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Tras la frustración que se produjo en la opinión pública en general tras conocerse las actuaciones previstas para Jaén en los Presupuestos de la Junta para este año 2019 o lo que entonces quedaba de él, hicimos un recordatorio de las asignaturas pendientes en el caso específico de Jaén capital, de la que el nuevo gobierno andaluz parecía haberse olvidado porque apenas le dedicaba unas migajas que tenían que ver con el tranvía y la Ciudad de la Justicia, en ambos casos con aportaciones ridículas en las cuentas, señal inequívoca de que este ejercicio pasaría sin pena ni gloria. Entonces nos quisieron hacer creer que el verdadero presupuesto, donde ya se colocarían con detalle los compromisos, serían los de 2020, que está próximo a llegar. Nos vendían que con estos presupuestos reales, ya con una anualidad completa, estarían definidas las respuestas que Jaén espera, donde ya se quería recoger la dotación para la puesta en marcha del tranvía, por ejemplo.

Pues bien, hoy el Parlamento andaluz ha aprobado el Presupuesto de 2020 y si optimistas fueron los portavoces de la Junta al presentar el documento de 2019, que calificaron como el mejor de la historia, hoy no lo han sido menos, de hecho todos los delegados territoriales se han desplazado a Sevilla para asistir al que sin rubor alguno consideran un presupuesto histórico, del que la delegada provincial, Maribel Lozano, subraya sobre todo la “sensibilidad de Juanma Moreno para que la provincia sea la que registre la mayor inversión por habitante de Andalucía». Las cuentas hay muchas maneras de leerlas, y a eso ya estamos bien acostumbrados porque a los gobiernos anteriores también se le acabaron los adjetivos cuando se referían a Jaén, aunque a la hora de la verdad, vendían humo en cantidades industriales. Esto es muy de los políticos, exageran las conquistas, por pocas que sean, y sin embargo restan importancia a sus errores o falta de eficacia. No hay manera.

El Presupuesto de este año, que ha confeccionado el consejero de Hacienda, Juan Bravo, al que siempre consideramos la “cuota jienense” en el gobierno andaluz, por lo que respecta a la capital contempla el inicio de la obra para el Conservatorio Superior de Música, que ha sido otro más de los proyectos paralizados durante años por problemas burocráticos entre las administraciones; prevé el apoyo a las obras del Palacio de Deportes “Olivo Arena”, que ya estaba comprometido como la acción anterior, y fija una cantidad de 787.943 euros para iniciar la puesta en funcionamiento del sistema tranviario de la ciudad, un asunto que lleva años dando tumbos, pero que por fin parece estar en vías de salida, una vez que la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, se ha comprometido a enviar al Ayuntamiento antes de final de este mes de diciembre el texto del convenio entre las dos administraciones para que si no surgen nuevas dificultades se pueda proceder definitivamente a la firma a principio de año. Si todo discurre con normalidad lo previsible es que el próximo año se avance con el tranvía, pero entenderán que el historial nos haga ser extremadamente prudentes. Por cierto, quiero destacar que a pesar de las dificultades, del tiempo transcurrido y de algunas declaraciones que no ayudaban a apaciguar un viejo conflicto, el alcalde de Jaén, Julio Millán, al menos públicamente, ha actuado con moderación y lealtad institucional, con lo que ha demostrado que estaba firmemente por la vía de las soluciones. El tranvía puede salvar en parte el presupuesto de 2020, tampoco esperamos nada más, estamos muy hechos a que se nos conforme con poco, a pesar de que este ejecutivo actual y todos los anteriores socialistas, nos pretendían hacer comulgar con ruedas de molino.

