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228 ESTABLECMIENTOS CERRADOS EN EL CENTRO. He leído con atención el mensaje que ha transmitido a la ciudad la Asociación de Comerciantes y Centro Comercial Abierto (CCA) Las Palmeras, del centro de la ciudad, y la verdad es que han conseguido trasladar a la opinión pública, de manera más nítida que en otras ocasiones, el grave problema que tiene el comercio, y lo ha hecho a través de un censo realizado durante las últimas semanas en 51 calles de su ámbito geográfico, con el resultado de que de un total de 864 establecimientos contabilizados, están cerrados 228, que es un porcentaje importante, de ahí que el citado colectivo considera la situación creada de “alarmante” y en consecuencia reclama medidas. Ofrece datos tan desalentadores como que en la emblemática calle Bernabé Soriano de 49 establecimientos hay 12 sin actividad, en la calle Maestra hay 13 de 31 locales, en Doctor Eduardo Arroyo, 10 establecimientos cerrados de un total de 36 y en Doctor Civera, 21 cerrados de 51. Son unos cuantos ejemplos de calles céntricas, pero que dan una idea de que el comercio no atraviesa por su mejor momento y que las administraciones competentes, empezando por el Ayuntamiento y posiblemente también la Junta de Andalucía, deberían actuar de manera coordinada para tratar de dar respuesta a un problema que va a más y que proyecta una imagen negativa de la ciudad y es un serio hándicap en el objetivo al que se dirigen algunas propuestas electorales de hacer de Jaén una capitalidad de la provincia, pero con mayúsculas.

Hay que valorar positivamente, y yo lo hago sin reservas, que lo mismo que la Asociación de Comerciantes y Centro Comercial Abierto denuncia la situación, y lo hace razonablemente, con datos, también es capaz de solicitar un plan integral para restablecer en lo posible la fortaleza comercial del centro de la capital o al menos cambiar su actual debilidad lo máximo posible. En este sentido propone la inversión en urbanismo comercial, iluminación, engalanamiento, accesibilidad, parking, dinamización, ocio, transporte público y puesta en marcha del sistema tranviario. Son todas las peticiones entendibles pues para revitalizar todo el comercio del centro se necesitan actuaciones complementarias, en efecto una buena iluminación o unas calles atractivas, accesibles, son un plus, y mucho más si hay aparcamientos, un sistema de transporte público eficaz, del que se quejan con frecuencia los jienenses, etc. Y curiosamente se apuesta por el tranvía, es normal, un transporte como el sistema tranviario que continuamente deje usuarios a las puertas de los comercios del centro, solo puede causar beneficios a la actividad comercial de la zona.

Durante esta precampaña algunos políticos se han referido expresamente a la problemática del comercio del centro y a la necesidad de apoyarlo como acción prioritaria porque puede ser un motor de imagen, de riqueza y de empleo. Hay muchas medidas que se pueden y se deben adoptar sin tocar para nada el proceso de peatonalización, si bien hay que estar abiertos a efectuar los cambios en los casos en que la realidad demuestre que se están causando perjuicios que puedan ser resueltos solo con tomar las decisiones adecuadas. No estoy de acuerdo con empezar desde cero la peatonalización, porque en estos procesos perder dos años es un gran retroceso. Pero hay que trabajar todo lo que sea necesario porque basta darse una vuelta por el centro para quedarse con una sensación bastante pesimista. Es preocupante que por las calles más céntricas, entre ellas las afectadas por la peatonalización llevada a cabo por el Consistorio, existan todo tipo de locales que se venden, se alquilan o se traspasan, entre los que se encuentran negocios de Jaén de muchos años, incluso de toda la vida, que comparten su llegada a término con otros que abrieron sus puertas no hace mucho y que han tenido que dar por terminada la actividad porque simplemente no salen las cuentas.

