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VARIOS AÑOS ASÍ…Ha habido unos meses, desde la llegada del nuevo gobierno andaluz hasta hace bien poco, que en la sanidad pública jienense al menos se ha vivido un periodo de calma chicha. Ni siquiera durante el verano, que en muchos años atrás era todo un clásico hablar de cierre de plantas, de problemas en las urgencias, de falta de personal, y se producía un especial revuelo, lo cual llamaba mucho la atención, parece que de pronto se habían acabado los problemas o que estaban en la retaguardia todos los que en la etapa anterior protestaron con tanta firmeza como en la mayoría de los casos justicia. De un tiempo a esta parte el panorama se está empezando a “normalizar” y ya empiezan a surgir denuncias de recortes, de merma y deterioro en servicios, de falta de personal, etc. Pero la más llamativa hasta el momento es la que acaba de hacer el sindicato CGT en relación con el abandono de la lavandería del Complejo, en la que afirma el sindicato que funciona solo una de las cuatro lavadoras industriales, por lo que a diario han de trasladarse furgonetas cargadas de ropa sucia para que sean lavadas por empresas privadas ¡de Granada!. Esta central sindical ha aprovechado al tiempo que da cuenta de esta anómala situación, para trasladar un panorama de recortes, privatizaciones encubiertas, etc., bien es cierto que el problema de la lavandería no es nuevo ni tiene que ver con la actual gestión del SAS, que no es de color de rosa porque le va a costar mañana el cese al actual gerente Miguel Moreno Verdugo, al que se le acumulan las dificultades sin que al parecer tenga capacidad ni medios para hacerle frente. Pero, ¿es un problema de personas o lo es de modelo de funcionamiento del sistema sanitario?  

La verdad es que se trata de un puesto de alto riesgo, es difícil no quemarse en una gestión tan complicada y en una de las empresas públicas de mayor envergadura de nuestra comunidad. Claro que el gobierno andaluz, lejos de quitarlo de la circulación, le ha dado la oportunidad de seguir en una tarea de máxima responsabilidad, la dirección del Hospital Regional de Málaga. Si no vale para un cargo, se le da otro, a determinadas personas, lo hagan mejor o peor, incluso aunque fracasen estrepitosamente, parece que hay que tenerlas contentas y colocadas siempre. Este es el estado de la cuestión. Volviendo a la lavandería, que era el motivo de este comentario, al parecer durante varios años no ha habido ocasión para arreglar un problema que tiene consecuencias y que está provocando un gasto que seguramente se podría ahorrar a la sanidad andaluza. Por tanto lo que quiero decir es que no es un problema achacable en exclusiva a la actual dirección del Hospital de Jaén, por tanto prudencia al disparar, sino que ha sido heredado, pero al que se sigue sin dar respuesta, y tampoco se le espera.

De ahí la pregunta: ¿Cómo es que la ropa sucia de los hospitales de Jaén se lava en empresas de Granada? En realidad da igual que sea en Granada que en cualquier otro lugar, pero se lleva la ropa sucia a la capital hermana, también se han transferido enfermos, a este paso nos hacen sucursal de algún hospital de referencia en la Ciudad de los Cármenes. Tenemos que permanecer al acecho, deben hacerlo sobre todo los colectivos de la sanidad, que han mantenido la reivindicación en tono menor, y deben observarlo también los políticos, aunque de estos hay que fiarse menos, porque cada cual lleva el aguja a su molino. Hay que dibujar un panorama actual de la sanidad andaluza, en nuestro caso de la sanidad pública jienense, pero con datos precisos, reales, para que sean los jienenses quienes valoren sin excesos ni defectos, un panorama lo más objetivo posible. En fin, gobierno todavía casi nuevo, pero problemas, muchos de ellos, bastante viejos.

¿UN PLAN DE CHOQUE CONTRA LA POBREZA? A destacar, asimismo, que se ha celebrado la Semana de la Pobreza, con la participación e impulso de Cáritas Diocesana, y que durante la misma se ha presentado por parte de la institución humanitaria eclesial el Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en Andalucía, realizado por la Fundación FOESA, cuya principal alerta es que 1,5 millones de andaluces se encuentran en situación de exclusión, un dato revelador que va más allá de la pobreza. Las conclusiones generales son perfectamente extrapolables, según se ha remarcado expresamente, al caso de la provincia de Jaén, donde el panorama de la exclusión presenta dos escenarios muy definidos, la inestabilidad en el empleo y el envejecimiento en el medio rural. Ya sabemos de sobra las características de la economía de Jaén, tan dependiente de los vaivenes de las cosechas de aceituna.

Y por cierto como no podemos olvidar que estamos a unas semanas de la celebración de las fiestas navideñas, muchos agradeceríamos que el nuevo Ayuntamiento tuviera su primer gesto con un plan de choque contra la pobreza, de la manera que sea, sumando al trabajo de otras organizaciones, pero sobre todo para enviar un mensaje de que hay sensibilidad con la angustia de las familias que más lo necesitan. No olvidemos los alrededor de 10.000 parados de la capital, a los que el propio alcalde anunció en su discurso tras acceder a la Alcaldía, una atención preferente, y los cientos de familias que lo pasan mal según nos recuerdan a diario los comedores sociales, Cáritas, Cruz Roja, el Banco de Alimentos, las asociaciones de vecinos, etc. Empezar con un gesto de sensibilidad en la medida que sea posible, resultaría oportuno, sobre todo para dar la sensación de que esos vecinos cuentan y forman parte de los proyectos para encarar una ciudad mejor.