Pero, sinceramente, de la experiencia en la oposición y del conocimiento de la realidad jienense, esperábamos un mayor esfuerzo en proyectos específicos que duermen el sueño de los justos. Está la Ciudad Sanitaria, sí, pero para esta infraestructura no figura nada en las cuentas de la Junta, de hecho ya nos han reconocido por activa y por pasiva que esta aspiración de la ciudad hay que contemplarla en un horizonte de ocho a diez años. Y figura, asimismo, una cantidad para la ITI (Inversión Territorial Integrada), que igualmente es un proyecto heredado, de todas maneras ya se nos ha referido que ningún proyecto de este plan especial se pondrá en marcha antes de finales de 2020, así que toca esperar. Por lo que se refiere a la Ciudad de la Justicia ni está ni se le espera, y ya no busquen más, porque sencillamente no lo hay. Ni Santo Domingo, ni Marroquíes…Un presupuesto, en definitiva, que no coadyuva a potenciar la capitalidad de Jaén, ciudad que siempre ha sido especialmente castigada por las políticas de la Junta, lo cual, por si alguien lo pone en duda, es fácilmente demostrable.

Juanma Moreno había creado expectativas en Jaén durante los últimos años y con este presupuesto aprobado hoy, con el aplauso y la euforia de todos los delegados, jienenses para más señas, creo que se puede concluir que una cosa es lo que se promete en las campañas y otra diferente cuando se accede al gobierno y hay que distribuir el dinero que se tiene para gestionar. Lo mejor de todo es que se ha vuelto a lo que jamás debió tocarse, la provincialización de las inversiones, porque es un referente de transparencia, por eso sabemos lo que las cuentas dedican a Jaén. También se pueden establecer comparaciones con otros territorios, comprobar que se apoya, por ejemplo, el Puerto Seco de Antequera, mientras aguarda su turno el de Linares, donde la Junta ha hecho infinidad de promesas que debería tener que cumplir.

Tampoco pretendo hacer ninguna concesión a la demagogia, bien sabíamos que el nuevo gobierno no podía responder de una tacada a todos los asuntos que figuraban en una larga lista de espera, que debía estar en algún armario o caja fuerte de la institución autonómica. De este ejecutivo que rige ahora Andalucía me quedo con una propuesta ambiciosa que lanzó en Úbeda el propio presidente, Juanma Moreno, de un plan especial para la provincia, “Plan Jaén” le llamó él, y del que tal vez se haya olvidado, pero nosotros no. En Jaén tenemos la sensación de que con independencia del color del gobierno a la capital parece que la han borrado del mapa.

Esto por lo que se refiere a la Junta. Si nos adentramos por un momento en el escenario nacional, el panorama es bastante más pesimista, por desgracia. Estamos abocados a tener un gobierno, presidido por Pedro Sánchez, que lo persigue a toda costa, donde ya no van a importar casi nada las propuestas programáticas, sino el mercadeo, la compra de votos a cambio de favores a los territorios, empezando por Cataluña, en una renuncia monumental a principios que han sido respetados en toda la trayectoria democrática y que Sánchez, que parece que se ha hecho con el poder omnímodo del PSOE, está violentando, a la par que retrata al personaje, baste como ejemplo que hace semanas se negaba a coger el teléfono al impresentable Torra y ahora está dispuesto a bajarse los pantalones, llamarle y hacer el paripé con el resto de presidentes autonómicos, en un espectáculo indigerible. No diré que me da igual lo que haga al actual presidente en funciones, pero me importa Jaén y en este estado de cosas depender de un gobierno que si nace lo hará totalmente hipotecado, cada partido que le preste su apoyo le reclamará “qué hay de lo mío”, con lo que el futuro de nuestra provincia lo sigo viendo negro. 

En esta legislatura, que presumo corta, porque parece cantado, no solo no van a contar con Jaén para el AVE “low cost” que tendrá el nombre de AVLO, sino que seguiremos en la indigencia más absoluta en materia de trenes, sin que el ministro Ábalos, que ha mostrado en la práctica una gran indiferencia con Jaén, haya movido un dedo, y no porque esté en funciones, porque a otras iniciativas les ha dado curso, pero Jaén no tiene sello de urgencia, ni tampoco deben tener demasiado peso específico las propuestas de la dirección del PSOE que nos metió por los ojos como milagrosa hoja de ruta el informe del CES provincial. En fin, poco podemos esperar de las administraciones, y bien que lo lamento por nuestra querida Jaén, porque están jugando con su futuro. Que el Señor nos coja confesados.

Foto: Si todo discurre con normalidad lo previsible es que el próximo año se avance con el tranvía, pero entenderán que el historial nos haga ser extremadamente prudentes.

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