Lo que me cuesta aceptar, aun respetando todas las opiniones, y más las de los representantes empresariales, que tienen la misión de velar por la defensa de la actividad comercial, es que el único culpable de este mal sea la peatonalización, a la que ahora no han aludido de manera expresa como la causante del mal, porque antes de que llegara la propuesta municipal, que ha cumplido ya más de dos años, camino de tres, aunque parezca que fue ayer mismo, ya se notaba que había establecimientos que se encontraban en dificultades y los carteles de “se vende”, “se alquila” y “se traspasa” también eran muy numerosos. No creo que la solución sea frenar en seco el proceso iniciado de la peatonalización del centro de la ciudad sino de analizar las verdaderas causas que están motivando esta situación y tratar de ponerle remedio. El problema en sí me parece grave, que una capital de provincia exhiba en sus principales vías comerciales un panorama tan atípico y desolador, cuando lo normal es que hubiera mucha competencia para ocupar los locales que se encuentran cerrados, es algo que hay que estudiar. Y por lo que se cuenta, por quienes conocen el funcionamiento de la actividad comercial, todavía es probable que empeore al panorama si como parece estar previsto con la apertura del nuevo centro comercial, alguna importante franquicia decide abandonar el centro urbano de la ciudad para ubicarse en el Jaén Plaza. Un cierre puede arrastrar otros varios.

Insisto en que me cuesta trabajo creer que hay una relación causa-efecto entre la peatonalización y el cierre de establecimientos, por tanto abogo por un estudio muy exhaustivo de las verdaderas causas, las reales, no las que podamos imaginarnos, y con ellas buscar soluciones, que esta es la obligación del Ayuntamiento, la de dar respuesta a toda la ciudadanía, pero en especial a los sectores que se puedan encontrar con problemas. Me parece muy bien que desde el equipo de gobierno se muestre simpatía por iniciativas comerciales imaginativas para colaborar a dinamizar la actividad en el centro, pero de la misma manera está obligado a mantener un ‘entente cordiale’ con el resto de colectivos, como por ejemplo los profesionales del mercado de San Francisco o la misma Federación Comercio Jaén y Centro Comercial Las Palmeras. La instancia municipal no solo tiene que relacionarse con quienes aplauden sus iniciativas sino con todas las organizaciones, incluso las que se muestran críticas, y con todas hay que hablar para mejorar el espacio público y hacer que la ciudad progrese en lugar de que se quede estancada.   

A pesar de todos los inconvenientes, yo soy uno de los defensores de la peatonalización, pienso que no admite dudas, hay que seguir con ella sí o sí, y los beneficios puede que tarden en hacerse visibles, dos años y algo es poco tiempo para un proyecto de esta envergadura, pero lo que ha funcionado en otras muchísimas ciudades que lo hicieron antes que nosotros, no tiene que ser negativo para esta capital. Es lógico que haya recelos, los ha habido en todas partes, y sectores claramente contrarios a la idea, pero con todo hay que partir del convencimiento de que los beneficios serán mucho más grandes que los perjuicios que ahora se puedan vislumbrar. La pasada Navidad fue una prueba de fuego que pienso que ha funcionado, el comercio del centro, y eso que hubo restricciones en el tráfico y muchas vicisitudes por las fechas tan especiales, saldó la campaña satisfactoriamente y fue en cierto modo un éxito de la peatonalización, que en efecto puede plantear dificultades, de hecho así es y tienen que corregirse, pero de la misma manera son muchos los efectos positivos.  

