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A los partidos clásicos, entiéndase mejor PSOE y PP, les ha entrado una sensación de pánico al saber que en media España existe en este momento un propósito de las plataformas y colectivos ciudadanos para presentar listas en todos aquellos territorios en los que la sociedad civil considera que las opciones que todos conocemos no han respondido a las expectativas. Ya saben toda la historia de la España Vaciada, aunque en el caso de Jaén ya estábamos olvidados y abandonados sin que se diera esa circunstancia, lo nuestro fue antes de Franco, con Franco y después de Franco, hasta nuestros días. Ahora con la España Vaciada, la situación se torna más difícil todavía, porque aumentan los problemas, pero desde que tengo uso de razón, o por mejor decir, desde hace medio siglo que empecé mi trayectoria profesional con el periodismo, he vivido pocos cambios verdaderamente decisivos para la transformación y el progreso de Jaén. Claro que se han hecho cosas, que ha habido conquistas, la más importante sin duda la de la Universidad, pero la principal rémora de la que tenemos que sentirnos decepcionados los jienenses y airados contra los políticos de todos los tiempos, es que hemos visto avanzar a capitales y provincias de nuestro entorno mientras nosotros nos quedábamos a la espera de los manás y sin despegar ni un milímetro. Jaén, tan rica la pobre, que patentó mi querido y recordado Manolo Anguita.

Ahora acabo de leer en el diario Ideal de Jaén una información, a propósito de la creación de un nuevo foro en la ciudad, llamado “Foro Jaén: Historia y Futuro”, en el que veo que la cabeza visible es Gabriel Ureña Portero, quien ha sido durante bastantes años director del instituto Auringis, hombre valioso y reconocido personaje de la izquierda jienense. Por cierto podían haberse calentado la cabeza para no hacer coincidir la denominación con uno que lleva nada menos que treinta años de delantera, creado por un personaje independiente, palentino por más señas, pero al que le dolía Jaén desde su condición de empresario y que creó en su día la Expoliva, siendo presidente de la Cámara de Comercio. No era uno de tantos que pasaba por allí, lo suyo fue amor a Jaén y lo demostró sobradamente y el Foro Jaén de Opinión y Debate es hoy su mejor legado.

El alcalde, Julio Millán, al inaugurar el primer acto de la citada asociación, hizo una llamada a huir del “victimismo”, que por lo visto tanto le preocupa. Como tenía lugar una mesa redonda sobre “Posibilidades y expectativas económicas para Jaén”, el alcalde elogió la buena nueva del recién creado nuevo espacio para “reflexionar sobre las demandas y necesidades de la provincia, con el objetivo de crear un debate sincero y riguroso, sin populismos”. Pero dijo más el regidor de la capital: “Frente a las tesis del victimismo, defendemos que con voluntad e iniciativa, la provincia saldrá adelante”. No sé exactamente a qué se refiere cuando habla de debates sinceros y rigurosos, aunque sí, hay dos provincias y dos capitales diferentes, las que ven unos y las que vemos otros, de esto no me cabe la menor duda, de lo contrario no harían estas afirmaciones tan atrevidas, como si el propósito fuera el convencimiento de los propios para al menos asegurarse los votos.

Pero cuando el alcalde lanza estos mensajes tan contundentes no son gratuitos, se está refiriendo, a las plataformas ciudadanas, que vienen siendo su obsesión y la de sus correligionarios, sobre todo de un tiempo a esta parte, cuando se ha empezado a hablar de la posibilidad de que los territorios que se sientan discriminados, y en Jaén llevamos siglos así, la sociedad civil elabore listas para presentarlas en todos los estamentos donde sea necesario. Por supuesto que les empieza a doler la cabeza, porque ya hay sondeos que son motivo de preocupación para las formaciones de siempre y porque en los últimos días han terciado líderes, como Mariano Rajoy, al señalar que “Partidos como Teruel Existe (aquí podemos poner el nombre de Jaén si nos place) supone la liquidación del proyecto nacional”. Verán que los grandes partidos no discrepan en este apartado, ellos defienden lo suyo y prefieren malo conocido que bueno por conocer. Pero voy a terminar con las sabrosas declaraciones del alcalde Millán: “Frente a las tesis del victimismo, defendemos que con voluntad e iniciativa, la provincia saldrá adelante”. Optimismo, que no se diga, al menos mientras siga Sánchez en la Moncloa, el mismo que no le contestó a la carta ni le dio explicaciones hace unos días cuando vino a Jaén, tras la cacicada del Colce. ¿Eso qué es, populismo o victimismo?, ¿o simplemente falta de coraje político y de anteponer los intereses de Jaén a los de un partido, el que sea?

