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Un año más la ciudad de Jaén tiene que sentirse satisfecha de ser escenario, a partir de hoy, día 8, y hasta el 17 de abril, de un acontecimiento internacional como es el “Premio Jaén” de Piano, que está considerado como uno de los más prestigiosos del mundo y constituye, aparte de un grandísimo certamen musical, una enorme proyección para nuestra tierra. El pistoletazo de salida se ha dado con el concierto inaugural a cargo del pianista croata Ivo Pogorelich. Este año viene la cita musical con algunas novedades, por ejemplo, y muy importante, que tanto las semifinales, como la final del sábado, día 17, se van a retransmitir a través del canal youtube de la Diputación, por dos razones, para paliar las dificultades de un menor aforo, y también para incrementar la proyección del concurso, para que se pueda seguir desde cualquier lugar del mundo, con lo cual un problema como es la pandemia se convierte en una enorme oportunidad.

A lo largo de su trayectoria han desfilado por los sucesivos escenarios del “Premio Jaén” centenares de concursantes que con el tiempo han llegado a la cumbre, y desde luego está claro que los ganadores a lo largo de tantos años son pianistas de todo el mundo, que siendo en su mayoría jóvenes, tienen todos y todas una brillante carrera, de lo que son ejemplo cualquiera de las últimas ediciones del certamen con jovencísimos pianistas que han encandilado al jurado y al público por su encanto, profesionalidad y virtuosismo. En la última edición, de 2019, el ganador fue el pianista ruso Alexander Koryankin.

Por muchas razones, pero sobre todo por mantenerse y existir y por la decidida apuesta que hace cada año la Diputación Provincial, que no regatea esfuerzos para colocar al “Premio Jaén” en el sitio que le corresponde, y que este año sigue introduciendo novedades para involucrar aún más a los jienenses con el certamen, tenemos que felicitarnos por tener el privilegio de ser testigos de una larga Semana Musical que puede vivir en directo todo Jaén, porque ya forma parte, en sus 62 ediciones con la presente, salvando la del año pasado que no pudo celebrarse a causa de la pandemia, de la historia de esta ciudad. Por tanto a las instituciones y a todos los jienenses corresponde cuidar este Premio por el que se conoce el nombre de Jaén en todo el mundo. Y hay que agradecer que todas las administraciones colaboran, es un gran ejemplo de apoyo institucional, en especial Gobierno de España, Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Jaén, de la mano de la Corporación Provincial.

Creado allá por el año 1953, el certamen tiene sus raíces en el viejo y desaparecido club alpino, sociedad deportiva-cultural, nació sin grandes pretensiones de la mano del pianista Joaquín Reyes Cabrera y del que durante muchos años fue su alma máter, el arquitecto Pablo Castillo García-Negrete. Digo todo lo anterior con satisfacción porque en casi 48 años de trayectoria profesional en esta ciudad, he seguido muy de cerca la evolución de este certamen, y no ya su esplendor actual, que también, sino el calvario vivido, sobre todo en la década de los 70, 80 y 90 del pasado siglo, en que tantas veces se puso en peligro la continuidad, unas veces por insensibilidad política, y otras por problemas de coordinación, en definitiva, desinterés por parte de algunos de los que tenían que arrimar el hombro. Personas como el doctor Diego Jerez Justicia, en su etapa como director del Instituto de Estudios Jienenses, de una manera heroica, luchó duro contra la apatía tan instalada en Jaén y con él otros personajes que nunca desistieron del entusiasmo por esta cita anual.

Si alguien tiene interés en conocer la trayectoria del Certamen de Piano “Premio Jaén”, les invito a entrar en la web premiopiano.dipujaen.es, donde con la autoridad que le confiere ser un testigo excepcional, protagonista providencial y un defensor a ultranza de esta actividad musical desde los inicios, y el cargo que ha desempeñado en la organización, el catedrático Pedro Jiménez Cavallé, pieza clave que ha sido de este certamen, hace un repaso que debería ser de obligado conocimiento para valorar más la nueva singladura que la Diputación, la misma que otras veces fue tan distante, le ha conseguido al Certamen Internacional. Para hacer justicia hay que valorar la apuesta personal de Felipe López al frente de la Corporación provincial, que le dio, convencido de la importancia de este patrimonio cultural y musical, un decidido impulso de estabilidad y proyección, siendo diputada de Cultura Amparo Ramírez, un momento crucial en el que se despejaron las dificultades y se puede decir que pasaba a ser la joya de la corona de la programación cultural del organismo supramunicipal, tarea que después se ha mantenido y consolidado con Francisco Reyes, otro gran enamorado del evento, con nuevas aportaciones, que se han ido incorporando casi todos los años, y que le han ido sumando prestigio y reconocimiento.

Me alegra profundamente que el “Premio Jaén” de Piano goce de buena salud y hoy por hoy, al menos, no corra ningún riesgo y esté, por el contrario, en el listón más alto de su historia, gracias sobre todo al buen hacer de la Diputación, que he de reconocer con orgullo jienense que sabe cuidar este tipo de eventos aunando profesionalidad, calidad y sensibilidad, y siempre pensando en que el nombre de esta tierra suene para bien en el mundo como lo hacen ahora las teclas de los aspirantes al certamen. Con la vuelta del concurso, una apuesta por la cultura segura, se recupera uno de los grandes hitos del calendario que además pone a Jaén en el escaparate, como es bien visible en el entramado urbano, y nos hace reflexionar al tiempo en que es verdad que este Jaén nuestro tiene grandes debilidades, pero no es menos cierto que en él sobresalen muchas fortalezas y motivos de orgullo y este Premio está en el puesto más alto de ese palmarés. Larga vida al “Premio Jaén” de Piano.

Foto: El joven pianista ruso Alexander Kpryankin, ganador de la edición 61, celebrada en 2019. 

 

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