Lo que no me parece de recibo es que tampoco en esto se muestren de acuerdo todos los grupos municipales. El consenso debería presidir esta iniciativa, pero hay que partir de una coincidencia, que es bueno para Jaén, si no partimos de esta idea ya tenemos un serio problema. Por lo demás no se trata de hacer todos los cambios de un día para otro, de hecho en casi tres años todavía está el proceso en marcha y se ha conseguido establecer muchos nuevos hábitos, pero en todos los lugares ha llevado su tiempo, siempre y cuando se tenga clara la idea de que es un avance significativo para la ciudad. Por lo que se refiere al debate, siempre es bienvenido, demuestra que la sociedad está viva y que, aunque los jienenses estén divididos, como ocurre siempre que se mueve algo, hay que aprovechar todas las opiniones pero con la convicción de que la ciudad es un proyecto que no se puede parar y tampoco es posible contentar a la vez a los casi 114.000 habitantes. No se puede estar permanentemente criticando esta medida municipal, de la misma manera que el Ayuntamiento está obligado a solucionar al momento todas las incidencias que choquen con el sentido común, en especial con las necesidades de las personas, que es el primer derecho a salvaguardar.

Ya saludamos con satisfacción que el equipo de gobierno municipal del PP se hubiera dado cuenta, al fin, de que la peatonalización del centro era una asignatura pendiente. De hecho me agradó que el propio concejal, Juan Carlos Ruiz, recordara cómo en su día, la peatonalización se acometió, con éxito, en ciudades como Granada, o las más cercanas a nosotros, Úbeda y Baeza, en parte impuesto por tratarse de Ciudades Patrimonio de la Humanidad. Por tanto está bien que aunque con tanto retraso el gobierno local decidiera implicarse en esa aventura y los mismos que estuvieron en contra hace un tiempo ahora decidieran ser los impulsores. Fernández de Moya fue el enemigo número uno de esta iniciativa en favor de la modernidad y lo que pudo haberse ejecutado hace tantos años se ha hecho esperar, pero tiene que ser algo completamente irreversible. Una ciudad moderna, con un casco histórico digno de ser disfrutado por los jienenses y conocido y admirado por los visitantes, necesita irremediablemente un modelo donde se dé prioridad al peatón, para gozar de las calles más emblemáticas, con lo que también el comercio saldrá ganando. Esto es posible verlo en ciudades donde se reconoce sin paliativos el éxito de la peatonalización.

Precisamente porque la prioridad han de ser las personas, lo primero que corresponde asegurar a las autoridades municipales es que ningún barrio se sienta aislado, hundido, o padezca las consecuencias de las nuevas normas impuestas. Tampoco este puede ser el pretexto que se ponga sobre la mesa para abandonar el proyecto, que insistimos es el momento de seguir ejecutando, ahora que ya está tan avanzado, con valentía y decisión, tras sopesar los pros y los contras, porque se trata de hacer una ciudad más habitable, mejor para todos, donde nadie se sienta discriminado o perjudicado. Esto acarrea dificultades, pero para eso están los políticos y los técnicos, para hacer conciliables todos los derechos, y que al final nos quede una peatonalización ordenada en la que ganará muchos enteros la imagen de esta capital de provincia que por unas cosas o por otras siempre ha estado tan abandonada, aunque a los responsables no les guste que se diga así tan claramente.

Por supuesto que entre los asuntos que se han ido aportando para el debate, hay bastantes aspectos que nos parece muy razonable que se tengan en cuenta, solamente se trata de utilizar el sentido común, no hace falta leer las posiciones de los grandes urbanistas, hay que aplicar criterios de calidad ciudadana. Por ejemplo muchos jienenses se quejaban al principio de una cierta persecución con las motos, cuando hay que favorecer este medio de transporte, lo que hay que evitar es que el coche se haga dueño del centro, porque en muchas ocasiones lo hemos convertido en un apéndice innecesario en una población donde no hay distancias. Es verdad que para una adecuada peatonalización tiene que funcionar como un reloj el transporte público, en especial los autobuses urbanos, que como bien sabemos es un servicio que admite mucho margen de mejora, y en su día, si conseguimos poner en marcha el tranvía, será mucho más fácil llegar a la puerta misma del centro para disfrutarlo en comercios o establecimientos de todo tipo. El éxito de cada uno de ellos ya no depende solo de la peatonalización, la gente entra donde quiere o donde exista el mejor o más novedoso reclamo. Esto es algo a tener en cuenta porque la peatonalización no es un salvoconducto para que todos los comercios se salven, sino para dar vida a una zona en la que los negocios son responsables de incitar a la compra y de resultar atractivos para su clientela. Dentro de este capítulo hay que incluir la necesidad de ponerse al día, el que no lo esté, porque el cliente cada vez es más exigente y no tiene pereza para desplazarse a ciudades como Granada para efectuar sus compras. Este no es un problema de la peatonalización, es la apuesta que se tiene que hacer permanentemente desde Jaén para estar al día.