En realidad nada nuevo bajo el sol. Sigue fiel a la línea marcada por su secretario general y dicen que superalcalde, Francisco Reyes, que fue pionero en la crítica a las plataformas. Una pena que el alcalde demuestra tan poca personalidad y no se distancia del discurso oficial, más que nada porque no tiene legitimidad para la defensa de sus posiciones, son un sermón de la montaña pero sin enjundia. Pide Millán  un “debate sereno y riguroso”, ¿como el que él mismo ha llevado en el caso Colce, o como el de sus alegaciones al Plan PITMA de la Junta (Plan de Infraestructuras de Transporte y Movilidad de Andalucía), si las ha habido, exigiendo actuaciones para la capital? He leído en redes sociales halagos al alcalde por su actuación tras dejarse a Jaén fuera de la Base del Ejército y alguien, con nula información, seguro que militante socialista que no ve más que por los ojos de la ideología, le ha calificado como el único que se ha batido el cobre con el proyecto. Esta es la información que por desgracia le llega a mucha gente, por los grupos de Watshapp que están debidamente dirigidos y transportan los mensajes del argumentario o los perfiles elaborados para ese fin. Pero que el alcalde arremeta contra la sociedad civil organizada es una enorme equivocación que puede que algún día le pase factura, el tiempo es el juez insobornable, el que quita y da razones.

El alcalde ya tendría bastante con dedicarse a gestionar la ciudad, y a ver de qué manera se logran combatir los problemas que vienen amenazando. Ojalá haya suerte y nos toque la lotería con los fondos europeos, de hecho ha anunciado las obras antes de que se asegure el dinero, siempre defenderé lo mejor para mi ciudad, pero este lenguaje es intolerable en un regidor, abominar de la manera que lo hace, aunque no se atreva a citarlos por su nombre, a la sociedad civil que se vertebra a través de la rebeldía cívica. Porque, según el alcalde, ¿qué debemos esperar los jienenses, que nos rescate el PP o acaso el PSOE? Mucha fe tendríamos de confiar en esa posibilidad, más que nada porque han tenido tiempo suficiente, décadas, para demostrarlo y no lo han hecho. Y mira que ha habido oportunidades, el Colce, la ITI, los trenes, las carreteras…¿Son culpables de su estado las plataformas o el problema es que llaman la atención sobre la inacción de los gobiernos de todos los colores y en las diferentes administraciones?

Este discurso no tiene ninguna relación con la política, tampoco me reivindico como una hermanita de la caridad, pero me duele que no seamos capaces de ser leales a Jaén y nos inventemos todos los cuentos chinos para mirar hacia otro lado. Conmigo que no cuenten, siempre me alegraré de cada gesto noble que beneficie a esta ciudad y a la provincia, pero que no me busquen para ser comparsa de la mentira, el engaño y una visión de las cosas acomodada al proyecto político y ajena por completo a la realidad. Ahí no. Ahí nunca.      

Como digo, Millán es un buen alumno del jefe Reyes. El todopoderoso presidente de la Diputación, que a su vez es secretario provincial del PSOE, dos cargos que vistos los hechos tendrían que ser incompatibles, porque estamos hablando de un mismo personaje con dos visiones un tanto diferentes, ha seguido insistiendo últimamente, erre que erre, en qué hacían las plataformas ciudadanas que no se rebelaron contra la negativa de la ITI en 2013 por el gobierno de Rajoy, sin querer enterarse, de que las plataformas ciudadanas no pudieron luchar ese año por la supresión del intercambiador de Alcolea, simplemente porque no existían y él continúa preguntando que dónde estaban. Cada uno en su casa. Sin embargo, aunque en ese momento el PSOE estaba en la oposición en España, no reclama responsabilidad a sus parlamentarios que no presentaron, desde luego no figuran en la hemeroteca, iniciativas al Gobierno de entonces, del Partito Popular, sobre este tema, ni tampoco se movilizaron los representantes de la sociedad civil presentes en distintos estamentos, entre ellos el Consejo Económico y Social de la Provincia (CES), ni por supuesto le exigió responsabilidades a su entonces buena amiga Susana Díaz, presidenta andaluza. Ni el PSOE salió en manifestación a reclamar lo que entendía era de justicia, así que no vale ese argumento. Es curioso echar la culpa a quienes ni existían cuando Reyes tendría que empezar haciendo una severa autocrítica de su propia casa, en lugar de señalar a esos colectivos como “agoreros”, que para nada lo son, porque agoreros son los que anuncian desgracias y todos estos colectivos por lo que claman es por un Jaén mejor y con mayor futuro.

