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A estas alturas ya se puede certificar, con independencia que de vez en cuando nos informen de actuaciones previstas, que el Plan ITI (Inversión Territorial Integrada), ha sido otro fracaso mayúsculo para la provincia, y quiero recordar que hace unos pocos años se presentaba como otra tabla de salvación para este sufrido territorio. Esta es la hora del incumplimiento de los pronósticos tan optimistas y la realidad de que al final la mayor parte de los proyectos se han dedicado a obras que deberían ser contempladas en los presupuestos ordinarios de las administraciones, porque la ITI era en realidad un mecanismo de compensación, como lo fue en su momento en Cádiz, y para proyectos transformadores, no para quitar vergüenzas a los políticos tapando huecos del día a día en vez de afrontar realidades ambiciosas, y no será porque no existan, hay una gran cantidad de ellas a la espera. De lo que conozco de proyectos ejecutados del ITI han salido adelante algunos que deberían haber ejecutado las diferentes administraciones y que se han aprovechado de esta coyuntura para incluirlos, convirtiendo lo ordinario en extraordinario, una jugada para aliviarse cargas, de ahí que fuera tan necesario un control justo para dar salida a las verdaderas urgencias u obras de calado.  Eso sí, en la hemeroteca es fácil encontrar de los últimos años multitud de noticias sobre la famosa y polémica ITI, algunas repetitivas, de las instituciones, haciéndonos creer que ese plan iba viento en popa. La realidad es diferente.

Las declaraciones del secretario provincial del PSOE, Francisco Reyes, presidente a su vez de la Diputación, hace ya más de dos años, en el sentido de mostrar su preocupación por el desarrollo de los compromisos inversores de la ITI de Jaén, a quien realmente inquietaron, y mucho, fue a los jienenses, sobre todo a los responsables públicos, en especial alcaldes, que habían visto un rayo de luz en las expectativas de la Inversión Territorial Integrada y llevarse una desilusión iba a ser el colmo, la guinda para unir a la lista de frustraciones que venimos acopiando durante décadas al ver fracasar proyectos que considerábamos vitales para el progreso y desarrollo de la provincia.

El señor Reyes se remontaba al momento, hace unos siete años, en que la Diputación demandó al entonces gobierno de Rajoy esa ITI, entonces denegada, de la que después sí podíamos beneficiarnos y que, lo recordaré una vez más por si ha quedado alguna duda, no hay que apuntar en el haber de las administraciones y de los políticos de la provincia, sino a la presión de colectivos sociales, la sociedad civil organizada, en concreto la plataforma ciudadana “Jaén Merece Más”. En cuanto a la anterior demanda, solicitada en 2015, lo extraño es que el PSOE se conformara con la negativa de Rajoy, muy mal por cierto, aunque esto es lo que han hecho todos los gobiernos con Jaén, ningunearnos, pero en tal situación hubiera sido conveniente que nuestros parlamentarios, en especial los socialistas, se hubieran expresado en el Congreso y en el Senado, y hubieran forzado a los demás partidos a retratarse. Ese asunto no vale la pena haberlo usarlo como argumento, pues se trataba de gestionar la ITI que teníamos entre manos, que en teoría sumaban 443 millones de euros para dar un impulso a la provincia.

El secretario provincial del PSOE reflexionaba en voz alta, en aquel momento, y lo tengo archivado, en torno a si con el tiempo tan justo con el que se afrontaba la ITI, con proyectos que para contar con financiación debían iniciarse en 2020, aunque fuera a finales, se podrían elaborar los proyectos y después contar con capacidad suficiente para el desarrollo de los compromisos inversores por parte tanto del gobierno de España como del  andaluz, que en ese momento se acababa de constituir. Pedía Reyes, en definitiva, que para el buen fin del plan de la ITI cada administración cumpliera con sus compromisos, los 443 millones entre ambos, ya que el papel de la propia Diputación se ceñía a poner en marcha una oficina de información y poco más. Nadie ha cumplido esos compromisos, ni por asomo, y el que menos el Gobierno de Pedro Sánchez, sin que nadie haya dado explicaciones y menos que nadie el propio Reyes, que toda la artillería la guarda para la Junta, y me parece bien que el PSOE haga oposición en Andalucía, porque ese es su papel, pero la credibilidad se gana pidiendo a todos, pero nos quedamos con las ganas de que se abordara ninguna exigencia en serio al Gobierno de Madrid, y no será porque no hay cuestiones pendientes, por ejemplo el Plan Activa que daban por resucitado tras la llegada del nuevo ejecutivo, los trenes, etc., todo ello sin entrar en la cacicada del Colce y el silencio cómplice que al momento se hizo en el socialismo jienense, que solo se permitió en las primeras horas de conocerse el hecho, ya va para un año, algunas declaraciones fruto de la indignación general de la ciudadanía, aunque pronto volvieron todos los responsables públicos a la posición habitual de firmes a la férrea disciplina de su partido, a pesar de la gran afrenta hacia Jaén, cuestión que la sociedad no ha olvidado. Hoy la ministra de Defensa ha seguido erre que erre con el agravante de pretender enfrentarnos con la hermana Linares, no sé si para presionar a “Jaén Merece Más” a que retire su iniciativa en los tribunales. Qué pena de política.

