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En este momento, a falta de menos de un año para la celebración de las elecciones municipales de 2019 ya tenemos dos candidatos formales. El primero de ellos fue el actual alcalde, Javier Márquez, quien por primera vez se presentará a unos comicios encabezando la candidatura del Partido Popular, que hace semanas le dio su respaldo y parece que también, hasta donde se conoce, manos libres para componer su lista, una cuestión en la que ya debe estar trabajando el regidor municipal, que las veces que se le ha preguntado ha dicho que piensa hacer una amplia renovación, cosa distinta es si será capaz, en su momento, de echar un pulso a la dirección cuando llegue el momento de poner sobre la mesa determinados nombres. Por lo que se refiere al resto de las candidaturas se van a ir sucediendo, aunque parece que no se lo han tomado con carácter de urgencia, me refiero sobre todo al caso de Ciudadanos, donde se da por hecho que al número 1 subirá María Cantos, aunque ignoramos por el momento si se irá también a un proceso de primarias y hay más aspirantes para la carrera electoral.

El ‘efecto María Cantos’ es el que le daría interés a la confrontación en unas elecciones que se presentan especialmente reñidas y con candidaturas variadas, donde parece probable que la izquierda del PSOE vaya agrupada y aparezca en escena VOX, con Salud Anguita. En principio se atisba complicada la composición de un nuevo gobierno local, pero falta mucho tiempo y resulta muy arriesgado hacer pronósticos. En realidad todo depende de los bloques, de lo que sean capaces de conseguir el PSOE, con el grupo con base en Jaén en Común que se conforme, por un lado, y, por el otro, la respuesta tanto a PP como a Ciudadanos, aunque estos dos grupos políticos se muestran por el momento claramente enfrentados y cualquiera sabe si en ese futuro a un año vista no se ven condenados a entenderse por una cuestión aritmética. Lo predecible es que tengamos alcalde popular o socialista, si bien la sorpresa puede saltar, lo que los jienenses voten en mayo próximo sólo ellos y ellas lo saben. 

Pero bueno, el PSOE, que es lo que quería tratar hoy, ha celebrado su proceso de primarias, que se ha desarrollado, al menos visto desde fuera, con total normalidad. No ha habido sorpresas dignas de mención. La victoria ha sido del candidato ungido por la dirección desde hace tiempo, cuando accedió a la secretaría general del PSOE local, por tanto es el hombre de la confianza de Paco Reyes. No es discutible su triunfo en las urnas el pasado domingo, pero le ha votado menos de la mitad de la militancia, ha habido una abstención importante, de casi el 35% de los afiliados socialistas y el rival, reconocido “sanchista”, José Sánchez, si bien perdedor, ha obtenido un resultado digno, aunque entre ambos han mediado más de un centenar de votos de diferencia. Sánchez había tendido la mano a su compañero Millán en toda su campaña para ir juntos a la conquista del Ayuntamiento, pienso que el ya candidato debería hacer lo propio, un proceso de unidad y considerar lo bueno que pueda tener la corriente del adversario. Le vendría muy bien para conformar una agrupación más unida y no una fragmentación entre el aparato o la dirección oficialista y los críticos, que curiosamente son los que comulgan con el que hoy rige los destinos del PSOE federal y del Gobierno de la nación.

Julio Millán va mejorando con el tiempo, su paso por distintos puestos de responsabilidad, entre ellos una concejalía en el Ayuntamiento de la que huyó para ser parlamentario andaluz en Sevilla, le han ido aportando conocimiento y bagaje. Hace algún tiempo no habría dicho de él lo que afirmo ahora, y es que en efecto puede ser un buen alcalde para Jaén si le llega esa oportunidad, que por supuesto no depende de él, sino de los jienenses. Ha aprendido mucho, conoce bien la ciudad, tiene oficio, y también cuenta con mucha gente detrás, en su partido, que no hay más que meterse en las redes sociales para comprobar el cariño que le tienen y la confianza plena en sus posibilidades políticas. Si acaso, por ponerle algún pero, creo que ha endurecido su discurso, que es más provocativo y lenguaraz, sobre todo con el PP y especialmente con el alcalde, y soy de los que piensan que se equivocan quienes creen que endureciendo el tono de las declaraciones y descalificando a diestra y siniestra se consiguen mejores resultados y adhesiones. Por el contrario creo que lo que la gente valora es el rigor, que se aporten soluciones a los problemas en lugar de criticar lo que hacen los otros, en definitiva ser constructivo y poner sobre la mesa un haz de ideas que ilusionen sobre el futuro de la ciudad. No se trata tanto de vencer sino de convencer. Todo lo demás son fuegos artificiales.

Y en el caso concreto de Millán le vendría muy bien posicionarse muy claramente al lado de la ciudad en actitud reivindicativa, por lo menos hasta donde pueda o le dejen, hacia la Junta, ya que de aquí para atrás, precisamente por ser un hombre muy de partido, mérito que le ha servido para escalar peldaños, es posible que no se divise bien por los futuros electores de qué lado está porque hay intereses que son claramente contrapuestos, al menos mientras la Junta siga debiendo proyectos a la ciudad. No es que yo trate de invitarlo a que confronte con su presidenta Susana Díaz, pero sí que adopte el papel que le corresponde de moderación y salvaguarda de los intereses de la ciudad, por si algún día le toca tomar el bastón  de mando y nadie pueda criticarle que está donde no debe estar.

Además de todo lo dicho, Julio Millán me consta que es una buena persona, que es lo primero que tiene que ser un político o alguien que tenga voluntad de servir a los demás, y que quiere a Jaén, porque es su ciudad y en ella está desarrollando ahora su carrera política, en la que ya ha tenido la oportunidad de hacer cosas, algunas significativamente importantes, como la reciente iniciativa para que la Junta asumiera mayor responsabilidad con respecto al tranvía, si bien, para no pecar de excesiva ingenuidad, entiendo que esta era una posición hablada y consensuada al menos con Felipe López, que es un poco el padre de la criatura. Pero esto no le resta autoridad a Millán. En resumen, el PSOE ha elegido, lo ha hecho con una persona joven, preparada, con experiencia, capaz, a mi juicio de lo mejorcito que se divisa en este momento en el PSOE jienense, al menos entre los que dan la cara, y ahora lo que se espera de él es que esté a la altura de las circunstancias, que piense en política, claro, pero muy poco en la politiquería y mucho en los intereses de esta ciudad a la que hay que subir hasta donde se merece. Hace falta gente, políticos, como Julio Millán, que además de sana ambición lleguen a los puestos ilusionados y dispuestos a no rendirse. Mucha suerte, porque seguro que la va a necesitar.

 

Foto: Julio Millán, candidato socialista a la Alcaldía de Jaén, votando ayer en las primarias.

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