hasta ahora y que no hay razones para causar alarma en el sector y en la población, porque lo primero de todo es que debemos tener fe ciega y confianza en nuestras posibilidades, en toda la trayectoria de la feria, en el magnífico trabajo realizado y finalmente conviene no olvidar, pase lo que pase, que el olivar y el aceite sigan creciendo en el mundo no será más que un motivo de peso para que no abandonemos la alerta permanente que mantenemos para seguir mimando todo lo que ha conseguido hacer historia en los últimos años. Mañana mismo vamos a conocer las aceites “Jaén Selección” que promueve la Diputación y no terminamos una y ya estamos metidos en otra aventura.

Termino, otros países podrán intentarlo, estarán en su derecho porque el sol sale para todos, pero el camino que un día emprendió la provincia de Jaén con respecto a su principal riqueza, no tiene retorno. No me gusta que el pesimismo jienense para el que en muchos aspectos tenemos serias motivaciones, lo abarque todo y nos flagelemos con la primera historia que se nos ocurra.  Yo, en este aspecto, me voy a permitir confiar en las posibilidades de Jaén, la trayectoria de Expoliva desde que fue creada por mi muy querido Hermenegildo Terrados hasta hoy, son el mejor aval. Que hagan todas las ferias que quieran, Expoliva siempre será la más completa y la mejor, en el gran paraíso olivarero del mundo, que es el nuestro.

 

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