Volviendo a la ITI, de nada sirvió en su momento que las plataformas unidas por Jaén dieran un ultimátum para que Sánchez soltara los 220 millones que le correspondían. Reyes lo tenía fácil, dar la lata en Moncloa, él y los suyos, hasta que el presidente cumpliera. Pero no cumplió y según se supo después por algún interlocutor gubernamental, nadie de modo oficial, la justificación de Hacienda y la ínclita María Jesús Montero, es que ese dinero ya vino a Jaén, pero debe ser el misterio de la Santísima Trinidad porque nadie sabe cuánto ni para qué. Suma y sigue. El caso es que está por ver qué parte se ha gastado de los 443 millones, pero desde luego ninguna partida singular para transformar la provincia e invertir en desarrollo integral. El propio Reyes decía hace dos años que se disponía de poco tiempo y que nos había pillado el toro, por lo que o se sacaban adelante inversiones o perdíamos ese tren. Y ya lo creo que ha sido así. Pero cabe aclarar, una vez más, que no fueron los ciudadanos jienenses los que se durmieron en los laureles, sino las administraciones, el Gobierno de Sánchez que no ha abierto la boca, y desde luego la Junta, la anterior socialista y la actual de PP y Ciudadanos en la parte que le toca.

Dije en su momento que convenía tener muy claros los procedimientos seguidos y los posibles responsables si Jaén llegaba a perder un solo euro, porque entonces la sociedad y sus interlocutores tendrían, tendríamos mejor, que exigir dimisiones y responsabilidades, porque bajo ningún concepto se puede permitir que los partidos estén constantemente en la pelea política en tanto se despreocupan de un asunto tan trascendente como es la inyección extraordinaria de fondos que nos ofrecía la ITI, gracias a que el territorio ha acumulado, también por una deficiente gestión política bastante generalizada, sálvese quien pueda, una situación que nos ha ido alejando del desarrollo, de la convergencia y de la modernidad, porque las inversiones tanto de Andalucía como del Estado han sido ridículas, incompatibles con un aliento para ayudarnos a progresar.

No vamos a poner ejemplos que están en la mente de todos, pero el tren podría ejemplificar mejor que nada el olvido sistemático hacia la provincia. Ni han tratado de arreglarlo, ni han puesto el turbo, puesto que eran los políticos, los responsables de las administraciones, los parlamentarios, los alcaldes que no reivindicaron a tiempo o no hicieron sus deberes, etc., los que la han puesto en juego. Si la ITI fracasa, como así ha sido, merecerían una moción de censura todos los responsables públicos afectados y que desaparezcan del mapa político y sean declarados “non gratos”. Así de seria me parece la situación. También sería deseable que además de las plataformas se escuchara la voz clamando de las fuerzas vivas de Jaén -¿las tengo que enumerar para que se sientan concernidas?-, que supongo que no asisten de convidados de piedra en este momento crucial en el que a Jaén se le ha quitado de la boca otro caramelo. No sigamos actuando al «estilo Jaén», como si todo nos resbalara.

Por lo demás en su día se informaba de que estaban funcionando las mesas técnicas constituidas, un paso que hizo la nueva Junta, por cierto con unas denominaciones muy llamativas: Jaén crece y conecta, Jaén avanza y emprende, Jaén apasiona y emociona, Jaén rural y comprometida y Jaén saludable y ejemplar. Se podían haber ahorrado títulos tan ceremoniosos y manidos y llamar a cada cosa por su nombre con mayor sentido de la realidad, pero en fin, lo importante es que acertaran con la relación de proyectos para proponer, que tenían que reunir además unas determinadas características para obtener la financiación europea. Y, además, solo cabe dar las gracias a todos los participantes en esas mesas que en general eran aportaciones de representantes de distintos estamentos de la sociedad de Jaén. Un buen servicio en favor de una mejor causa, pero no sé si son conscientes de que esta ITI también quedará para la historia como el resultado de otra frustración, una más, y van…Solo recordar que la historia, llena de vicisitudes, empezó hace cinco años, dinero de Europa. Espero que para el Plan de Recuperación no corramos la misma suerte con tantas expectativas abiertas, pero ya me dirán los motivos que nos dejan para el optimismo.

 

Imagen: Foto de familia del día, hace más de dos años, en que se constyituyeron las cinco comisiones para la ITI de la provincia.

  

 

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