En fin, reitero un sí rotundo a la peatonalización, es un verdadero placer, insisto, pasear por Granada, pero también por Úbeda y por Baeza, Málaga, por Salamanca o por Pontevedra. En el caso de nuestro Jaén esta nueva imagen está llamada a ser ser una condición indispensable para apoyar la candidatura de la Catedral a Patrimonio de la Humanidad si algún día llega. A los que nos gusta Jaén y vemos en cada rincón un motivo para la admiración de la ciudad, pensamos que no podemos condenarla a la mediocridad, tenemos que ser ambiciosos y pensar en futuro, ahora mismo no nos gusta conforme está y tenemos la oportunidad, ahora que la política municipal se ha puesto las pilas con motivo de las elecciones. Se trata de aspirar a una ciudad más amable, más cómoda. Y, aunque a algunos parezca que le molesta, una capital para enseñarla, para que nos dé imagen y proyección.

PLENO DE REPROCHES. Por lo demás hoy se ha celebrado pleno del Ayuntamiento y el que ha podido ser el último del mandato, ante la inminencia de las elecciones locales, el 26 de mayo, no ha sido diferente a todos los anteriores. En esta ocasión se han explayado en los reproches. El PP ha llevado propuesta para investigar asuntos de antiguo con tal de contrarrestar la posición adoptada en la última sesión aceptando la comisión del “caso Matinsreg” propuesta por el PSOE, que hizo in extremis, pero que por lo visto ha sido causa de arrepentimiento. El caso es que Manuel Fernández, el portavoz socialista, en su despedida, ha definido este pleno de hoy “vacío de medidas y solo con las propuestas que lleva la oposición en mociones”. También se ha referido a los cuatro años como “horribilis”, en los que, en su opinión, lo único que ha hecho el PP es aumentar la deuda. Igualmente ha tenido palabras para el auto del juez del “caso Matinsreg” para calificarlo de “demoledor y tremendamente duro”. No esperaba un final feliz de “que se besen, que se besen”, pero tal vez un final hubiera merecido otros modos por parte de todos. Creo que la culpa es de la campaña electoral, porque los concejales antes que políticos son personas y al menos yo entiendo que no se deben llevar tan lejos las diferencias políticas. Pero es lo que hay. Por cierto que la candidata de Ciudadanos al Congreso, Marián Adán, ha solicitado responsabilidades al PP sobre la gestión del dinero público en el Ayuntamiento. Todos disparan hacia la misma dirección.

PIDEN APOYO PARA LA LÍNEA FÉRREA JAÉN-GRANADA. Y mientras tanto los socialistas, en concreto los alcaldes de una decena de localidades, y el candidato por Jaén, Julio Millán, han solicitado el apoyo de la actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en relación con su iniciativa para que sea posible la apertura de la línea ferroviaria de altas prestaciones Jaén-Granada, cuya reivindicación han presentado hace escasas fechas. El PSOE dice que en su día fue el que lideró esta propuesta que quedó aparcada por la llegada de la crisis y ahora la resucitan, si bien vuelven a insistir en que están adelantándose al horizonte que debe estar resuelto para el año 2030. Quedan once años, largo me lo fiáis…

 

Foto: En el centro de la ciudad es cierto que hay numerosos establecimientos de todo tipo que están en venta, en alquiler o se traspasan.

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