CIUDAD DEL ATLETISMO. Ha funcionado la convocatoria que ha realizado el Ayuntamiento de Jaén, por medio de su Patronato de Deportes, de cara a la Carrera Internacional Urbana de la Noche de San Antón. Ya se ha difundido que el domingo en solo tres horas se agotaron las inscripciones por la limitación a 12.000 dorsales, pero lo mismo hubiera ocurrido de haber sido 20.000. Buena gestión del Patronato y del concejal responsable, Carlos Alberca, que además han creado la llamativa marca de “Jaén, ciudad del atletismo”, que ya de por sí lo dice todo. Ahora toca trabajar para conseguir que la cita del 18 de enero se sume a las ediciones anteriores y si es posible mejorarlas. Desde luego ha de hacerse desde la humildad, porque este Ayuntamiento no ha inventado la carrera, que tiene ya casi cuarenta años de trayectoria y siempre fue un referente en la ciudad, que parece que tenemos mala memoria, si bien en los últimos años se le dio un impulso muy importante, decisivo, en la etapa de Javier Márquez al frente del Ayuntamiento, me atrevería a decir que ha sido una de sus apuestas más exitosas. Ahora a quienes gobiernan la ciudad les toca aportar su modelo de gestión para tan gran evento deportivo y por lo que se ve en el trabajo y la ambición del concejal para que Jaén destaque en el deporte, y en este caso concreto como una ciudad referente para el atletismo nacional e internacional, no cabe duda de que se cubrirán los objetivos. Todo lo que sea que suene Jaén para bien nos agrada a todos sin distinción. La participación y el seguimiento de la Carrera Urbana Internacional y la propia Noche de San Antón son motivos de orgullo para esta ciudad. Tenemos que creérnoslo, pero siempre desde la humildad, sin que se nos suba la euforia a la cabeza.

LA GRAN FIESTA DE LOS AOVES. Entre las iniciativas que ha impulsado la Diputación Provincial, con indudable acierto, merece situarse ya en un lugar de honor, la Fiesta del Primer Aceite, cuya sexta edición se ha celebrado en el municipio olivarero de Martos, en la que ha sido una agradable experiencia para festejar los aoves jienenses que es al tiempo un reconocimiento a nuestra autoestima porque en efecto tenemos muchos problemas, pero no es menos verdad que en Jaén poseemos unas riquezas a las que hemos empezado a darles el verdadero valor, y, entre ellas, sobresale de un modo muy especial el mar de olivos que produce el que ya va siendo el mejor aceite del mundo.

La Diputación, con el apoyo de la Junta de Andalucía, que igualmente hay que indicarlo, ha sido el motor que en los últimos años ha mostrado a los olivareros jienenses el camino, y es justo reconocer que unas veces por su propio impulso, y en otras, por contagio y por el respaldo institucional que se les ha ofrecido, ya hay un importante número de empresarios del sector que se han abonado a la aventura de apostar por un aceite de calidad, abandonando la vieja estrategia tan conservadora de vender el aceite sin pensar en el futuro del principal producto jienense. Hay que alabar el cambio de mentalidad, el despegue del sector, con gente muy válida que se ha incorporado a este desafío, al reto de la calidad y a poner a nuestro oro líquido en lo más alto del escaparate, en la confianza de que será bueno para todos los productores, pero lo será aún más para el conjunto de la provincia, que no hay que recordar que es la principal productora del mundo, con nada menos que 66 millones de árboles en este bosque olivarero que es nuestra geografía.

Como ya sucediera en las ediciones anteriores de la Fiesta del Primer Aceite, este fin de semana en Martos, que ya ha conocido dos ediciones, han rivalizado fraternalmente los aceites que se vienen distinguiendo por estar en la pelea por la calidad, entre ellos están los que forman parte de “Jaén Selección” que promueve cada año el organismo provincial, pero son bastantes más, por fortuna,  los que se han colocado en la órbita, muchos de ellos reconocidos y premiados. Hace veinte años, casi nada, era impensable que se pudieran dar en la provincia estos pasos, pero ya son irreversibles, porque el buen paño no se vende en el arca y porque el consumidor ya no está dispuesto a aceptar que se le dé gato por liebre. Ya se ha dado cuenta de que la calidad es posible, por tanto se conoce el camino, y no hay vuelta atrás.

En este fin de semana Martos ha sido testigo de primera mano de la pasión que muchos jienenses sienten por su aceite, en especial por este jugo de la aceituna salido de la primera prensada, que es un verdadero placer para los sentidos y un manjar digno de tener la máxima consideración. Una vez más gracias a los esfuerzos de tantos productores que son los auténticos protagonistas de este milagro que se está produciendo en el aceite de oliva. Y ya no se puede parar, porque por fortuna para nosotros y el para el futuro del cultivo del que somos máxima potencia, los aoves son cada vez más admirados en las cocinas de todo el mundo y cuentan con el estudio de los investigadores, empezando por los de nuestra Universidad de Jaén, refrendando los beneficios del producto estrella de los jienenses para la salud.

El aceite de oliva virgen extra bien se merecía una fiesta como la que este fin de semana se ha celebrado en la ciudad de Martos, y sus anteriores y futuras ediciones, como homenaje a tantos pasos acertados como se han dado en los últimos tiempos, en la convicción, que creo que nadie pone en duda, de que en absoluto es posible escribir el futuro de la provincia sin contar con algo que nos identifica en lo económico, en lo social, y en lo cultural, como es nuestro riquísimo patrimonio olivarero.

 

  

 

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