Y está fuera de toda duda la bondad y el objetivo pro-Jaén de las plataformas ciudadanas que han ido surgiendo, entre ellas “Jaén Merece Más” y la coordinadora nacida, “Levanta Jaén”, pero además hay que partir de la base de que todos, cada uno por el camino escogido, se supone que buscan lo mejor para Jaén, y siempre es recomendable dialogar, aunque sea haciendo aflorar las diferencias, antes que negarle legitimidad y representatividad a una plataforma, como la de Jaén, que cuenta detrás de ella con numerosos colectivos y que con sus aciertos y sus errores lleva cuatro años dando la cara y, como es su obligación, tratando de ser incómoda para los poderes, que es una buena manera de demostrar que están haciendo bien su labor, aunque al poder no le gusta, y en Jaén menos, que nadie le controle ni le lleve cuentas de los incumplimientos. No quieren que se acabe el latiguillo más famoso y repetido sobre la provincia, el Jaén de la «apuesta» y del «compromiso».

Las plataformas son la mosca cojonera que necesitaba este Jaén olvidado y abandonado. Algún día puede que no tenga sentido que existan, pero hoy por hoy muchos jienenses celebramos que, eso sí, con sentido de la responsabilidad, con formas, con diálogo y con alternativas, estén en el escenario donde se dilucida la acción política, y sean vigía permanente, para denunciar lo que no responda bien a los intereses de Jaén, pero también para aplaudir lo que en cada caso corresponda. En la hemeroteca están recogidas las ocasiones en que “Jaén Merece Más” se sentó con los dirigentes socialistas, entre ellos Reyes y Millán, y harían bien en volverse a reunir, aunque tengan visión diferente de los asuntos, pero no se construye nada con la falta de comunicación, al contrario, parecen haberse convertido en adversarios y en casi enemigos cuando en buena lógica deberían estar luchando por lo mismo. A los políticos les gusta más que aplaudan sus razones, relacionarse solo, como ha ocurrido siempre en la provincia, con unos interlocutores seleccionados y con los que hay relación fluida, es lo que alguna vez he llamado una especie de ‘mamoneo’, perdónese la expresión, en la que unos por otros se han confundido las responsabilidades.

El de ahora es otro tiempo, reivindicar, exigir, reclamar justicia inversora para Jaén de todas las administraciones, no de una sola, la que menos simpática nos caiga, de TODAS y todo el tiempo. Por eso no tiene sentido que Francisco Reyes, cada vez que le ponen delante un micrófono, arremeta contra las plataformas, desacreditando a la sociedad civil en beneficio de una parte de la misma que es la que él justifica con el pretexto de que son elegidas democráticamente. Entender que la sociedad civil son solo los interlocutores que dicen “sí” a todo lo que digo es, a día de hoy, tener una visión muy deformada de la realidad. Conviene abrir los ojos y el horizonte…Ya lo creo que les va a doler la cabeza y les van a temblar las piernas, pero a los dos, sobre todo a PSOE y PP, porque el clamor social es el de acudir a las urnas para que se acabe esta dictadura de los partidos que a otros territorios, por el mercadeo de los votos, les ha ido bien, pero a provincias como la nuestra le ha causado un perjuicio histórico. Ya sería demasiado, a 43 años de la instauración de la democracia, seguir sintiéndonos rehenes de este ninguneo.

Dice Rajoy que “partidos como Teruel Existe supone la liquidación del proyecto nacional”. Habla como hablaría cualquier inquilino de La Moncloa, pero la afirmación tiene retorno, ¿qué ha hecho el proyecto nacional para favorecer el equilibrio territorial y dar protagonismo a las provincias humilladas?. Nada, pues ahora a cargar con las consecuencias. Claro que por poner una nota positiva, todavía están a tiempo los parlamentarios de los dos partidos mayoritarios, sus respectivas direcciones y el resto si les place, a formular un documento que se comprometan a defender en los parlamentos con uñas y dientes, estando dispuestos a dimitir si no se les hace caso. Me apuesto lo que sea a que la propuesta es rechazada por unanimidad.

Foto: La imagen es de enero de 2018, se sentaron en una mesa representantes de «Jaén Merece Más» y el PSOE. Después ha habido poco o nulo diálogo.

 

 

 

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